Con la presencia del Presidente Lagos, los partidos de la Concertación lanzaron su campaña municipal. Reconociendo que se juega más que la elección de autoridades locales, los presidentes de los partidos no escatimaron en críticas a la Alianza por Chile, para reafirmar la necesidad de votar por el oficialismo.
En un autocomplaciente ambiente, ayer la Concertación presentó a sus candidatos a alcaldes y concejales. Recordando cuáles han sido los logros alcanzados y culpando de algunos fracasos a la derecha, el oficialismo lanzó la ofensiva municipal.
El acto, realizado en el edificio Diego Portales, comenzó recordando la campaña del «NO», la elección de los presidentes Patricio Aylwin y Eduardo Frei, hasta llegar al gobierno del Presidente Lagos.
Destacando los logros de los gobiernos concertacionistas, los presidentes de los cuatro partidos dieron algunas directrices de lo que serán las campañas y de lo que debiera ser la gestión de los alcaldes, en el caso que salgan electos.
Fue en ese contexto donde el Presidente Lagos hizo un llamado a los candidatos a alcaldes y concejales a esforzarse por obtener el triunfo en la próximas elecciones municipales, para dar continuidad a los logros obtenidos por el gobierno en los últimos años.
«Eso es lo real que se juega en esta elección. Por eso, como Presidente, tengo la legitimidad de dirigirme a los ciudadanos de Chile. Y ese día 31 de octubre en la noche se va a festejar el triunfo de los alcaldes y concejales, pero también se va a decir si el gobierno triunfó o fue derrotado y aspiro y espero triunfar el 31 de octubre por el bien de Chile». Lagos aseguró que «aspiramos a tener autoridades locales sólidas, en que la gente puede confiar para una vida mejor».
«Autoridades sólidas son las que prefieren soluciones de verdad. Soluciones de verdad y no las improvisaciones efectistas. Los que gobiernan con la gente y para la gente y no para la televisión y la cuña de dos minutos. Lo que hemos hecho son políticas de verdad, de largo alcance para mejorar la vida de la gente, por eso hoy estoy aquí, como Presidente de Chile, para demandar a cada uno de ustedes la responsabilidad que tienen de llevarnos al triunfo por el bien de Chile», afirmó el mandatario.
Declaración de principios
En medio de la autocomplacencia reinante, fue -como se ha hecho costumbre- el presidente de la Democracia Cristiana, Adolfo Zaldívar, quien recordó los desafíos que tiene la Concertación y quien reconoció las diferencias que han tenido los partidos del conglomerado.
«Hoy es un día muy especial. Se siente que estamos juntos, como siempre… como siempre debiéramos estar», dijo Zaldívar.
Recordó que para las municipales se cumplirá un año desde que fue a Cerro Navia a conmemorar un nuevo aniversario del triunfo en el plebiscito. «Había afirmado, hacía poco, que la Concertación en su forma original estaba muerta y que debíamos reformularla ya que sólo se expresaba en la cúpula, habiéndose consolidado gracias a un sistema político-electoral imperfecto, que estaba entrando a ser ajeno a la gente que la apoyó, a través de los partidos que la conformaron originalmente y de los miles de chilenos independientes que creyeron en ella. Esa situación permitió que hubiera excesos y oportunismos personales, hechos de corrupción y desidia funcionaria; lo que se expresó en una merma electoral para unos y en un estancamiento para otros. A lo anterior se agregó un creciente desprestigio de la actividad política en la opinión pública nacional», rememoró.
«Sostuve ayer y sostengo hoy que podemos dar paso a una nueva Concertación, exitosa al reformulara desde nuestras bases y con una gran convocatoria al mundo independiente. Lo haremos en la medida que la gente aprecie en nosotros la decisión de rectificar y la convicción que seguimos siendo una mejor alternativa ante aquellos que incluso han avasallado a la derecha democrática para tratar de imponer un modelo totalitario en lo moral, económico y social», añadió.
También criticó a la derecha señalando que «para ellos el cambio es un slogan, para nosotros un proceso profundo de rectificación personal, tanto en hábitos y costumbres y en la corrección de un modelo económico que excluye a importante sectores de chilenos».
Agregó que «los adalides del cambio se niegan a aplicar un royalty a las grandes compañías mineras extranjeras, perjudicando el interés superior del país, diciendo que no se pueden hacer cambios a las reglas del juego. Se niegan al cambio del sistema electoral binominal que excluye a sectores importantes de la sociedad chilena. En realidad, ellos, los campeones del cambio, no quieren que nada cambie en Chile, porque como están las cosas, y pese a lo avanzado, ellos siguen siendo los grandes beneficiados. Eso no es serio».
Respecto a los últimos hechos judiciales, Zaldívar reiteró en que no habrá defensa corporativa a personas. «Nadie se puede sentir por sobre la ley, ni pretender manipular la justicia. Y eso corre para los nuestros, pero también para los demás y sepan que estamos vigilantes ante casos que la opinión pública exige conocer la verdad y que se haga justicia».
Quien también criticó a la derecha fue el timonel del PS, Gonzalo Martner, quien sostuvo que «al frente tenemos a los que defienden a Pinochet; al frente tenemos a los que se niegan a que el cobre sea de todos. Al frente tenemos a los que no quieren salud y educación igualitaria; al frente tenemos a los que no quieren que las mujeres accedan a la píldora del día después».
Añadió que «nuestros adversarios hablan de servir las 24 horas del día. El ejemplo de que esto no es así lo demuestra Santiago, cuyo alcalde gasta las 24 horas en hacer campaña, con un esfuerzo inútil porque volverá a ser derrotado».
En tanto, haciendo gala de su labia radical, el presidente (s) del Partido Radical, Augusto Parra, preguntó: «con qué autoridad moral un alcalde (de la derecha) va a pedir un voto para mejorar la educación municipal, si no creen en ella». Pregunta que repitió cuando se refirió al tema de la salud y el proyecto de rentas II.
Quizás, el más optimista de los timoneles oficialistas fue el presidente del PPD, Víctor Barrueto, quien aseguró que «tengo la convicción de que la Concertación le ha hecho bien a Chile. Tenemos que hacer un gran debate de ideas para el futuro. Chile puede dar un salto porque hemos construido bases sólidas para hacerlo».
Contestando a quienes aseguran que «da lo mismo» quién gobierne el país, Barrueto aseguró que «no da lo mismo quién es el próximo gobierno, porque podrían echar perder todo lo que hemos hecho».
«Hoy tenemos que abrir un nuevo diálogo con el país. El cosismo comienza a retroceder porque lo que importa son la ideas y la visión de país».
