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Un nuevo giro a una nueva izquierda Opinión

Un nuevo giro a una nueva izquierda

Thomas Villaseca Arroyo
Por : Thomas Villaseca Arroyo Miembro del Observatorio de Historia Reciente de Chile y América Latina,UDP.
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América Latina históricamente ha tenido una complejidad y diversidad política que significa un gran desafío al momento de gobernar. Cada realidad nacional está compuesta de distintas problemáticas y discusiones que hacen de la región un espacio de surgimiento constante de nuevos fenómenos político-sociales. Es en ese contexto que, hacia finales de los 90 y principio del 2000, se da paso al “giro a la izquierda”, en donde la agenda política latinoamericana estaba fuertemente influenciada por Chávez, Lagos, Kirchner, Castro, entre otros mandatarios que desde la izquierda política gobernaron la región.

Con su posterior declive y el establecimiento de la derecha en los gobiernos, la llamada “marea rosa” comienza a ser un fenómeno que no alcanzaba un mayor posicionamiento gubernamental en la región. Sin embargo, en los últimos años se ha dado un especial resurgimiento de gobiernos de izquierda, pero hay que reconocer que cada uno tiene características muy distintas a los de principios del milenio: la elección de Alberto Fernández en Argentina, Gabriel Boric en Chile, Luis Arce en Bolivia, López Obrador en México. Sumado esto a la reaparición de Lula Da Silva en la escena política brasileña y el alza de Gustavo Petro en Colombia, hacen repensar la posibilidad de un posicionamiento firme de la izquierda latinoamericana en los gobiernos de la región.

Esta vez se suman ejes fundamentales a los gobiernos que en la primera ola no tuvieron mayor atención: como el feminismo, las luchas medioambientales, el movimiento LGBTQ+, los derechos indígenas, una nueva postura frente a los derechos humanos, que están siendo redefinidos desde una batería de derechos sociales, que entre otras reivindicaciones que busca la sociedad, son parte de las propuestas programáticas de los nuevos gobiernos de una izquierda más progresista, que ha aprendido de los errores de los ciclos anteriores, y ha recogido las sensibilidades de las actuales sociedades de la región. Por ejemplo, el alza de Boric a la Presidencia de Chile es, sin duda, el resultado de un giro fundamental en los discursos y de los movimientos sociales y de género que ahora alimentan con nuevas ideas a esta izquierda, muy distinta a la de los 2000 y décadas anteriores.

Y es que, especialmente en Sudamérica, se comienzan a concretar figuras de liderazgo que pueden consolidar este nuevo giro a la izquierda en la región: uno renovado, con nuevas figuras y propuestas que pueden llegar a impulsar un nuevo ciclo democratizador en la región latinoamericana.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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