Investigación entregada a Hacienda, sobre el uso de libros gratuitos entregados por el Mineduc, a estudiantes de entre primero y cuarto básico, reveló que sólo un 44% de los profesores alcanzó a cubrir la totalidad de sus contenidos. Esto a pesar de la alta valoración que docentes y alumnos tienen de ellos.
Un estudio elaborado por el ministerio de Educación sobre el uso de los textos escolares, logró determinar que sólo un 44% de los profesores del Primer Ciclo Básico alcanza a pasar a sus alumnos la totalidad de las unidades contenidas en los libros distribuidos en forma gratuita por esa secretaría de Estado. Mientras que un 46% reconoce haber trabajado las 3/4 partes de los contenidos y el 10% admite haber terminado el año con la mitad o menos de la mitad de las materias cubiertas.
El estudio -que fue llevado a cabo por el equipo de seguimiento de la Unidad de Curriculum y Evaluación, a pedido del Componente Textos Escolares- se enmarca dentro de la Evaluación de Programas Gubernamentales, desarrollado por la Dirección de Presupuestos del ministerio de Hacienda.
Para la investigación se tomó con una muestra representativa de establecimientos, tanto desde el punto de vista de la subvención que reciben del Estado como de su nivel socioeconómico, y fue realizada el año pasado con entrevistas a docentes que en 2002 dictaron clase ya sea en 1°, 2°, 3° o 4° básico.
Javier Saldivar, uno de los encargados de Componente de Textos del ministerio, dijo que el estudio no ahonda en las causas que impiden cubrir todas las unidades señaladas. El profesional estima que en ellas pueden intervenir distintos factores relacionados con las características del curso que tiene a cargo el profesor. Consultado sobre si se puede establecer una correlación directa con el incumplimiento del curriculum educativo, señaló que ello debe ser analizado por otro estudio específico.
En busca de la equidad
Saldivar precisa que el objetivo del estudio era ceñirse al tema del uso de los textos y por uso se entiende "si el profesor reconoce que lo utiliza ya sea en la planificación de sus clases, en la sala de clases y en las tareas que el alumno debe desarrollar para la casa". Asimismo puntualiza que la idea de preparar estos informes para Hacienda radica en la necesidad de optimizar los procesos de compra.
"En todos los niveles y subsectores, el texto escolar ocupa el segundo lugar entre los documentos utilizados para la planificación y preparación de las clases. Para la planificación figura como el más usado después del Programa de Estudio del Mineduc. Para la preparación de las clases aparece como el más utilizado después del material propio de los docentes", sostuvo.
Desde ese punto de vista y a pesar que los profesores no puedan pasar todas las materias contenidas en los libros, el experto señala que el estudio revela cifras positivas. "El texto para el profesor, que acompaña el texto para el alumno, es reconocido como una herramienta muy útil o útil por la gran mayoría de los profesores".
El investigador destaca que a lo menos el 90% de los profesores declara haber recibido textos en cantidad suficiente para sus alumnos para el trabajo del subsector o ramo durante el año 2002; y en casi la totalidad de niveles y subsectores, sobre el 95% de los profesores utiliza el texto escolar distribuido por nuestro ministerio".
Este alto nivel de valoración los mantiene esperanzados respecto de resultados futuros en calidad de la educación, pues el texto escolar "logra equiparar las diferencias socioeconómicas entre los alumnos. Podrán no tener los mismos lápices o cuadernos, pero sí cuentan con el mismo material de estudio", afirma Saldivar.
Los resultados del estudio que comprende el Segundo Ciclo Básico está actualmente en elaboración. Mientras que la situación de la enseñanza media se sabrá sólo en 2006, cuando se termine de analizar el período septiembre 2004- marzo de 2005 correspondiente a ese nivel.
15 millones de libros
El ministerio de Educación tiene la responsabilidad de entregar en forma gratuita textos escolares para todos los niveles de aprendizaje de los establecimientos subvencionados del país.
Para comprender su impacto en el proceso educativo, es necesario recurrir a las cifras. De los 4 millones de ejemplares distribuidos en 1990, hoy se ha llegado a superar con creces los 15 millones de libros en circulación. Cifra le significa al Estado invertir la cantidad de 10 mil millones de pesos.
