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Hospital Salvador en tiempos de Covid-19

Por: Karina Espinoza


Señor Director:

El pasado martes 26 de mayo acompañé a mi mamá al Hospital Salvador a su examen de protombina. Este es un examen que debe hacérselo todos los meses por obligación, debido a sus problemas al corazón (tiene marcapasos y toma anticoagulantes). La vez pasada fue sola, pero como cada día le cuesta más caminar, producto de una mala cirugía por una quebradura del metatarso, y al hecho de los tiempos de Covid-19 que estamos viviendo, preferí acompañarla.
Y quería comentarle las malas prácticas que observé que se están efectuando en ese centro de salud. Lo anterior, considerando el actual contexto de pandemia que estamos viviendo y, sobre todo, por el tipo de personas que, en su mayoría, se concentra en este recinto (adultos mayores con diferentes patologías crónicas).

Procedo a contarle: Llegamos tipín 7.40 AM, y en la entrada nadie nos detuvo para tomarnos la temperatura, un procedimiento que es mínimo hoy en día, y que muchos recintos lo están implementando (sobre todo si es de salud).

Posteriormente, procedimos al lugar del examen y nos encontramos con un gran tumulto de pacientes (todos juntos), sin ningún tipo de supervisión en el sentido de mantener el distanciamiento social. De hecho, llegó una trabajadora del hospital, la verdad es que no sé bien su cargo ni tampoco su misión allí, pero con una mascarilla que se le caía y que, por tanto, optó por sacársela y así hablarle a los pacientes (sin respetar el metro de distancia).

Y bueno, para no exponer a mi mamá, un adulto mayor de 76 años y con mucho riesgo por sus problemas al corazón, la dejé sentada en un lugar donde, aclaro, no había ningún tipo de demarcación para que las personas no se sentaran unas al lado de las otras.

Y como yo hice cada uno de los burocráticos trámites para que se hiciera el examen, pude no exponer a mi mamá, ya que el personal mismo instaba a aglomerarse. En un momento en que muchos pacientes se fueron a otro lado a esperar, comenzaban a llamarlos para que volvieran al lugar aglomerado a esperar su turno y posteriores esquemas (resultados).
Sin embargo, lo más aberrante que observé fue la carencia total de alcohol gel, un producto elemental hoy en día, sobre todo para un centro de salud que concentra grandes cantidades de público.

En conclusión, el Hospital Salvador está aplicando cero medidas para prevenir el contagio por Covid-19, y no sé si esto lo sabrán las autoridades. Ojalá se puedan ir a dar una vuelta para que se instauren medidas de prevención, ya que muchas personas deben concurrir obligatoriamente por exámenes, busca de remedios o tratamientos. Y si no se brindan las condiciones mínimas de resguardo, podría convertirse rápidamente en un importante foco de contagio.

Atentamente

Karina Espinoza Salinas
Periodista
Diplomada en Periodismo de Investigación Universidad de Chile.

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