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Más allá de la coyuntura, ¿a quién pertenece la memoria de Allende? Opinión

Más allá de la coyuntura, ¿a quién pertenece la memoria de Allende?

Haroldo Dilla Alfonso
Por : Haroldo Dilla Alfonso Doctor en Ciencias, investigador del Instituto de Estudios Internacionales (INTE) de la Universidad Arturo Prat.
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Creo que Allende es un símbolo vivo de todos quienes aspiramos a la superación del capitalismo por un sistema equitativo y democrático.


La prensa chilena, en unos casos por simpatía y en otras como rechazo, se ha hecho eco de las declaraciones de Pablo Sepúlveda, nieto de Salvador Allende, condenando la presencia de la artista cubana Tania Brugueras en el Museo de la Solidaridad que lleva el nombre de su abuelo.

En resumen, Sepúlveda afirma tres cosas. Uno, que la exposición de Brugueras es una “grotesca provocación” e “insolente agravio” hacia la memoria de Salvador Allende. Dos, que Tania Brugueras es contraria a la Revolución Cubana. Y tres, que se trata de “esa misma Revolución que tanto Allende como millones y millones de personas en Cuba como en el mundo entero admiramos, defendemos y amamos”. 

Tres graves errores en muy pocas palabras.

Personalmente, no conozco a Tania Bruguera. Sé de ella que siendo miembro de la élite postrevolucionaria, rompió lanzas con el sistema cubano y pasó a una oposición no solo política, sino cultural e ideológica. Es decir, renunció al confort de la cuna.

Sé que tiene una obra relevante, ensalzada por su calidad en muchos lugares. Y siempre la he escuchado hablando de la necesidad de la democracia y la libertad en la isla desde una perspectiva progresista. Y he sabido que por defender sus principios ha sufrido represión violenta. 

No creo que la exposición de Bruguera pueda justificar en ningún sentido los adjetivos extremistas usados por Sepúlveda. Mucho menos ofender a la memoria de Salvador Allende, un republicano socialista cuyo norte político era justamente la construcción de la democracia pluralista y tolerante. 

Tania Bruguera no es opuesta a la Revolución Cubana, porque este fue un hecho emancipatorio que ocurrió hace seis décadas, y terminó hace mucho tiempo, sepultada por la hostilidad imperialista, pero también por el totalitarismo.

Que Allende, hace cinco décadas, hubiera sentido simpatías por ese proceso –aún entonces impreciso- merece un análisis más cuidadoso de causas. Pero es indudable que la sociedad que Allende soñaba, tenía serias discrepancias con lo que existía en Cuba. Y, lo que es más importante, no tiene nada que ver con lo que hoy existe en el país caribeño. 

Cuba es un país que se está despoblando debido a una confluencia maldita de razones que van desde una economía estancada hasta un autoritarismo político feroz. La élite política postrevolucionaria realiza su acumulación burguesa a expensas de una población cuyos ingresos son francamente ridículos, y obliga a los cubanos a vivir una miseria cotidiana, en que la comida de mañana es siempre la preocupación de hoy.

Los cubanos, como los venezolanos, migran para donde puedan. Y protestan, pero cuando lo hacen son duramente reprimidos y hoy se cuenta más de un millar de presos políticos en la isla.

Hay un solo partido, y elecciones con un solo candidato, y la noción de libertad en algún sentido, es un dato subversivo. Y antes de que alguien piense que omití el bloqueo/embargo de Estados Unidos, debo decir que para lo que quiero decir acá es intrascendente. Cualquier acto de hostilidad de Estados Unidos hacia Cuba es condenable. Pero argumentar que, a estas alturas, los problemas de Cuba se deben al bloqueo/embargo, es también condenable, sea por sospechas de mala intención o de estulticia. 

Es absolutamente razonable que Tania Bruguera se oponga a la totalidad de este sistema. Y creo que tiene derecho a exponer su obra en el Museo de la Solidaridad Salvador Allende. Y en mi opinión la decisión del museo habla alto de sus quilates políticos y profesionales.

Más allá de la coyuntura, creo que Allende es un símbolo vivo de todos quienes aspiramos a la superación del capitalismo por un sistema equitativo y democrático. No reduzcamos su memoria a las miserias políticas de La Habana, Caracas y Managua. 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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