Legisladores de derecha aprobaron la polémica normativa que da luz verde al reemplazo de especies endémicas en la zona central del país. Investigadores del sector aseveran que de aprobarse la iniciativa, se dañaría severamente el patrimonio arbóreo. La indicación fue propuesta por los senadores Juan Antonio Coloma, Sergio Romero y Marcos Cariola.
Una polémica normativa se aprobó ayer en torno al postergado proyecto de Ley de Bosque Nativo: se trata de una indicación que permite la sustitución del bosque de tipo esclerófilo, que se extiende desde la Quinta a la Octava Región y que contempla especies como el quillay, litre y peumo.
La indicación, aprobada en las comisiones de Agricultura y Medio Ambiente de la Cámara Alta, fue propuesta por los senadores Juan Antonio Coloma, Sergio Romero y Marcos Cariola. Los legisladores afirmaron durante el debate que este tipo de vegetación está "escasamente" representada en el bosque nativo chileno, por lo que esos terrenos pueden utilizarse para actividades frutícolas. En tanto, los senadores Antonio Horvath, Rafael Moreno y Jorge Lavandero, rechazaron la medida y esperan que sea eliminada en la sala.
Según cifras oficiales, existen unas 345 mil hectáreas de bosque esclerófilo en el país -representa el 2,6 por ciento del total de tipos forestales- y en su mayoría se encuentran en la zona central. Aunque no hay una norma que impida la sustitución, es decir, renovación por otra especie, en este proyecto de ley se ha puesto especial énfasis en que se reponga la vegetación explotada. Entre las especies clasificadas en este tipo están el boldo, peumo, espino, quillay y litre.
Uno de los datos más preocupantes sobre el tema es el revelado por la investigación "Componente científico clave para una política sobre uso, servicios y conservación del Bosque Nativo", editada por el núcleo científico Forecos. En ésta se afirma que "en la Séptima Región queda sólo 3 por ciento de los bosques originales del tipo esclerófilo". El estudio agrega que "en estas regiones existe una alta concentración de especies (plantas y animales) y comunidades vegetales amenazadas, que se encuentran insuficientemente representadas en el Sistema de Áreas Silvestres Protegidas".
Conservación de ecosistemas
El investigador del núcleo científico Forecos y académico de la Universidad Austral, Pablo Donoso, manifestó que los bosques esclerófilos tienen "alta cantidad de especies endémicas" y que en la zona central existe "la mayor diversidad florística de los bosques chilenos".
Respecto a la baja representación de este tipo de vegetación en la red de Áreas Silvestres Protegidas -pese a que tiene un alto nivel de endemismo y biodiversidad-, Donoso aseguró que "no ha habido voluntad para protegerlo por presiones humanas y de empresas forestales que han expandido su patrimonio en la Sexta y Séptima Región. Es una zona abandonada para conservar lo que queda y donde las tasas de destrucción han sido altas".
El académico explicó que el interés por sustituir este tipo de bosque se debería a que algunos privados "pretenden aumentar su patrimonio de especies exóticas" o usarlos para intereses mineros o industriales.
"Ante cualquier escenario de sustitución surge el problema de conservación de las especies y de los ecosistemas. Al momento de escoger tipos forestales para sustituir, éstos serán los de menor valor económico: pinos y eucaliptus, que crecen rápido, pero son altamente demandantes de agua", indicó.
Desertificación
El integrante de la Agrupación de Ingenieros Forestales, Andrés Venegas, dijo que la conservación del bosque esclerófilo es "fundamental", debido a la alteración que ha sufrido por la desertificación y por su explotación en la zona central.
"De estos bosques se ha extraído históricamente leña, cortezas y tierra de hojas, lo que degrada el suelo. Además, han sido desplazados por la gran cantidad de superficie urbanizada", dijo.
El profesional explicó que en caso que se apruebe la sustitución, podrían tener problemas especies de tipo arbustivas, como la avellanita, que se encuentra sólo en la Laguna Aculeo, en la Región Metropolitana.
"Aunque esté protegida, esta vegetación podría tener problemas si se mal interpreta la legislación", sostuvo.
