Investigar a fondo las causas de los incendios forestales

Las estadísticas de CONAF, muestran que el 99,7 % de los incendios forestales en Chile son   provocados por la acción humana, sea de forma directa o indirecta, con intencionalidad o sin ella. Pero estas cifras que entrega CONAF, que son fáciles de revisar en sus publicaciones y  en internet, se refieren al origen del fuego, a la chispa que causa el incendio, no a las causas sub-yacentes o de fondo que los motivan.

¿Por qué se produjo una negligencia? ¿Porque una persona conscientemente ocasionó un incendio? (en la temporada 20-21 el 42% de los incendios fueron intencionales y en esta temporada la cifra sea, posiblemente, mayor)

Estudiar las causas profundas de estas tragedias, que implica íntegramente a las ciencias sociales, no solo es fundamental para planificar una adecuada campaña de prevención y combate en cada temporada, sino enfrentar con políticas públicas situaciones no resueltas que han ocurrido y ocurren en nuestra sociedad y que mantienen la animadversión, rechazo u odio contra las grandes empresas y los monocultivos forestales. No se trata de justificar un delito que debe ser sancionado con el máximo rigor de la ley porque genera destrucción y muerte, sino que, de alguna vez por todas, nuestra sociedad enfrente y resuelva conflictos históricos y elimine o mitigue los impactos sociales y ambientales negativos causados – no por el pino y eucaliptus – sino por el lugar y la forma en que se plantan, cultivan, cosechan y transportan.

Este tipo de reclamos no es exclusivo de Chile, sino que lo encontramos en Brasil, Sudáfrica, Nueva Zelandia y otros países con grandes extensiones de plantaciones y por ello el WWF (World Wildlife Fund) propuso en 2010 las “Plantaciones de Nueva Generación”; el FSC (Forest Stewardship Council) otorga certificados de “buen manejo forestal” a las plantaciones en monocultivos; o el Consejo de Política Forestal en Chile, tardíamente en 2017, propuso el “Protocolo de Plantaciones Forestales”. PERO ¿las empresas cumplen a cabalidad todas estas propuestas? Desde la Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo (AIFBN) creemos que no y hemos censurado la “certificación light” del FSC retirándonos de dicha organización. Además hemos criticado el hecho que el “Protocolo de Plantaciones” o las propuestas del WWF sean solo voluntarias.

Cuando la AIFBN planteó la necesidad de un “Nuevo Modelo Forestal” (2010 y 2017) se refería a la importancia de un cambio fundamental de énfasis en la política forestal – un nuevo paradigma- que debe orientarse hacia la recuperación, conservación y manejo del bosque nativo, pero no demonizaba las plantaciones, que son esenciales para economía chilena. Se dedicó un capítulo completo a ellas, proponiendo medidas similares a las del WWF y FSC, en especial a transformar los extensos monocultivos en mosaicos vegetacionales, que incluyan también al bosque nativo.

Pero mientras estas propuestas sobre las plantaciones forestales o el Nuevo Modelo no se transformen en políticas públicas con un Servicio Forestal del Estado, financiado, que las haga cumplir, seguirá “el mercado” definiendo lo que hagan o no, las empresas forestales.

Por estos motivos, es una buena noticia saber que el Ministerio de Ciencia y Tecnología constituirá una mesa con centros de investigación que entreguen una perspectiva integral sobre estos conflictos socio-ambientales para construir políticas públicas, lo que obligadamente debe incluir una investigación a fondo de las causas de los incendios forestales. Creemos que el Instituto Forestal, como organismo estatal de investigación forestal también debería formar parte de dicha mesa.