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¿Por qué nos inundamos de aguas servidas cuando llueve?

Por: Felipe Meza Sánchez


Señor Director:

El agua potable, las aguas servidas y las aguas lluvias, aunque suene lógico, se conducen por tuberías totalmente independientes, diseñadas para cada propósito. Cuando los sumideros de aguas lluvias (rejillas) se obstruyen o evacuan de manera lenta, no es raro ver personas abrir las tapas del alcantarillado para apoyar a la evacuación de las aguas lluvias y evitar inundaciones. Sin embargo, más que evitar lo anterior, se está cometiendo un grave error, puesto que el ingreso de aguas lluvias a la red de alcantarillado no hace más que producir la entrada en carga de la tubería, que por cierto se encuentra unida a cada vivienda para la descarga de sus aguas residuales, provocando el rebase de la red y la alta probabilidad de ingreso de aguas servidas a las casas. Este ingreso, se da por cada uno de los artefactos unidos a la red domiciliaria de aguas servidas, como son el lavamanos, tinas, duchas e inodoros. ¿Consecuencias? Totalmente claras. Contacto con organismos patógenos propios de materia fecal.

¿Cómo prevenimos lo anterior? Podar árboles, limpiar y barrer calles y, por sobre todo y lo que nunca se menciona, no conectar las bajadas de aguas lluvias de las ampliaciones de los hogares (cobertizos y piletas de patio por ejemplo) a la red interior de alcantarillado. Estas, por norma, se deben conducir a terreno natural. Cada casa aporta 640 L/día de aguas servidas al alcantarillado, el cual está diseñado para transportar dicha cantidad y no el aporte anexo de aguas lluvias.

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