Publicidad

Haití: segunda fase de pacificación será sin EEUU y Francia

A punto de expirar la primera etapa de imposición de la paz en Haití -el próximo 31 de mayo-, Chile podría asumir un rol protagónico, gracias a la experiencia adquirida en terreno por el contingente nacional.


La decisión de abandonar Haití por parte de Estados Unidos y Francia, si bien ha estado coordinada, responde a realidades diferentes de cada potencia.



El gobierno francés optó por dejar que sean países latinoamericanos los responsables de la pacificación en Haití.



También pesaron en la determinación "el deseo de evitar toda posibilidad de enfrentar situaciones similares a las que viven cotidianamente los soldados norteamericanos en Irak", afirmó una alta fuente diplomática; y el hecho de que ya participan en 17 misiones de paz en el mundo.



Asimismo, el retiro se debe básicamente a las dificultades que enfrentaron las tropas galas, con una población que no olvida que fueron colonia de esa nación, lo que hacía difícil el trabajo de los soldados en terreno.



Mientras que Estados Unidos deja la misión, según fuentes que conocen el tema, ante la imposibilidad de transparentar sus intereses en el proceso democrático de Haití, se debe agregar la alta demanda de recursos militares que está exigiendo el otro proceso de pacificación llevada adelante por la Casa Blanca en Irak.



En tanto, las tropas canadienses permanecerían en Haití un periodo más, pero también estaría tomada la decisión de salir pronto de Puerto Príncipe. Lo que dejaría, para bien o para mal, en manos latinoamericanas la pacificación del país más pobre e inestable del hemisferio.



Fuentes cercanas al proceso confirmaron a El Mostrador.cl que en este nuevo escenario Chile podría asumir un rol protagónico, gracias a la experiencia adquirida en terreno por el contingente nacional, que lleva poco más de tres meses en Puerto Príncipe.



Lula reemplazaría a Bush



Para suplir al contingente de las potencias que se retiran, en esta segunda fase, las tropas chilenas estarían acompañadas y coordinadas con efectivos militares de Brasil, Argentina Uruguay, Paraguay y, probablemente, Perú. Ante este nuevo escenario el Presidente Ricardo Lagos ha mantenido una serie de conversaciones telefónicas con sus pares de la región, especialmente con el mandatario Brasileño Luiz Ignacio Lula da Silva.



Según pudo establecer este medio, al mando de las tropas, que en esta segunda etapa operarán bajo el mandato de la ONU como cascos azules, quedaría un general brasileño, quien tendría la obligación de coordinar el despliegue de todas las fuerzas. Esta decisión se habría tomado por la importancia y el peso específico que tiene el gigante sudamericano y por el mayor contingente -similar al que retira EEUU- que aporta a la misión. Pese a esto, las tropas chilenas tendrían un rol más "activo", al ser las únicas que han estado cumpliendo funciones en terreno desde el inicio de la intervención.



Orgullo castrense



En tanto en Chile, una alta fuente ligada al tema explicó que para Ejército la permanencia de tropas nacionales en la isla caribeña es una muestra de confianza internacional en las Fuerzas Armadas chilenas, como en el gobierno. "Es un reconocimiento internacional al rol de Chile y la forma de actuar del gobierno de Ricardo Lagos", afirman.



En su análisis, estas altas fuentes reconocieron además que la decisión chilena de responder en sólo 48 horas al primer llamado de la ONU fue un mensaje que los países de la región no pudieron obviar: "el Ejército chileno mostró capacidad de reacción, unas Fuerzas Armadas cohesionada y un país con capacidad disuasiva real", agregan.



Las fuerzas de pacificación chilenas estarían integradas por personal similar al que está actualmente en el país caribeño, a lo que se sumarían una compañía de infantería, una compañía de logística y tres helicópteros pesados del Ejército; una compañía de infantería de marina, un grupo logístico y tres helicópteros ligeros UH-1H de la Fuerza Aérea; además de personal de Carabineros que cumpliría una misión de instrucción de la policía local.



En esta nueva etapa el costo de las operaciones militares sería asumido en un alto porcentaje por Naciones Unidas, de acuerdo a las normas internacionales que rigen este tipo de operaciones. Los pagos comenzarían a contar de tres a cinco meses más.



Hasta ahora la evaluación de la misión cumplida por los militares chilenos en Haití, ha sido "más que satisfactoria. El contingente chileno ha ayudado a dar viabilidad a la normalización de las condiciones de vida de la población haitiana", sostiene una fuente consultada.



Situación que esperan no sufra un cambio dramático con el retiro de los contingentes norteamericanos y europeos, lo que obligará a las tropas latinoamericanas, entre ellas las chilenas, a asumir tareas de mayor "exposición".



__________________

Artículos relacionados:



La próxima semana el Senado votaría el envío de tropas a Haití (11 de Mayo de 2004)



Diputados constatarán avances en pacificación de Haití (11 de Mayo de 2004)



Consejo de Seguridad de la ONU aprueba misión a Haití (30 de Abril de 2004)

Publicidad

Tendencias