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El Gambito de Dama

Por: Sung Young Yun


Señor Director:

En parte tiene razón el ministro Jaime Bellolio, el vocero del Gobierno, en decir que su sector corre con ventaja. La oposición está dividida, mientras Chile Vamos se cuadró en una única lista. Al mismo tiempo, la “facilidad” que hemos tenido nosotros los independientes para llegar a la papeleta gracias a la reducción de 0,4 % a 0,2 % de la cantidad de firmas de patrocinio necesario, es fiel a la máxima de los pocos que tienen el poder: “divide y vencerás”.

Sí, en este momento histórico coyuntural, ad portas de redactar una constitución democráticamente, somos muchos los independientes en una pequeña papeleta. Así es. Los mismos de siempre se las saben por libro. Por un lado, se muestran partidarios de la participación ciudadana, y nos dicen: ahí tienen la oportunidad. Mientras que a la vez crean mecanismos para dispersar los votos de sus adversarios, sacando provecho del sistema D’Hondt que favorece a la lista más votada y castiga a la dispersión.

Bueno, nosotros hemos llegado hasta aquí, en parte como resultado de un duro trabajo y, también, como parte del juego al cual nos han invitado los poderosos. En última instancia, la ciudadanía pronunciará su decisión final. ¿Por quiénes se decidirá? Los mismos de siempre ya son todos conocidos, y hay un amplio consenso de rechazo a los partidos políticos y a su gestión de los últimos 31 años. Ellos lo saben. No por generosos han ofrecido cupos a los independientes en sus listas. ¡Una jugada digna de Bobby Fischer! En este contexto, la clave para conseguir una Constitución que garantice las demandas ciudadanas y derechos fundamentales será discernir quiénes son realmente los 100 % independientes que podrán exhibir las manos abiertas y limpias. La Nueva Constitución tiene que ser escrita con manos limpias, por personas libres de compromisos con los poderes políticos, económicos y religiosos, para que pueda garantizar los derechos fundamentales para todas y todos.

Hay una jugada en ajedrez conocida como “gambito”, en que se ofrece una pieza para conseguir una ventaja futura. El juego electoral ya ha avanzado. Nos guste o no, gracias a la reforma constitucional que redujo a 0,2 % las firmas de patrocinio, nosotros los independientes desconocidos pudimos llegar hasta aquí. Hemos sido forzados a aceptar el “gambito de dama” de los mismos de siempre. Al inicio, tenemos más piezas en el juego, pero no la ventaja. Mientras tanto, las piezas de los partidos políticos se encuentran en perfecta coordinación, todas se defienden unas a otras.

Durante la partida, nos han quitado la dignidad y la reina, y estamos resistiendo sólo con un caballo, un alfil y nuestros siempre despreciados peones. A simple vista, no parece posible ganar o siquiera resistir… Pero el gambito nos trajo una esperanza inesperada. Quienes tenían la iniciativa del juego nunca sospecharon de lo que es capaz el peón que nos regalaron. Con todo, haremos jugadas para clavar sus piezas valiosas junto a su rey, mientras intentaremos avanzar sigilosamente un par de peones, cuidándose el uno al otro, protegidos por nuestro rey-Ciudadanía, para llevarlos hasta la última fila, para que se conviertan en los constituyentes que hagan el jaque mate a la Constitución del 80, y nos permitan ganar la partida.

 

Sung Young Yun

Candidato a Convencional Constituyente

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