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Yoga y autoconocimiento para una vida saludable Opinión

Yoga y autoconocimiento para una vida saludable

Ricardo Ramírez
Por : Ricardo Ramírez Académico de Tecnología Médica, UNAB Sede Viña del Mar.
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Nuestro modelo social y económico ha aumentado nuestra expectativa de vida e incrementado el número de adultos mayores, pero al mismo tiempo acrecentó, entre otros aspectos, las aflicciones que son de origen psicológico. La OMS ha estimado que los trastornos psicológicos y psiquiátricos son las principales enfermedades no transmisibles a nivel mundial. Trastornos afectivos y del estado del ánimo como depresión, estrés, burnout y ansiedad son enfermedades comunes que hoy en día afectan todos los estratos sociales, géneros y edades. Estas condiciones mentales no son más que el reflejo de un estilo de vida y de un modelo social y económico en que día a día decidimos participar. 

Si nuestra energía quiere ser enfocada en un pasar más ecuánime y sereno, la OMS nos da algunas pistas de lo que debemos hacer: ejercicio físico, sanidad mental, nivel de independencia y relación armónica con el entorno (familiar, laboral, medioambiental) parecen esenciales. 

Es interesante cómo nuestro cuerpo y mente pueden ser moldeados consciente o involuntariamente, por fuerzas ambientales que inciden sobre los organismos. Es conocido que la plasticidad cerebral (o capacidad del cerebro de repararse y reestructurarse) es sensible a las influencias sociales, siendo especialmente aguda en humanos. De estos, los circuitos implicados en el comportamiento social, emocional y cognitivo se encuentran entre los más plásticos, modulados por la experiencia. Existe un creciente corpus de evidencia que sugiere que las intervenciones que van desde el ejercicio físico moderado regular a intervenciones derivadas de prácticas contemplativas inducen alteraciones relacionadas con la plasticidad en el cerebro y apoyan una gama de resultados conductuales positivos.

Una de las prácticas contemplativas que aborda todos los elementos que según la OMS son críticos para una mejor calidad de vida, es el Yoga. En la actualidad se sabe que esta práctica puede mejorar síntomas de depresión, ansiedad, estrés, burnout, trastorno de estrés postraumático y otros problemas psicológicos, como también promover la sensación de bienestar, incluida la satisfacción frente a la vida y la felicidad. Este tipo de prácticas abre una nueva estrategia, no farmacológica, en el tratamiento de distintas patologías mentales, como en el mejoramiento de nuestras relaciones individuales, familiares y laborales. 

Los mecanismos por los cuales esta práctica ejerce sus efectos siguen en debate, sin embargo, se ha puesto énfasis en la modulación ascendente mediante la conciencia del propio cuerpo (interocepción) y la relajación, como en estrategias descendentes basadas en la atención y la metaconciencia, que permiten a un individuo potenciar su autorregulación, es decir, la capacidad intrínseca de los seres humanos de autoobservarse, de guiar su mundo interior (pensamientos, emociones, etc.) con la finalidad de vivir de manera sana y libre. 

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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