Señor Director:
Tal vez sea tiempo de poner un nombre a las cifras, a las más de mil muertes por suicidio que ocurren anualmente dentro del territorio nacional y de esta forma, contribuir a que todos y todas, quienes emiten grandilocuentes discursos con alusiones a la importancia de la salud mental, comprendan que no sirve el vano aire que sale de sus bocas, ni sus estrategias publicitarias llenos de buenas intenciones, no basta jugar al como si…
Las palabras no sirven si no se traducen en recursos, en dispositivos, si no hay alternativas reales para depositar el dolor, si no se trabaja con empeño en reducir las brechas sociales, facilitar el acceso a las terapias, que las licencias médicas no sean cuestionadas ni reducidas, que medicalizar sea la “solución” y trabajar en las determinantes sociales de la salud.
Este día, honro la memoria de quienes murieron por suicidio: comienzo con mi hermana Nancy, y junto con ella, traigo a la memoria a tantos Alfonso, Franko, Victoria, Valentina, Javiera, Mauricio, Benjamín, Sofia, Eduardo, Juan Salvador, Raimundo, Alexis, Belén, Andrés, Patricio, Jaime, Pedro, José Roberto, José Miguel, Juanita, Victor, Isabel, Viviana, Arturo, Sergio, Maribel, Rodrigo, Nadia, Miguel, Antonia, Katy, Nicolás, Sebastián…
En este día, un abrazo solidario a nuestras familias y todas aquellas que día a día se suman.
Nadia Córdova,
Fundación Haces Falta – Chile
Sobrevivientes a la pérdida por suicido.