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El más porro del curso II Opinión

El más porro del curso II

Juan Legal
Por : Juan Legal El nombre de este perfil corresponde a un seudónimo para proteger la identidad de su autor/a
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Cuentan por ahí que el más porro de la clase, al que por benevolencia lo hicieron pasar de curso hace un año, quiere volver a hacer sus fechorías y trampas, y pasa orondo entre los alumnos del colegio, tarareando un estribillo de la famosa canción de Los Ángeles Negros, “El rey y yo”.

Narciso, incapaz de tener empatía, es decir, ponerse en el lugar del otro, no deja de cantar ante sus compañeros “soy un rey que no puede ser feliz porque no tiene ni castillo ni amor…” o, dicho sin metáforas, no soporta haber perdido La Moneda y que lo deteste la gente. Algo dentro de él, la estrella que siempre le echa una mano, le asegura que, aunque parezca increíble, está en condiciones de recuperarlo todo porque, pasado un tiempo, después de compararlo con el nuevo presidente de curso, los alumnos del colegio, y del curso, valorarán finalmente lo que han perdido y querrán recuperarlo.

Esta es la fantasía del más porro del curso, del más porro entre los porros. Este sueño, aunque aún parezca imposible, va creciendo en probabilidades, todavía escasas, por lo que no hay que descartar que, a pesar de todo, algo de su suerte histórica todavía quede en pie.

En esto de revivir tiene experiencia y logros insólitos, como cuando se salvó de ser procesado por usar información privilegiada para favorecer sus negocios, como cuando aprovechó el terremoto de 2010 para aparecer gobernando bien, aunque lo hiciera mal, como cuando estaba en las cuerdas y encontraron con vida a los mineros, enterrados por el desplome de una mina en el norte de Chile, o como cuando “se le apareció la virgen de la pandemia” y lo salvó de caer después del estallido social de 2019.

El más porro del curso, no tiene remordimientos ni escrúpulos. Nunca los ha tenido y sigue navegando. Nada le pasó cuando se robó el libro de clases, adulteró las notas y le pagó al matón del colegio, llamado Pancho Malo, por funar a sus oponentes, a aquellos que le cerraban el camino. Dicen las malas lenguas que el Porro y Pancho Malo se conocieron en el fútbol, en el financiamiento de las barras bravas. Sociedad de socorros mutuos que es útil para intimidar y para lograr la impunidad de los delitos. Total, el matón es barato y muy eficiente.

Que el más porro del curso está activo no cabe duda. Basta ver quién está operando en el odioso y poco estético asunto de la elección del Fiscal Nacional. ¿Quién se beneficia con el caos y el desprestigio de la Fiscalía? ¿Quién necesita impunidad para dar impunidad? ¿Quién quiere ser “experto” para lograr reglas a su medida? La respuesta siempre es la misma: el más porro y malo del curso.

Por todo esto es que no hay que confiarse y más bien estar alertas, porque está al acecho, porque parece que de verdad tiene una estrella, que es la tenacidad y una infinita ambición de poder.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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