En la reunión participan cancilleres miembros del Consejo de Seguridad de la ONU. Entre los antecedentes, afirmó que se habrían retirado elementos para armas de destrucción masiva y misiles desde 30 lugares, ocultándolos de los observadores internacionales. [Actualizada]
«Saddam Hussein y su régimen no han hecho ningún esfuerzo por desarmarse, y están ocultando sus esfuerzos por tener más armas de destrucción masiva».
Con esas palabras comenzó Colin Powell su intervención en la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU en la que el secretario de Estado de EEUU presenta las pruebas que los servicios secretos de su país dicen poseer acerca de que el régimen de Irak tiene armas de destrucción masiva.
Powell exhibió en primer lugar dos videos con la trascripción de una conversación entre «altos funcionarios iraquís», registrada el 30 de enero, en la que evidencian que ocultaron elementos para la construcción de armas de destrucción masiva antes de que llegaran inspectores de la ONU. «Lo hemos evacuado todo. No nos hemos dejado nada», se dicen los oficiales iraquíes en una conversación captada por EEUU.
«Esto muestra la existencia de un sistema para ocultar elementos» aplicado por las autoridades del régimen iraquí, según el secretario de Estado de EEUU. «Estaban tratando de limpiar el área y no dejar evidencia de la presencia de armas de inspección masiva. Este esfuerzo de esconder cosas de los inspectores no son hechos aislados, sino una política sistemática que se aplica por instrucción de los cargos más altos del liderazgo iraquí».
También acusó al gobierno iraquí de «seguir» y «espiar» a los inspectores de la ONU, mediante el trabajo de un comité especial presidido por un asesor de Saddam Hussein.
«Lo que les damos son hechos y pruebas basadas en inteligencia sólida», afirmó Powell.
También exhibió fotografías satelitales -al estilo de las fotos de los U-2 mostradas durante la crisis de los misiles en Cuba, en los ’60-. Entre los objetivos registrados mostró instalaciones supuestamente destinadas a almacenar munición química en Taji, entre ellos bodegas con equipos activos.
Las imágenes muestran supuestos vehículos e instalaciones de descontaminación asociadas a la fabricación de elementos para guerra química. Una imagen posterior, captada en noviembre, exhibe lo que Powell alegó son edificios ya sanitizados en el momento en que aparecen vehículos de los inspectores de la ONU. Las armas de Taji, según el alto funcionario estadounidense, fueron transportadas al oeste desértico del país.
Ello ocurrió, de acuerdo a Powell, en otros 30 lugares en los que supuestamente se almacenaban armas de destrucción masiva o misiles.
Powell afirmó que EEUU sabe que se han reemplazado discos duros de ordenadores iraquíes.
El secretario de Estado de EEUU recordó que el gobierno de Hussein obligó a sus científicos a firmar documentos en los que se les acusaría de traición -penada con la muerte- si revelaban antecedentes a los inspectores de la ONU.
Armas químicas y biológicas
Powell aseguró también que Irak ha estado trabajando desde hace más de una década en la modificación de cazabombarderos Mirage y Mig 21, para lanzar armas químicas y biológicas.
Aseguró que la UNSCOM, en la inspección anterior, encontró este tipo de elementos y que Irak no ha podido demostrar que estos artefactos fueron destruidos, así como 500 municiones con gas mostaza. Además, sostuvo que ha usado esas armas en contra de otros países y de su nación.
Sin embargo, el secretario de Estado de EEUU sostuvo que Irak destruyó las pruebas de que posee este tipo de armamentos, basándose en una fotografía satelital de mayo de 2002 de las instalaciones conocidas como «Al Musaid». En ella se observan camiones acompañados de un vehículo de descontaminación «asociado con actividades químicas».
Según Powell, pudieron confirmar que los camiones retiraban armamento químico de esas instalaciones, nominalmente un campo de entrenamiento de atletismo.
En otra fotografía tomada dos meses más tarde se aprecia que las instalaciones han sido demolidas «para ocultar cualquier evidencia de actividad química», agregó.
Asimismo, dijo que Irak cuenta con aviones no tripulados y «varias docenas de variantes de los misiles balísticos tipo Scud», precisando que éstos fueron importados ilegalmente 380 cohetes SA-2 para modificar sus misiles «Al Samud 2», con un alcance superior a los mil kilómetros, muy por encima de los 150 que le permiten las resoluciones de la ONU.
El secretario de Estado mostró una fotografía tomada por satélite en la que se aprecia una estructura para lanzar un cohete de corto alcance y otra para lanzar los misiles prohibidos, con extractores «cinco veces más grandes».
Powell también denunció la presencia en Irak de aviones espía sin piloto, construidos clandestinamente.
Vínculos con el terrorismo y desprecio a la ONU
El secretario de Estado aseguró que la resolución que tome el consejo de la ONU debe considerar que Irak sigue representando un a amenaza para el mundo, sus vínculos con el terrorismo y el desprecio que ha manifestado hacia el organismo.
Según Powell, EEUU tiene pruebas fundadas de que el gobierno de Sadam Hussein está vinculado con Al Qaeda, grupo que perpetró los atentados terroristas en contra de las Torres Gemelas de Estados Unidos en 2001, basándose en la presencia en suelo iraquí de Abu Musab Zarqawi, a quien identificó como «uno de los lugartenientes» de Osama bin Laden.
El personero estadounidense sostuvo que Zarqawi dirige una red terrorista que incluye un campo de entrenamiento en el noreste de Irak, dirigido por algunos de sus principales colaboradores, y que está especializado en toxinas, como la ricina
Además, dijo que estas presunciones se acrecentaron luego que el grupo extremista árabe Hamas, grupo palestino que ha encabezado una intifida (guerra religiosa) en contra de Israel, se instaló en Bagdad en 1999.
También dijo que con armas químicas ha perpetrado la eliminación de minorías étnicas -particularmente kurdos- y religiosas que viven en Irak. «Sadam Hussein ha continuado con sus intenciones de dominar a sus vecinos, a través de la eliminación de cualquiera que se le oponga», dijo.
Powell consideró que EEUU no está dispuesta a esperar que Irak se desarme, pues «Hussein está dispuesto a seguir construyendo armas, dado a sus vínculos con el terrorismo y (por su ánimo) de venganza de quienes se le oponen».
«Podríamos arriesgarnos a que algún día use estas armas, cuando él (Hussein) quiera y cuando el mundo esté en una posición débil. Estados Unidos no está dispuesto a correr estos riesgos, no después del 11 de septiembre», añadió.
Finalmente, Powell aseguró que EEUU redactó la resolución 1441 «no para ir a la guerra, sino que para conseguir la paz», al tiempo que aseguró que Irak «no ha aprovechado esta oportunidad y no podemos echarnos atrás en lo que se nos viene encima».
Tras la declaración de Powell, tomó la palabra el ministro de Asuntos Exteriores de China, Tang Juaxuan, quien comenzó su intervención con una condolencia por la tragedia del Columbia.
En la reunión participan doce ministros de Exteriores, entre ellas la canciller chilena, Soledad Alvear. También están presentes la ministra de Asuntos Exteriores de España, Ana Palacio, el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, y los jefes de los inspectores de desarme de la ONU en Irak, Hans Blix y Mohamed El-baradei.
Asesoría de la CIA
Poco antes del inicio de la reunión, Powell saludó con efusión a muchos de los ministros de Asuntos Exteriores, como el mexicano, Luis Ernesto Derbez, con quien intercambió unas palabras.
La reunión está presidida por el ministro alemán, Joschka Fischer, ya que su país tiene este mes la presidencia rotatoria del Consejo de Seguridad de la ONU.
El director general de la CIA, George Tenet, se encontraba entre la delegación estadounidense que ha acudido al Consejo de Seguridad.
Para la ocasión, se instalaron en el Consejo de Seguridad dos pantallas gigantes para imágenes electrónicas, de propiedad de Estados Unidos, ya que según un funcionario de la ONU la organización no tiene recursos para ello.
Con esas pruebas y medios, Powell intentó convencer a una audiencia escéptica, ya que de los 15 miembros del Consejo de Seguridad, once -entre ellos Rusia, China y Francia, que son miembros permanentes y con derecho a veto- han manifestado su firme apoyo a que continúen las inspecciones y a resolver la crisis de forma pacifica.
Mientras tanto en las calles próximas a la ONU se han desplegado unidades especiales de la Policía de Nueva York, aunque la seguridad es menos notoria que en otras ocasiones y ni tan siquiera se ha cortado al tráfico rodado la primera Avenida, que habitualmente es cerrada cuando hay una reunión de alto nivel.
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