Señor Director:
Cada 15 de septiembre se celebra el día internacional de la Democracia, instancia que nace en 2007, al alero de la Asamblea General de las Naciones Unidas y que conmemora la declaración Universal de la Democracia, posterior a una serie de conferencias internacionales sobre democracias nuevas y restauradas que comenzaron en 1988 en el período de clivaje de regímenes autoritarios a la emergencia de gobiernos más democráticos en muchas partes del mundo.
¿Pueden las políticas públicas ayudar al fortalecimiento de la democracia? En un contexto globalizado de pandemia, crisis económica y malestar social, hay un llamado generalizado a una mayor presencia del Estado en generar respuestas a la altura con los problemas presentes, y las políticas públicas son el instrumento que le otorgan estabilidad y profundidad a la acción del Estado. No obstante, se presenta la paradoja de la exigencia de la presencia de la respuesta Institucional por un lado y el cuestionamiento a la legitimidad de su actuar.
Si la política pública reconoce al actor social, mediante la incorporación de estrategias participativas tanto en su origen como en su desarrollo, sirve a los propósitos de mejorar la eficiencia y la eficacia de las respuestas a los problemas presentes, al mismo tiempo que se promueven la inclusión y el fortalecimiento de las capacidades políticas de distintos sectores de la ciudadanía. Además, permitiría discutir los horizontes normativos de la convivencia social, basados en una gobernanza estructurada como un conglomerado de actores estatales, gubernamentales, organizaciones sociales y actores económicos, articulados reticularmente garantizando progresivamente la legitimación de la acción Estatal y el reconocimiento de todos los involucrados en aportar a una Democracia Inclusiva y más deliberativa.
Cosme Farfán Sanhueza
Director Carrera Trabajo Social
Universidad Santo Tomás – Sede Santiago
