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Crisis total y profunda DEPORTES

Crisis total y profunda

Pablo Flamm
Por : Pablo Flamm Periodista deportivo
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El fútbol chileno no tiene estructuras sólidas y contundentes, que le permitan establecer planes de desarrollo y crecimiento, más allá de algún resultado negativo. Es sumamente preocupante, pero pareciera que a la ANFP y Consejo de Presidentes todo esto les importa muy poco. Nada se sustenta. No hay planes de largo aliento y las personas idóneas en los cargos. Todo se ve muy amateur. Así difícilmente podremos tener la esperanza de avanzar. Primero hay que asumir el sitial, luego ponerse a trabajar dejando los intereses pequeños de lado y tener una visión macro de cómo recuperar la actividad.


Hace algunos meses, se le consultó a Pablo Milad, presidente del fútbol chileno, respecto a la sensación de crisis que se está viviendo en la actividad y la respuesta del mandamás fue “no hay crisis”. En ese momento me pareció una respuesta antojadiza y con nula autocrítica. El fútbol chileno viene hace mucho rato no es solo responsabilidad de la actual mesaen una rodada profunda y oscura.

Hace poco el mismo timonel sí reconoció la crisis. Y entender por crisis es asumir el momento y saber que existe la oportunidad de poder tomar las acciones necesarias para salir del camino errado. Para esto, debemos comprender que la mayor autoridad del fútbol chileno no es la testera de Quilín, sino los 32 presidentes de clubes. Ellos deciden todo. Absolutamente todo y, bajo ese parámetro, la verdad es que el escenario es muy alentador.

A nivel competitivo estamos fuera de todo. Dos mundiales consecutivos afuera en el fútbol masculino, recientemente la selección femenina cayó ante Haití y fuera del mundial de la serie, para qué hablar a nivel de selecciones menores, donde la Sub-20 no dio en el tono en el torneo de Colombia, y así sucesivamente. El resto del continente avanza sin mencionar a Brasil y Argentina que son potencias de siempre y nosotros estamos estancados y sin opciones de poder reaccionar.

Y no pasa solo por despedir al técnico de turno. El fútbol chileno no tiene estructuras sólidas y contundentes, que le permitan establecer planes de desarrollo y crecimiento, más allá de algún resultado negativo. Es sumamente preocupante, pero pareciera que a la ANFP y Consejo de Presidentes todo esto les importa muy poco. Nada se sustenta. No hay planes de largo aliento y las personas idóneas en los cargos. Todo se ve muy amateur. Así difícilmente podremos tener la esperanza de avanzar. Primero hay que asumir el sitial, luego ponerse a trabajar dejando los intereses pequeños de lado y tener una visión macro de cómo recuperar la actividad.

Hoy la Sub-20 no tiene técnico. La adulta femenina acaba de despedir a José Letelier. La adulta a cargo de Berizzo se prepara para enfrentar las clasificatorias con muchas dudas, más que certezas. ¿Qué se pretende? ¿Cómo es la política deportiva de los próximos 10 años? Nadie lo sabe. No se escucha. ¿Por qué? Porque todo depende de los gobiernos corporativos cada cuatro años en Quilín.

Y si hay cambios, los que llegan literalmente borran todo y pagan los favores políticos de poder haber llegado a la mesa de la ANFP. Hace rato se dice que ANFP y Federación deben estar separadas. Se viene trabajando en ello, pero pasa el tiempo y el que paga las consecuencias es el fútbol. Por eso vemos que otros del barrio sí avanzan y toman medidas pertinentes. Nosotros queremos seguir viviendo de los buenos momentos que hubo, pero fueron, y hoy estamos sumergidos en un nivel realmente pobre.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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