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Tocar la cítara

Por: Pablo Aguayo Westwood


Señor Director:

Aristóteles en su reflexión sobre las virtudes éticas nos enseña que estas son un modo de ser que se desarrolla a través de la práctica. De ese modo, la citarista virtuosa llega a dicha condición tocando (practicando) bien la cítara. Un punto importante que hay que destacar aquí es que no basta con tocar la cítara, hay que tocarla bien, porque la virtud se vincula con la perfección de la actividad. Dicho esto, resulta extraña la defensa que podamos hacer del trabajo de alguien cuando este no ha sido bueno. Porque la virtud no está en trabajar mucho y querer hacer bien las cosas, sino en realmente hacerlas bien y cumplir la finalidad para la cual dicha tarea se le ha encomendado.

Pablo Aguayo Westwood

Profesor de Filosofía Moral

Universidad de Chile

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