Publicidad

Manquehue-Manquehuito: acceso público a los cerros de las ventanas de Santiago

Por: Claudia Manzur


Señor Director:

Santiago está rodeado de bellas montañas, cimas que desde nuestras ventanas hemos mirado tantas veces y nos invitan a descubrirlas. Es así como miles de Santiaguinos cada semana suben distintos cerros (Renca, San Cristóbal, Chacarillas, El Carbón, El Manquehue, etc.).

Recreación, deporte, panorama familiar ¡Puros beneficios! Y si hilamos más fino, hay cosas profundas que también pasan al subir un cerro: en el ascenso, en el contacto puro con la naturaleza, en los “baños de bosque”, el espíritu se calma y conecta con algo profundo del ser humano y su naturaleza “natural”. Aparecen animalitos, lagartijas, aves, iguanas, y con suerte un zorrito, que nos hacen reflexionar sobre la libertad y la belleza. El esfuerzo y la concentración necesarios para subir nos enseñan sobre la perseverancia. En la cima, el espíritu encuentra regocijo, gratificación, paz y plenitud. Actualmente el contacto con la naturaleza es cada vez más imprescindible en un mundo urbanizado, contaminado y apegado a artefactos tecnológicos. La buena noticia es que miles de personas son conscientes de esto y buscan y visitan los cerros de Santiago. Las cifras no dejan de aumentar. Sin embargo, el territorio y sus usos es y será siempre una fuente de conflicto. Y esta buena noticia del acercamiento popular a los cerros, no está ajena a este problema. Los dueños de casa que están cerca de los accesos a estos cerros alegan. Es lo que podrían alegar los vecinos de Pedro de Valdivia Norte o los de Bellavista por los miles de visitantes que acceden al cerro San Cristóbal (sólo en bicicleta y caminando entran más de 100 mil al año). Y es lo que actualmente alegaron los propietarios de las casas en el acceso por Vía Roja al Cerro Manquehue y Manquehuito. Las pocas grandes casas que están en la falda del cerro (linda vista para ellas, pero mal puestas, por cierto, para la ciudad) alegaron porque efectivamente muchos autos se estacionan fuera de sus casas los fines de semana y que en caso de emergencia efectivamente impedirían la llegada de carros bomberos o ambulancias. La razón es comprensible y fue la que llevó al Municipio de Vitacura a instalar, hace dos meses, unos carteles de “Prohibido Estacionar a Ambos Lados” la prohibición se aplica siempre: en la semana y fin de semana, de noche y de día, a ambos lados, incluso en los estacionamientos que originalmente se habían previsto en la entrada al cerro. Prohibido en toda la calle Vía Roja y por lo tanto es imposible acceder en auto al Manquehue y Manquehuito por su ladera más atractiva. Solo se puede llegar con un chofer que deje al caminante en la entrada. A través de este acceso se llega a la cima por los senderos demarcados, los más seguros. Luego esta ladera es privilegiada, ya que, expuesta hacia el sur y hacia el río goza de un microclima de humedad que permite el desarrollo de un bosque de peumos y quillayes casi inexistente en el resto de la cuenca.
El Manquehue y Manquehuito son hoy los cerros de la ventana de muchos Santiaguinos. ¿Cómo poder conciliar el llamado de los cerros, con las demandas de los vecinos afectados? ¿Cómo ser creativos en el ordenamiento del territorio asegurando el acceso de las personas a la naturaleza?
Las cimas son lugares emblemáticos e importantes en las construcciones sociales. Vicuña Mackenna (en el Huelén – Santa Lucía) y Alberto Mackenna (en el Tupahue – San Cristóbal) dieron mucha energía de su vida para recuperar cerros para Santiago. Hoy Santiago ha crecido y hay nuevas cerros que deben ser considerados, protegidos e incorporados en la planificación de zonas naturales de la ciudad. Su acceso, igual que a ríos, lagos y glaciares debe ser facilitada, incluso fomentada. Bienvenida la discusión y el consenso. Buscar puntos medios de entendimiento para poder responder a los miles ciudadanos que cada día necesitan más el acceso y contacto con la montaña y la naturaleza.

Claudia Manzur

Publicidad

Tendencias