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Renuncia masiva en La Nación Domingo

Un artículo sobre «La caja negra del Indap», realizado por la periodista Alejandra Matus, detonó la renuncia masiva del equipo de la Nación Domingo, unidad encargada de reportajes e investigaciones periodísticas que se publicaban cada fin de semana en el diario estatal.


Para la edición de mañana estaba programada la publicación del reportaje sobre las pérdidas millonarias que se han producido en los préstamos a pequeños agricultores realizados por el Gobierno a través del Instituto de Desarrollo Agropecuario -Indap-.

En el artículo, Alejandra Matus recoge parte de un estudio -encargado por el senador Nelson Avila- que concluye que «más del 60% de los mil millones de dólares que el Estado ha invertido en la pequeña agricultura en diez años, se ha quedado entrampado en manos de empresas intermediarias, mayoritariamente ligadas a la Democracia Cristiana». En el reportaje también se denuncia «el pago de sobresueldos a seis altos jefes del Indap, que fue detectado por la Contraloría».

Ante la seriedad de las denuncias, el directo general de La Nación, Alberto Luengo, pidió que se consignara la versión de Indap, para lo cual se tomó contacto con su director Ricardo Halabí, quien, según Luengo, quedó de responder a las consultas del medio. «Sin embargo, el jueves pasado, a través de un funcionario desistió de hacer declaraciones».

Ante esto, el directorio de La Nación optó por «bajar» el reportaje en orden a que la línea editorial fijada para el diario «exige la consulta de las contrapartes».

Sin embargo, Luengo reconoció a El Mostrador.cl que la razón de fondo fueron las presiones políticas denunciadas por el staff renunciado. «Efectivamente, hubo presiones políticas que se canalizaron a través del Directorio», afirmó Alberto Luengo.

¿Estas presiones vinieron de la Democracia Cristiana?
– Entiendo que venían de aquellas personas que se sintieron afectadas por el artículo.

¿Había, además, alguna razón periodística para no publicarlo?
– Yo creía que el reportaje estaba bien sustentado, pero que le faltaba la contraparte. Hice, como director, todo tipo de gestiones para que Indap diera respuesta a las consultas que nosotros les hicimos. El director de Indap me prometió, personalmente, que iba a responder a nuestras demandas periodísticas. Pero el jueves por la tarde, a través de un funcionario, me mandó a decir que no iba a responder. Lamento que no haya querido referirse a un tema legítimo de investigación periodística y que interesa a la mayoría de los chilenos.

¿Frente a esta negativa de Indap, como director, eras partidario de publicar el reportaje?
– Yo tengo una línea editorial que me fija el Directorio que tengo que acatar.

Línea editorial que fija que en «materias que afecten funciones delicadas del Gobierno», se debe tener una contraparte oficial. «En este caso, como no hubo contraparte del gobierno, el Directorio finalmente impidió la publicación del artículo».

Es decir que para el Directorio el hecho que la contraparte se niegue a dar su versión invalida la publicación.
– No podría responder exactamente eso.

Pero en este caso así parece que ocurrió.
– Creo que el directorio tomó en consideración los aspectos políticos del asunto y tomó la decisión de no publicar.

¿En que situación queda La Nación Domingo con todo su equipo renunciado? ¿Se pueden reemplazar rápidamente a la gente o se suspenderá su publicación por un tiempo?
– A eso me voy a abocar a partir de mañana. En todo caso el diario sigue y yo me mantengo como director. A partir del lunes veré cómo reemplazo a las personas renunciadas o cómo garantizó la mantención de la línea, hasta hora, seguida.

¿Tú sigues en el cargo?
– Sí.

Renuncia general

La renuncia del equipo de La Nación Domingo fue encabezada por el editor Julio César Rodríguez y el subeditor Mirko Macari. A ellos se sumaron los periodistas: Alejandra Matus, Marcela Ramos y Marcelo Padilla; los colaboradores Leonardo Navarro, Pablo Basadre, Macarena Silva, Claudia Molina y Juan Sharpe; y los columnistas Paul Walder, Guillermo Tejeda y Domingo Domínguez, quienes comunicaron hoy sábado su renuncia «a continuar trabajando en este diario».

En un comunicado difundido por los dimisionarios se afirma que: «El diario La Nación pertenece a la sociedad chilena y no es patrimonio de ningún partido político. Quienes suscribimos este comunicado intentamos durante diez meses cumplir con el mandato ético de informar oportuna y verazmente a los propietarios de este periódico: todos los chilenos. Valoramos profundamente que el directorio y el director de este diario hayan abierto este espacio para un periodismo independiente, innovador y pluralista durante este período».

«Por esta misma razón -agregan-, expresamos nuestro rechazo a la decisión del directorio de prohibir la aparición del artículo, cediendo a presiones políticas. Sentimos que no es posible continuar desarrollando este valioso proyecto en las necesarias condiciones de libertad y profesionalismo con que habíamos contado hasta ahora».

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