La detención del director de Conaf Carlos Weber hizo que se pusiera la lupa pública en la institución y en la fiscalización que realiza para evitar la explotación de recursos forestales. La única región que produce alerce en Chile sólo tiene 15 personas que velan por la conservación de ésta y otras especies nativas.
La Corporación Nacional Forestal (Conaf) ha estado en la mira pública, luego de la detención de su director Carlos Weber, por presunto tráfico de influencias y cohecho en el marco de una investigación judicial por tala ilegal de alerce en la Décima Región. Uno de los hechos más cuestionados de la actual administración es la escasa fiscalización que se realiza del bosque nativo, lo que es avalado por la cifra que da cuenta que existen sólo 15 profesionales que realizan labores fiscalizadoras en toda la región.
Según documentos oficiales de Conaf, existen 15 profesionales que integran la unidad regional de fiscalización. Estos funcionarios deben encargarse de supervisar la extracción adecuada de empresas y conservación de los recursos.
La vigilancia se debe realizar en una superficie de más de dos millones de bosque nativo. De esta extensión, 232 mil hectáreas corresponden a alerce en las localidades de Osorno, Llanquihue y Palena, que concentran la mayor cantidad del recurso.
Al interior del organismo se reconoce que la cifra de fiscalizadores es »adecuada, pero no resulta suficiente en cuanto a lo operacional por las restricciones presupuestarias que existen". Las labores de este departamento, en torno al alerce -declarado en 1976 como monumento natural-, se relacionan con la supervisión de la extracción de alerce muerto y la detección de cortas ilegales del tipo vivo.
Según la institución, los vigilantes se encuentran con dos problemas: la especie se ubica en lugares de difícil acceso y los infractores conocen las formas de burlar la ley.
La primera denuncia de la débil supervisión fue hecha esta semana por el ex abogado de la Conaf, Carlos Barahona, quien dijo que bajo la administración de Carlos Weber ha existido una "destrucción del departamento de fiscalización» en la zona. El profesional aseguró que entregará los antecedentes a la justicia, que revelan que la entidad privilegia el trabajo de oficina, por sobre en terreno, lo que es consentido, dice, por las autoridades regionales del organismo.
Barahona denunció que entre las irregularidades que se han detectado están el impedimento para poner en marcha un sistema teledetección de actividades de explotación forestal y la falta de vehículos para investigar en terreno.
Problemas con privados
Desde 1990 y 2003, la Conaf detectó 224 infracciones al alerce, de las cuales 119 corresponden a explotación ilegal de la especie viva y 105 casos en los que se extrajo alerce muerto, sin las correspondientes guías de libre tránsito que deben ser requeridas a la entidad. El 2003 el organismo realizó 101 inspecciones a forestales de alerce y 50 fiscalizaciones relacionadas con la comercialización de la especie.
Uno de los predios afectados es Forestal Sarao, de propiedad del empresario José Comandari, quien asegura que en la provincia de Llanquihue hay sólo dos fiscalizadores, lo que a su juicio da cuenta de la poca preocupación por evitar la explotación ilegal.
El problema en su predio radica, en personas de habitan una parte de su propiedad, los que explotan el alerce y abren la puerta para que surja el negocio. El empresario sostuvo que la Conaf aduce la falta de fiscalización a la carencia de recursos, pero sostiene que para paliar esta situación ha ofrecido realizar una vigilancia privada de los terrenos, lo que ha sido negado.
"Hace tres años planteamos a la institución realizar la vigilancia, para lo que pedimos un permiso de explotación para alerce muerto en zonas conflictivas. Con ello se armaría un equipo de guardias para cuidar el predio y así se autosustentaría. Hasta hoy no hay respuestas de las autoridades", dijo a El Mostrador.cl.
Según los antecedentes de la Conaf, con la solicitud de la empresa de Comandari de extracción de alerces muertos se cosecharían 2.327 árboles en promedio por hectárea. Según los cálculos de la entidad, el total se trataba de 142 mil árboles, esto significaba sacar el 39 por ciento del total de volumen autorizado en la Décima Región. El permiso fue negado en diciembre del 2002.
La Conaf mantiene varios procesos por denuncias de explotación ilegal del fundo de Comandari e incluso fue multado por infracciones al alerce en 1990, 1992, 1993 y 1997. Respecto a esto, el abogado de la firma forestal, Miguel Fredes, aseguró que "es muy cómodo para la Conaf decir quién es el propietario y multarlo por la explotación de otros".
El Ministerio de Agricultura prohíbe la extracción del alerce vivo. Sí se permite los planes de extracción de alerce muerto para poder transportar y comercializar su madera, lo que debe estar respaldado por guías de libre tránsito, dadas por la Conaf.
El alerce está protegido internacionalmente por el Apéndice Uno de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites), lo que la mantiene como una especie que sólo puede ser extraída para la investigación científica. Chile mediante una Reserva obtenida en 1987 puede comercializar la madera muerta de alerce, siempre y cuando el país pueda acepte esa disposición.
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