Señor Director:
Luego de la derrota en la presidencial la discusión inmediata en mi sector, la centro derecha, fue respecto de los liderazgos que pueden emerger, se desató una gran performance en la que lideró sólo el codazo desde distintas personalidades de la coalición. Lamentablemente, costó lograr entender algo brutalmente evidente, que es que los liderazgos se construyen no se designan; lo anterior enciende las alarmas respecto de lo necesario de mirar con detenimiento cómo fue que llegamos a la situación actual, que si bien en el congreso no parece negativa, es un hecho que perdimos no sólo una elección si no que una batalla cultural donde las ideas de la derecha en especial las del rechazo (a todo) fueron abatidas de forma contundente.
El nuevo elector, joven, inquieto y con una gran claridad tiene certezas de qué principios quiere proteger: el respeto por el medio ambiente, el agua, igualdad de género, diversidad sexual, libertad de expresión y tantos más; temas en los cuales no tenemos (salvo excepciones) propuestas concretas, no por falta de iniciativas, si no que por la insistente negación de una parte de la derecha a hablar de aquello, alguna vez escuche mencionarlas como “incómodas”.
Si no fue ayer entonces es hoy que tenemos el deber de olvidarnos de esa incomodidad, aceptar que el recambio es ahora, de formas, códigos y caras (sin discriminación etaria), perder el miedo a construir un relato positivo para este Chile, que por más que duela a algunos, no es, ni volverá a ser jamás como fue, de lo contrario, vamos a toda marcha directo a la irrelevancia.Víctor Blanco Cruz,
Comisión política RN.
