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Querella Isapres: amedrentamiento y discriminación contra los chilenos Opinión

Querella Isapres: amedrentamiento y discriminación contra los chilenos

Carlos Ibáñez y Flávia Gal
Por : Carlos Ibáñez y Flávia Gal Carlos Ibáñez, psiquiatra y coordinador de la Red Salud Mental es Salud Flávia Gal, presidenta Círculo Polar, integrante de la Red Salud Mental es Salud
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La querella criminal interpuesta por las Isapres Banmédica y Vida Tres en contra de un grupo de médicos psiquiatras es una muestra más de la grave discriminación que sufren las personas con trastornos de salud mental y las barreras que el sistema privado de salud se empeña en mantener para maximizar sus ganancias a costa de la salud de las personas.

Las ganancias desorbitadas de las Isapres y la actual querella dan cuenta de objetivos que no ponen en el centro la salud de las personas. Para poner en contexto, el año 2020 las Isapres tuvieron utilidades por $82.500 millones (USD 115 millones), un aumento de 772% respecto de 2019, y generaron una tasa de rechazo de licencias médicas por motivos de salud mental de un 43,9% y de reducción de días de reposo de 14,7%. Esto significa que más de la mitad de los reposos médicos por problemas de salud mental son obstaculizados por la industria.

La pandemia y sus consecuencias sanitarias y sociales han significado un empeoramiento de la salud mental de muchas personas, lo que previsiblemente ha aumentado los casos que requieren tratamiento y reposo médico.

Lamentablemente, en vez de facilitar la recuperación, el camino tomado por las Isapres ha sido sistemáticamente rechazar las licencias médicas y solicitar informes complementarios, exponiendo además a las personas a apelaciones y trámites angustiantes, panorama que ya está institucionalizado.

No satisfechos con esta lamentable forma de funcionar, hoy las Isapres han dado un paso más allá de lo tolerable. Presentar una querella en función exclusivamente del número de licencias emitidas por un médico, calificándolas de licencias falsas, este es una paso que no tiene sustento técnico ni ético y que puede considerarse como una clara medida de amedrentamiento para los médicos y una discriminación más para las personas con problemas de salud mental, situación inaceptable, que nos parece necesario poner en conocimiento de la opinión pública, para que los parlamentarios, el sistema judicial y las autoridades tomen cartas en el asunto a la brevedad.

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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