Señor Director:
No logro concebir que la ex Presidenta Bachelet haga una defensa pública del ex Presidente de Brasil, Lula da Silva, para que se le permita ser candidato presidencial. No se trata de un personaje que está siendo investigado por la justicia, que existen denuncias infundadas en su contra o ha sido objeto de emplazamiento público instalando un manto de dudas sobre su reputación; sino que trata de un ex Presidente condenado a nueve años de prisión por corrupción y blanqueo de dinero en pleno ejercicio del Poder Ejecutivo de Brasil.
Lula está preso, en la cárcel, por lo que no hay espacio para plantear dudas respecto a su culpabilidad. Como ciudadana de un país que vela por que no se reproduzca la corrupción o el desmantelamiento de sus instituciones democráticas, le pido a la ex Presidenta Bachelet respeto por quienes sí creemos en la justicia y en que el Estado debe ser un espacio para funcionarios que buscan servir al público y no a intereses particulares -como bien lo hizo el ex líder del Partido de los Trabajadores-.
Ya basta con apoyar demagogos y populistas como Evo Morales, o dictadores como Chávez o el fallecido Fidel Castro. Velemos por la integridad de los que lideran los países de nuestro continente.
Francisca Herrera