Gabriel Valdés: «Sebastián Piñera no tiene experiencia política»

El senador Gabriel Valdés (DC) creó el Centro de Estudios para el Desarrollo (CED) hace 25 años cuando trabajaba en Europa como subsecretario de las Naciones Unidas. En esa época, Chile pasaba por momentos complicados porque aún no se vislumbraba el regreso a un régimen democrático y había una gran convulsión subterránea para sacar del poder a Augusto Pinochet.



Valdés cuenta que se propuso «aprovechar la existencia en Europa y en América Latina de muchos exiliados con el fin de formar un conjunto de ideas para una democracia y así fue como escribí un texto en inglés, primero, que se llamaba ‘Chile a fines de los 80’, y ahí se me vino a la cabeza la idea de que debíamos formar un acuerdo entre todos los políticos que habíamos sido culpables de no entendernos y llegar al colapso de la Unidad Popular».



Recuerda que tuvo varias reuniones «porque viajaba mucho por el cargo que tenía. Alemania, Francia, España, Italia, Unión Soviética y México… Entonces tuve conversaciones muy largas con Bernardo Leighton, con José Antonio Viera Gallo, con Clodomiro Almeyda, Aniceto Rodríguez y Renán Fuentealba, y al final me di cuenta que todos éramos culpables de lo que había pasado, unos más unos menos, pero que había que resumir un conjunto de ideas que pudieran consolidar una democracia mayoritaria en Chile».



Relata que al escrbir eso lo consultó con gobiernos europeos y lo patrocinó un instituto muy importante de Suiza, teniendo además el apoyo de los holandeses, alemanes, suecos e italianos y de algunos países latinoamericanos. Asimismo, confiesa que viajó a Chile cuando murió el Presidente Eduardo Frei Montalva y «me vine al entierro y aquí me dejaron».



Agrega que «yo tenía un cargo muy importante en Naciones Unidas y estaba viviendo en esa época en Roma, me habían dado la presidencia de una organización periodística internacional, con sede en Malta. Me vine para acá, traje ese estudio y entonces ahí se me ocurrió formar un centro, que es el CED».

A pocos días de una cuarta elección democrática, señala que «lo que pensamos tenia fundamento: que había que llegar a un acuerdo entre fuerzas políticas que se habían despedazado y crear una gran unidad nacional para establecer un gobierno de unidad política con un cambio social. Esa era la síntesis».



-¿Cómo ve, desde su larga experiencia política, la elección del próximo domingo?
-Veo que Aylwin fue elegido, luego Frei, después Lagos… Ahora espero que siga la Concertación porque es una fuerza única en América Latina. Nunca ha habido en Chile una fuerza política de gente tan variada: católicos, no católicos, de izquierda, de centro, de todos lados, que coincida en un pensamiento. Y en ese pensamiento yo participé, no digo que fue el creador, pero fui el que fundó este centro y aquí trabajaron la mayoría de la gente que hoy está en la vía pública, radicales, socialistas, demócratacristianos, Partido Nacional… Hicimos trabajo con los militares, con los trabajadores, con Manuel Bustos, con todos los campos.



«Este centro fue bendecido por el cardenal Raúl Silva Henríquez en su inauguración, ha tenido mucho espíritu, ha habido empresarios. No se le dijo nada a nadie, ni en contra de nadie, ni a generales, ni a almirantes y creamos un espiritu que hasta ahora existe. Se formó la Concertación, a pesar de las diferencias».



Bachelet: «Fuerza francesa intelectual y formación militar»



-¿Qué le parece la posibilidad de que haya una mujer Presidenta?
-Me parece muy bien. Sería parte de una evolución muy calmada. Los países van a igualar las mujeres y los hombres. Es parte del desarrollo de la cultura del ser humano. Yo conocí mujeres jefas de gobierno como Golda Meier, Indira Gandhi, Margaret Thatcher, la presidenta de Filipinas, a la señora Violeta Chamorro, de Nicaragua. Las mujeres hacen mucho bien mandando en público como mandan en privado (bromea).



-Entonces, ¿cómo cree será un gobierno de Bachelet?
-Muy bueno. Yo la conozco lo suficiente para decir que es muy capaz, muy culta, muy enérgica. Tiene una fuerza francesa intelectual y una formación militar. Con esos dos elementos, más el encanto que tiene, puede ser una gran Presidenta.



-¿Cómo ve a Piñera y Lavín?
-Soy muy amigo de Piñera, íntimo de su padre. Lo conozco, es muy talentoso, pero no tiene experiencia política. Lo tuve como senador cuando fui presidente del Senado. Es muy talentoso, pero veo que no tiene una concepción clara de la acción política que es muy distinta a la acción económica. Yo no discuto que sea rico, al contrario, lo celebro de haber tenido un éxito limpio en ganar dinero, pero esa forma de pensar no se aplica en la política. Y de Lavín tengo una buena opinión, es muy correcto, yo creo que su momento de éxito fue compitiendo con Ricardo Lagos.



«Chile no es una sociedad anónima»



-El embajador Tomic recordó que Piñera fue generalísimo de Buchi. ¿Cuál es su opinión?
-Bueno, son cosas de la vida, ¿no? No ha sido político, prácticamente. Creo que Michelle reúne las condiciones que Chile necesita ahora que son las de una persona que inspira confianza, asegura estabilidad y sobre todo apoyo del pueblo, porque si no hay apoyo popular en América Latina después vienen conflictos muy grandes. Entonces, un gobierno manejado por una persona que tiene una visión social importante es necesario porque así ha pasado en Argentina, en Uruguay, en Brasil.



-¿Cree que es negativo que Piñera haya utilizado un poco el tema del humanismo cristiano y la DC?
-No me gusta que un partido ataque a otro, que un candidato ataque a otro.

-¿Cómo ha visto la campaña parlamentaria?
-Yo he estado lejos porque estoy delicado de salud. Tengo una pierna mala. Yo encuentro que no hay buen trato con los candidatos. Eso no pasaba antes, debe haber más respeto. Segundo, la diferencia en los programas es muy escasa, no hay ideas grandes. Me parece que lo hace muy bien Michelle Bachelet cuando dice que ella quiere un país libre, solidario, de encanto, de mujer, donde participen los viejos, los niños. Esa idea de un país como un sueño no está presente en esta elección. La discusión no es debe ser si un 1% de superávit fiscal o no, o si va a subir o no los impuestos… Chile no es una sociedad anónima, es una sociedad de personas, de ilusiones, de penas, de esperanzas. Es una sociedad llena de historias y de futuro y lo último que necesitamos es, claro, la economía, pero la economía no es el objetivo. El objetivo es el país.



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