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Las razones del vuelco comunicacional de Lavín y su rol más confrontacional

En los últimos días el candidato de la derecha ha sorprendido a la opinión pública con críticas descarnadas al gobierno, e incluso con duras respuestas al Presidente Ricardo Lagos. Los motivos para este giro son variados, aunque el más urgente es repuntar en las encuestas.


El brusco giro que ha experimentado en los últimos días la estrategia comunicacional de Joaquín Lavín no ha dejado indiferente a nadie. Al regreso de su gira, "Compartiendo con Chile" -que lo tuvo recorriendo el país durante el verano-, el abanderado de la derecha ha tenido una actitud muy distinta a la de la elección pasada y a la que había mantenido hasta ahora.



En reiteradas ocasiones criticó abiertamente la forma en que el gobierno enfrentó determinados problemas como la política habitacional, el vibrión parahemolítico y el incendio en el Parque Nacional Torres del Paine. Sin embargo, el martes alcanzó su nueva performance alcanzó su máximo, al enfrentar directamente al Presidente Ricardo Lagos, en defensa de los generales (r) César Benavides y Enrique Montero, lanzándole un dardo que reutilizaba el argumento base del propio Mandatario: "Es difícil que el Presidente de la República no supiera de la corrupción que había y lo que estaba pasando con el caso MOP-Gate cuando era ministro de Obras Públicas".



Este cambio coincidiría con la llegada de Cristina Bitar al equipo de Lavín, quien fue designada como generalísima de campaña y realizó su primera reunión formal la tercera semana de febrero.



"Lo menos que puede hacer una persona que quiere gobernar el país, y que tiene grandes posibilidades de lograrlo, es que efectivamente tenga la capacidad y la estatura de contestarle al Presidente de la República cuando éste no hace alguna cosa bien. Yo creo que lo que hizo Lavín fue correcto y la gente lo aplaude", señaló el secretario general de RN, Cristián Monckeberg, quien agregó que en un sistema presidencial como el chileno "se requiere tener un carácter fuerte y un don de mando importante. Y yo creo que Lavín lo está demostrando".



Para el secretario general de la UDI, Patricio Melero, la nueva actitud del presidenciable "es la demostración de un candidato que está en sintonía con los problemas de la gente, que los detecta, los evalúa y propone alternativas. Ese es el camino. Esta es una campaña de contenidos, donde Lavín ha destinado enero y febrero a compartir con la gente, a ponerse en sintonía con los problemas, y lo lógico es que no se quede solamente en la denuncia del problema, sino que en efectuar propuestas concretas que son parte de sus ideas de gobierno".



Maniobra desesperada.



Pepe Auth, jefe del departamento electoral de Chile 21 (el Centro de Estudios de la Concertación), opina diametralmente distinto. A su juicio, la nueva actitud confrontacional de Joaquín Lavín se debe a una maniobra desesperada para tratar de remontar en las encuestas.



"Lavín se encuentra en un zapato chino. Por un lado no puede enfrentar a la candidata de la Concertación, porque aún no está definida y tampoco podrá atacarla porque es mujer. Por otro lado, el gobierno está bien posicionado y existe una figura presidencial que está con tasas de apoyo ciudadano nunca antes visto, por lo que el ataque es una actitud bastante poco rentable. Sin embargo, él optó por este camino confrontacional porque básicamente lo que necesita hoy día es retener a su tribu que lo está abandonando", afirmó Auth.



Según el experto, la Alianza ha dado varias señales a Lavín que demuestran su pesimismo sobre el éxito de la carrera presidencial, entre ellas la importancia que se le da a la campaña parlamentaria a nivel de partido, dejando en manos de Lavín y su comando los asuntos relacionados con la campaña.



Viva el cambio.



Marcel Aubry, del área de estudios políticos y electorales del Instituto Libertad (ligado a Renovación Nacional), aclara que Lavín ya no cuenta con la tribuna que tenía desde la alcaldía de Santiago, por lo que no puede basar su campaña en realizar acciones más que discursos. "Por eso, tiene que llevar a cabo un cambio táctico, lo que no significa que tenga que realizar un cambio estratégico a largo plazo", surayó Aubry.



El experto agrega que la necesidad de imprimirle un cambio a su campaña y a su imagen tiene que ver con el timing involucrado. "No es lo mismo mantenerse como figura pública presidenciable y a su vez mantener la preferencia de un conjunto de ciudadanos en el transcurso del gobierno de Lagos", aclaró.



El analista del instituto Libertad indicó también que la consolidación de este escenario de candidatos presidenciales "lo obliga a realizar cambios en las acciones, porque antes corría él solo y hace menos de un año atrás eran cinco los candidatos de la Concertación cuyos apoyos relativos eran bastante poco conocidos. Hace dos años atrás Bachelet aparecía debajo de Soledad Alvear y las dos muy por debajo de Joaquín Lavín. Mientras no haya candidatos no se puede hacer propiamente campaña presidencial, sino solamente un esfuerzo por mantener la figura en agenda".



Tanto Aubry como Auth concuerdan en que Lavín debe implementar un plan que le permita refidelizar a sus votantes antiguos y a su vez captar apoyos nuevos. Sin embargo, Auth es más pesimista cuando se trata de la actitud confrontacional de Lavín, ya que »está tratando de mantener su voto más duro y dejando escapar la oportunidad de abrirse a otros sectores».



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