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‘En el terreno de la tolerancia, el papado de Juan Pablo II es un retroceso’

Mientras un coro de ovaciones despide al Papa, Jorge Carvajal levanta una voz disonante. Aunque valora su »esfuerzo» por recorrer el mundo, critica que se haya encargado de cerrar las ventanas a un aire de tolerancia que empezó a entrar a la iglesia Católica tras el Concilio Vaticano II.


Mientras los medios del mundo se atiborran de la imagen del Papa Juan Pablo II, su legado cobra ribetes históricos. A días de su muerte, millones de personas alrededor de mundo rezan su partida, su vida es revistada en detalle por todos los medios de comunicación y las opiniones sobre su labor resaltan, casi en su mayoría, su paso evangelizador por cientos de países. Para Jorge Carvajal, el gran maestro de la Gran Logia Masona de Chile, si bien la historia se inclinará por un Papa viajero, hoy habría que poner las bondades del pontífice en su mérito real.



"¿Méritos? Por supuesto su sacrificio, viajar de un lugar a otro, etcétera. Pero de ahí a atribuirle que prácticamente todo lo bueno que ha ocurrido en el mundo durante estos 26 años, creo que hay mucha diferencia, porque eso significaría que los líderes del mundo no han hecho nada. El plantear que Chile se salvó de una guerra exclusivamente por el Papa, o que recuperamos las instituciones cívicas y la democracia exclusivamente por el Papa, significaría que los líderes que lucharon por la vuelta de la democracia en Chile, no sé qué habrán hecho… No creo que el Papa haya tenido un influencia decisiva en el tema", dice Carvajal en conversación con El Mostrador.cl.



Pese a que la iglesia Católica y la masonería mantienen una difícil relación -oficialmente incompatible, de hecho-, antes que nada Carvajal dice respetar el dolor y el duelo del mundo católico por estos días. Y aunque no duda de su relevancia, aprovecha de recordar que en América, sobre todo, es especialmente importante porque "fue la religión que impusieron a sangre a fuego los españoles. Está enraizada en el pueblo y, en consecuencia, hay que respetarla".



A juicio de Carvajal, Juan Pablo II será recordado por el juicio histórico por «el gran esfuerzo de recorrer todo el mundo para llevar la religión a todas partes y por imponer su doctrina». No obstante, y en una cuota de sentido común, apunta que las posibilidades de Karol Wojtyla de visitar los más lejanos lugares, fueron mucho mayores que las de sus antecesores. Sin embargo, más allá de sus viajes, para el gran maestro de la Gran Logia Masona de Chile el Papa lo que hizo fue cerrar las ventanas a un aire de tolerancia, que el Concilio Vaticano II había dejado entrar.



A su juicio ¿la iglesia Católica aprovechó el sufrimiento y agonía del Papa Juan Pablo II?
– Creo que la iglesia ha estado en pantalla no sé en cuánto lugar del mundo, pero por lo menos en el caso nuestro parece muy fuerte, y ha aprovechado esta circunstancia dolorosa para lanzar una serie de mensajes. Probablemente como esto se sabía que venía, estaba muy bien preparada. La iglesia sabe muy lo que hace y lo hace bien. Pero este mensaje de que, por ejemplo en Chile, prácticamente la democracia se debió al Papa… bueno y ¿qué pasa con toda la gente que luchó por la democracia? Ahí hay una cuestión que hay que analizar. Está bien la exaltación de los valores de la acción del Papa, pero sin ditirambos. Los ditirambos no vienen en este caso. Incluso creo que hay hasta una falta de respeto al hecho de que un hombre de esa categoría haya muerto y que se esté aprovechando tanto.



– ¿Para qué se ha aprovechado? ¿Qué mensajes está lanzado la Iglesia?
– Se está aprovechando para decir una multitud de cosas que merecen un análisis más reposado, para ver qué hay de verdad y que no hay de verdad. No podemos darlo todo por sentado. A la Iglesia yo la respeto y la masonería la respeta porque es una institución, como tantas otras en el mundo, formada por personas cultas y eso me merece el mayor respeto, pero de ahí a lo que se ha dicho, creo que hay una gran diferencia.



Iglesia intolerante



– ¿Qué iglesia Católica deja Juan Pablo II?
– Creo que al estado que dejó la iglesia el Vaticano II y que procuró acoger Juan Pablo I, hay una gran diferencia. Creo, como alguien dijo, que este Papa tomó el Vaticano II como un punto terminal –hasta aquí, pero no más-, y no como un punto de partida. En ese aspecto, creo que llevado al terreno de la tolerancia, el papado de Juan Pablo II, con todos los méritos que tiene para su Iglesia, ha significado un retroceso



– ¿En qué se expresa ese retroceso en términos de tolerancia?
– Creo que el Vaticano II abrió más la idea, por ejemplo, del ecumenismo, pero no un ecumenismo sólo alrededor de la iglesia Católica, sino que real, igualitario, compartido, equitativo. Pero hoy día lo que ocurre es que se plantea un ecumenismo, pero siempre que el líder sea la iglesia Católica. Porque aquí en Chile, desde el tiempo del presidente Allende el Te Deum se hace ecuménico, pero qué significa ecumenismo en ese contexto: que todos tiene que ir a la Catedral. ¿Por qué no hacemos un ecumenismo real y que cada 18 de septiembre el acto se haga en una iglesia distinta, en la evangélica, en la sinagoga?



Y añade otro ámbito afectado: "El Vaticano II recibió, tomó mucho más aire, se abrió a la ciencia. Trató de efectivamente fijar que los fundamentos de la religión en un sentimiento, en un dogma. Mientras que este Papa la trató de fijar en la razón, incluso hay una encíclica que trata de justificar la fe en la razón. Y eso no es posible. ¿Qué es lo que hace en definitiva? Condenar a todas las formas y sistemas de pensamiento que no concuerdan con la iglesia".



– O sea, es una iglesia excluyente
– Es muy excluyente. En seguida, viene todo el tema de los valores, como el derecho de cada cual a elegir su conducta ética. ¿Por qué solamente debemos de aceptar un tipo de ética? Entonces, yo diría que en el aspecto tolerancia, el papado de Juan Pablo II, no avanzó.



– ¿Entonces uno puede decir que el Papa Juan Pablo II deja una Iglesia intolerante?
– La iglesia Católica ha sido y es, por antonomasia, intolerante. Probablemente hoy día no puede hacer lo que hacía antes. Hoy día la iglesia se olvida cuando habla de los derechos humanos y el derecho a la vida, que quemó a Giordano Bruno en el año 1600 nada más que por sostener que la tierra no era el centro del universo. El cardenal (Angelo) Sodano hacía una especie de mea culpa y pedía perdón por aquello, pero decía, que, bueno, en ese momento defendía su verdad y utilizaba los métodos que estaban en boga. Pero cualquiera que sea la época, jamás uno puede respetar los derechos humanos quemando a las personas.



– ¿Dónde, a su juicio, se ve en nuestros días esa intolerancia?
– Hoy día la Iglesia no acepta el divorcio, aunque se ha impuesto casi en todo el mundo. Está el tema de los derechos reproductivos de la mujer: cuando se dice que queremos avanzar en los derechos femeninos y que tenga igualdad con el hombre, sin embargo la iglesia se opone a todas las declaraciones últimas, entre ellas la de Beijing sobre los derechos reproductivos de la mujer. Está el tema que ha estado en boga en Chile respecto de la píldora del día después. Se opone siquiera a una discusión sobre la eutanasia, de la muerte digna.



¿Y cree que Juan Pablo II sería el responsable del estado intolerante de la Iglesia Católica?
– Bueno, él es el líder. Yo no dudo de su buena intención, pero también se dice por ahí que el infierno está empedrado de buenas intenciones. No me cabe duda de su bondad, de su alma limpia, de todo aquello que se ha dicho en cuanto a él, a su persona, a su inspiración de paz en el mundo. Pero una de las maneras de producir paz es cuando no se le imponen a la gente formas de pensamientos.



Masones, excolmugados



-Ahora, la situación que describe hace pensar que la iglesia Católica es una institución lejana de la ciudadanía. ¿Está efectivamente más lejos la iglesia de la gente?
– Creo que está más cerca, pero no por la voluntad de la iglesia. La iglesia ha tenido que ir cediendo posiciones por la fuerza de los hechos, porque se le ha demostrado sus equivocaciones. Si eso no ocurriera, todavía deberíamos seguir creyendo que Dios creó el mundo el año 4004 antes de Cristo. Pero cuando se le demuestran las equivocaciones tiene que reconocerlo, incluso de alguna manera por ahí aceptó, aún no plenamente, las ideas de Darwin. Pero va a llegar el momento que lo acepte, porque la fuerza de la ciencia y de los libre pensadores llega a ser incontrarrestable. De hecho, los libre pensadores, el impulso de la gente ha acercado a la iglesia a la gente.



– Se ha planteado que éste fue un Papa conservador y de hecho, durante su labor la sectores como el Opus Dei han adquirido mayor poder. Por otro lado, órdenes como los jesuitas parecen más debilitadas.
– No puedo dar en este momento antecedentes, pero por lo poco que conozco, me parece que hay una fuerte pugna entre la orden jesuita y el Opus Dei. De alguna manera, los jesuitas tienen o tenían una postura un poco más tolerante frente al tema de la ética. Hay más de un jesuita partidario del divorcio con disolución de vínculo. Pero bueno, hay organizaciones como los Legionarios de Cristo o los Caballeros de Colón.



– ¿A la masonería de alguna forma le ha afectado un papa conservador? ¿Ha tenido alguna influencia en ustedes como organización espiritual?
– Ha habido intentos de un acercamientos entre la iglesia Católica en Alemania, donde se reunieron durante este papado las altas jerarquía de la iglesia y de la masonería para tratar de analizar si ser masón era compatible con el catolicismos. La conclusión sacada por la alta jerarquía católica fue que continuaba siendo incompatible ser masón y ser católico. Sin embargo, creo que a la masonería no le causa mayor inquietud estar fuera de la iglesia.



Y añade: «También durante este papado se reformó el Código Canónico y se eliminó la palabra masonería dentro de las instituciones excomulgada por conspirar contra la iglesia. Entonces, apenas se publicó el nuevo código, se le preguntó al cardenal Ratzinger si los masones ya no están excomulgados y él dijo: "Aquí no ha cambiado nada. Los masones siguen excomulgados igual que antes." Todavía siguen vigentes alrededor de 400 documentos en contra de la masonería, pero a nosotros nos tiene sin cuidado, porque igualmente gente católica ingresa a la masonería cuando la conoce. La Iglesia es la que queda mal, porque da una prueba de intolerancia».



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