Señor Director:
A propósito de la conmemoración del Día Internacional del Migrante, resulta interesante destacar este punto como uno relevante dentro de la política pública nacional de educación, toda vez que según constata en numerosos informes la presencia de estudiantes extranjeros debiera tender a aumentar en los próximos años. El desafío de las Instituciones de Educación Superior (IES) será ofrecer alternativas para ellos, toda vez que la educación terciaria tiene un alto potencial de impacto sobre toda la comunidad, incluida la migrante.
Según el reporte del Consejo Nacional de Educación (CNED), un tercio de los extranjeros en Chile cursa programas ligados al Área de la Administración y el Comercio; mientras que el 32% y 14% está en carreras relacionadas a la Tecnología y Salud, respectivamente. Asimismo, una significativa proporción de migrantes (42%) estudia en la modalidad vespertina para compatibilizar sus estudios con el trabajo. Por esto, la Educación Superior Técnico Profesional (ESTP) representa una sólida y atractiva opción para aquellas personas que llegan al país buscando mejorar su condición de vida.
Además, a diferencia de las universidades, las instituciones técnico-profesionales mantenemos sistemas de acceso a base de capacidades, no solicitando haber rendido la Prueba de Transición Universitaria (PTU), lo que facilita el acceso de extranjeros a la educación superior.
Asimismo, al contar con programas con una duración entre los 4 y 8 semestres, con tasas de empleabilidad y renta destacables, encuentran en la formación técnico-profesional herramientas que fomentan su desarrollo y forjan las bases para apoyar la competitividad del país a través de una inserción rápida al mundo del trabajo, que es uno de los motores de sus desarrollos y el de nuestra sociedad.
Rodrigo Cerón Prandi, rector Escuela de Contadores Auditores de Santiago
Leopoldo Ramírez Alarcón, director ejecutivo de Vertebral
