Uno de los procesados, y a la vez víctima de Spiniak, José Alegría, intentó dar un puntapié al sacerdote en la parte baja de la espalda, pero le dio en la zona de la pantorrilla. El cura Jolo -sintiéndose agredido- intentó golpear a su contendor. Sin embargo, el hecho no pasó a mayores.
Cuando el pasado jueves el ministro que sustancia el caso Spiniak, Sergio Muñoz, citó al sacerdote José Luis Artiagoitía y sus hermanos a un interrogatorio en el Cuartel Central de Investigaciones, lo hizo a través de contactos telefónicos con sus abogados para evitar las filtraciones.
También lo hizo uno a uno con los abogados de los otros procesados en el caso con el objeto de tratar de compartimentalizar lo más posible la información, como ha sido hasta ahora su tónica a lo largo de lo que lleva recorrido el proceso. Pero los ánimos de los encausados, los imputados, los testigos e incluso el propio ministro no andan, por así decirlo, de lo mejor.
Fue así como el sacerdote Artiagoitía -El Jolo- fue la primera víctima de las malas pulgas que por estos días parecen rondar el caso Spiniak.
Y todo comenzó cuando el religioso, estando en las dependencias del Departamento Quinto de la policía civil, se dirigió al baño y volvió luego a la oficina donde el magistrado realizaba la diligencia.
Fue en ese instante, cuando José Alegría, procesado en el caso por facilitación a la prostitución, aunque también aparece como una víctima de las fiestas negras de Spiniak, decidió lanzar una patada dirigida a la parte baja de la espalda de Jolo.
Falta de cálculo o un buen movimiento de finteo de parte del sacerdote, lo cierto es que el golpe dio en la pierna del religioso, a la altura de la pantorilla. Pero no todo terminó allí. El Jolo, claramente molesto y sintiéndose agredido por Alegría, intentó propinarle un golpe al joven.
Pero en medio de la batahola, aparecieron los detectives que trabajan con el magistrado, como el propio juez Muñoz con el fin de tratar de separarlos y evitar consecuencias mayores.
En medio de las malas palabras, y los tiras y aflojes, Muñoz realizó la labor de todo juez: reprimir, e hizo un fuerte de llamado de atención a José Alegría por su inconducta.
Artiagoitía, cabe recordar, fue citado ese jueves por el ministro Muñoz para carearlo con la sicóloga del Sename Rina Montt. Esto debido a que Alegría sostuvo que tanto el sacerdote como la profesional le habrían instigado a involucrar en el caso al senador Nelson Avila, como el llamado «Tío Ricardito», así como también a los parlamentarios de la UDI, Jovino Novoa y Carlos Bombal. Todos sus dichos, habrían sido a cambio de que traerían a su hija desde La Serena. En todo caso, Artiagoitía niega esas acusaciones de Alegría, quien ha modificado en más de una oportunidad sus declaraciones.
En el caso Spiniak se encuentran procesados por asociación ilícita, además de otros delitos relacionados con abusos contra menores, Claudio Spiniak, Pablo Abasolo, Exequiel Martínez, Héctor Torres, Miguel Quiroga, Walter Figueroa y Wilfredo Villarroel.
En tanto, por una serie de delitos, entre ellos facilitación, promoción e inducción a la prostitución infantil, están procesados Alejandro Espinoza Navarrete, Miguel Carvajal, Julio López Rojas, Felipe Silva Navarrate, Laura Quijada, José Alegría, Patricio Allendes Varas y carabinero en retiro Aldo Graziani.
Para el caso de la cuerda separada por el delito de falso testimonio, presentado por la defensa del senador de la UDI, Jovino Novoa contra Gema Bueno, la única encausada es esta última.
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