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Afinemos la guitarra antes de tocar Opinión

Afinemos la guitarra antes de tocar

Diego Pérez de Castro
Por : Diego Pérez de Castro Periodista, Magíster en Comunicación Política y Asuntos Públicos en la Universidad Adolfo Ibáñez.
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Se entiende que existe un largo trecho entre decir y hacer, por algo existe el viejo refrán “otra cosa es con guitarra”. 

Para los amantes de la música, sabemos que es diferente saberse algunas canciones o tocar unos simples acordes, que tocar bien la guitarra. Cuando John Lennon descubrió a Paul McCartney, lo que más le sorprendió al fallecido compositor, fue que el ex Beatle, sabía afinar la guitarra. Algo que ahora suena tan básico, fue el aspecto que a fines de los años 50’ era realmente valorado, lo que aseguró a Lennon que estaba frente a un gran músico.  

Al cumplirse ya un año de gobierno, era sabido que esta nueva generación, que creció como dirigentes estudiantiles y acostumbrada a tocar acordes relacionados a la movilización y la justicia social, se le iba a hacer un poco más largo aprender a tocar la guitarra de ser gobierno e interpretar su ambicioso concierto lleno de promesas.  Así se lo hizo sentir el ex Ministro Segpres de Sebastián Piñera, Juan José Ossa, cuando al momento de asumir su sucesor, Giorgio Jackson, le regaló una guitarra antes del cambio de mando.  

Lograr conseguir los votos para llevar adelante sus respectivas reformas tributarias, tanto en los segundos gobiernos de Bachelet y Piñera, se consideró como la primera gran audición que mostraron ambos gobiernos para lograr acuerdos. Ambos aprobaron y lo lograron sabiendo tocar la guitarra para generar acuerdos para obtener los votos necesarios, incluyendo a las oposiciones. 

El programa de gobierno de Sebastián Piñera políticamente terminó, con el estallido social a finales de 2019 y al sumarse la pandemia, el ejecutivo debió asumir un “realismo con renuncia”.  Acá estamos viendo una situación similar, quedando 3 años de gobierno y con los coletazos económicos de la inflación a causa de la pandemia y por la guerra de Ucrania. La promesa de tocar los acordes de las canciones dignidad, disminuir la desigualdad, reforma de pensiones y de salud, lejanamente suenan en una guitarra desafinada que aún siquiera está lista para tocar. 

Ante el rechazo de la reforma tributaria, la generación que está en el gobierno, se le hizo sencillo querer volver a tocar las canciones que utilizaban cuando eran dirigentes y oposición. La canción se llama… “la culpa es de la derecha”, junto a otros grandes éxitos como “esto fue para proteger a los grandes empresarios evasores de impuestos”, finalizando con “Piñera aparece justo en este momento para impedir que Chile avance”. Canciones ultra escuchadas que durante el estallido social y la pandemia fueron efectivas y la mayoría tarareaba, pero a estas alturas ya la canción está trillada y desafinada.

La Moneda ha seguido enredada en la discursiva canción derivada del estallido social, de los indultos. Manuel Rodríguez de seguro se retorcería en su tumba, si supiera que a los jóvenes que indultaron, inspirándose en el guerrillero y que durante el hechizo del estallido social fueron tildados y homenajeados por los honorables, en el ex congreso como los “luchadores del pueblo”, eran finalmente unos simples delincuentes de poca monta. 

La incapacidad del ejecutivo de salir de esos temas y poder componer sus propias canciones, muestra que necesita urgente afinar primero la guitarra para encontrar otros mecanismos de financiamiento para que su programa de gobierno o parte de él, pueda ser tocado en el concierto que se le prometió a todos los chilenos. Hay otras maneras de acercarse que no sea a través de una reforma tributaria, considerando que el gobierno acumuló un superávit en durante el 2022, de 1,1% del PIB, gracias a que se contrajo el gasto fiscal en un 23,1% y la inyección de liquidez que está dando al Estado el cobre y el litio, por lo que adquiere relevancia continuar la explotación de este último mineral en que por falta de acuerdo político, nos hemos ido quedando atrás. Otra manera para sumar ese financiamiento necesario, es reducir algunos programas mal evaluados, considerando que actualmente un 4,5% del PIB se destina a programas de gobierno con evaluaciones deficientes. 

Gabriel Boric deberá improvisar y buscar alternativas de canciones para cumplir parte del programa de gobierno. El Presidente necesita urgente encontrar, a su Paul McCartney que pueda de una vez por todas, articular y afinar esa guitarra considerando que quedan 3 años en que el gobierno debe aprender a tocarla para todos los chilenos. 

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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