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Caso Mirage: las cuentas de general (R) Ramón Vega son el próximo paso

Si bien hasta hace algunas semanas esta diligencia habría sonado descabellada, en los últimos días tomó una inusitada fuerza. Ahora sólo es cuestión de días para que el Consejo de Defensa del Estado pida diligencias en el proceso del Primer Juzgado del Crimen, para conocer los activos del general (R) y el origen de éstos.


El informe que reveló los millonarios activos de Pinochet en el Riggs Bank y el nombramiento del ministro en visita Sergio Muñoz, no sólo abrió la posibilidad en Chile de investigar las cuentas del anciano general y el origen y destino de esos fondos; de rebote engrosó la convicción y determinó el próximo paso del Consejo de Defensa del Estado (CDE) y la jueza (s) del Primer Juzgado del Crimen de Santiago, Sandra Rojas, en el proceso que se instruye por las millonarias comisiones que se pagaron por la compra, por parte de la Fuerza Aérea de Chile en 1995, de los aviones Mirage-Elkan.



Si bien hasta hace algunas semanas este idea hubiese sonado algo descabellada en los círculos cercanos al proceso tomó ahora inusitada fuerza y es sólo cosa de días para que tanto el organismo estatal pida diligencias y la magistrada las acoja para conocer los activos de ex comandante en jefe de la FACh y actual senador designado Ramón Vega y si éstos podrían tener algún origen ilícito.



La lógica surge de varios elementos que han aparecido en el proceso, desde que Bélgica enviara un exhorto el año pasado para indagar cómo operó el "dispositivo chileno" en esta operación comercial, donde el principal gestor extranjero fue nada menos que el yerno de Vega, Bernardus Van Meer, hecho negado por el ex uniformado en un inicio.



Los elementos que hacen fuerza en el proceso para dictar estas diligencias son los alcances logrados por el fiscal belga, Daniel Frensen, quien logró acreditar que el principal cerebro de la operación en el país europeo, el general Jacques Lefebvre -a su vez gerente de la empresa Europavía- disponía de una cuenta bancaria oculta en la Unión de Banques Suisses (UBS) en Lausanne. El análisis detallado reveló que la cuenta fue mantenida activa con importantes transferencias de dinero desde principios de los ochenta. De esa cuenta salieron, por ejemplo, los 123 mil euros que terminaron en una cuenta privada de Lefebvre por lograr la venta a Chile.



Pero las sospechas encontradas por el fiscal belga apuntan, incluso, más allá.



Los secretos de Solane y Rosa



Cuando Frensen analizó las piezas del expediente, roladas 94.001 y vuelta, como también otros encargos rogatorios internacionales, determinó que el pago de "comisiones estaba subordinado al pago del Gobierno chileno de cada lote (ítem) del material Mirage suministrado y calculado proporcionalmente al importe de cada ítem". En otras palabras, el Estado chileno, sin saberlo, o quizás con cierto conocimiento -es algo que deberá establecer en su momento la Justicia- ayudó a pagar estos dineros y, por lo tanto, colaboró en "aceitar" un engranaje de coimas a los intermediarios chilenos que participaron en la operación financiera.



De los 15 millones de dólares, 550 mil fueron repartidos en partes iguales entre Europavía y la OGA; los otros 14 millones 450 mil dólares fueron a parar a la cuenta de Berthier Investment, a cargo Carlos Honzik, comerciante de armas checo radicado en Chile desde los años sesenta, hoy fallecido.



Las series sucesivas de pagos se hicieron entre diciembre de 1994 y enero de 1997 a la cuenta N° 9741 de Berthier Investment INC del Clariden Bank de Zurich, Suiza.



El 19 de octubre de 1998 la justicia belga, a través de una rogatoria a Suiza, acreditó que parte del dinero de la mencionada cuenta, "de los ítemes 14 y 38 del material vendido a Chile, por un valor de 1 millón 200 mil dólares, fue repartida y orientada en enero de 1995″.



Los beneficiaros de esa particular operación fueron: el propio general Lefebvre; Francois de Smet d’Olbecke ( que aparecía como representante de Sabca en Chile), a través de la cuenta N° 43617 del Banco de Luxemburgo; y Bernard Carayon, con pago a la cuenta N° 82600 EF, de la Société de Banques Suisses.



Sin embargo, la mayor parte de las comisiones fueron a parar a una sociedad cuyos dueños aún no han sido identificados, llamada Intercountry Holdings, cuenta N°116154103 del Banco Espirito Santo de Miami. También a dos sub-cuentas de Berthier Investment, llamadas "Solane y Rosa".



Son estas cuentas bancarias, las que deberá tratar de auscultar la jueza Rojas. Ahora sólo falta que el CDE presente su escrito y que el Departamento Quinto, entregue un informe que está pendiente para que la maquinaria investigativa inicie su rodaje, tomando en consideración que Vega ha caído en contradicciones en el proceso.



Los hechos



A principios de 1995, la justicia belga inició una investigación sobre la compra fraudulenta de 46 helicópteros italianos Agusta, por parte de la Fuerza Aérea de ese país, ocho años antes. El escándalo, conocido mundialmente como el "Dossier Agusta", involucró el asesinato de un ministro y la posterior condena de altas autoridades políticas de Bruselas por corrupción.



Entre los investigados por ese caso, se encontraba el general Jacques Lefebvre, jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea belga en 1988, cuando se produjo la compra de los helicópteros. Lefebvre había pasado a retiro y se había transformado, a principios de la década del noventa, en representante de la empresa italiana Agusta y de la francesa Dassault. Además, había creado una lucrativa compañía dedicada al comercio internacional de armas: Europavia.



Fue el propio Jacques Lefebvre quien viajó a Chile en repetidas ocasiones, en 1992 y 1993, para tomar contacto con las personas indicadas en las diligencias decretadas por la jueza del Primer Juzgado del Crimen de Santiago.



El ex general de la Fuerza Aérea belga no sólo los contactó, sino que logró, a través de ellos, convencer a la FACH de que la compra de los 25 cazas Mirage, dados de baja por Bélgica, eran la mejor opción para renovar la dotación aérea de la institución.



Cuando los investigadores belgas encargados de las pesquisas del caso Agusta incautaron documentos de Jacques Lefebvre, en los primeros meses de 1995, descubrieron que entre éstos existían pruebas incontestables de que se había pagado una comisión de 15 millones de dólares por la venta de los Mirages a Chile, comisión que fue depositada en el Clariden Bank de Zurich.



Al ser interrogado sobre estos hechos, Lefebvre contestó a la policía anticorrupción belga, en un memorando: «Los documentos relacionados con Chile de los que me preguntan son confidenciales. Su divulgación sería catastrófica, puesto que pondría en evidencia a nuestra contraparte chilena y nuestros agentes se verían en serias dificultades».



El 7 de marzo de 1995, la noche siguiente de redactar esta nota, el general (r) Jacques Lefebvre se suicidó en su departamento de Avenue Louise, en Bruselas.



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