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Economistas opinan sobre las 36 medidas que deberá cumplir Bachelet

La carrera presidencial ya terminó y quien logró llegar al sillón ahora tendrá que ponerse a trabajar duro para cumplir con los compromisos adquiridos, que en el caso de la nueva Presidenta tienen que concretarse dentro de los primeros cien días de su gobierno. Una tarea no del todo difícil, pues lo anunciado no resulta complicado de cumplir, según los expertos.


El 27 de diciembre pasado la entonces candidata de la Concertación, Michelle Bachelet, anunció 36 medidas que aplicaría al llegar a La Moneda. Entre ellas se cuentan distintos aspectos económicos, que luego de haber sido elegida como Presidenta de Chile deberá concretar durante los primeros cien días de su mandato, de acuerdo al compromiso que ella misma adquirió.



Los puntos a considerar son múltiples, y el desafío no es menor, porque según lo contemplado en el programa de la Concertación hay que generar empleos y mejorar la seguridad social, que desde hace un tiempo sólo recibe críticas.



Para conocer qué tan factible es la concreción de estas medidas, El Mostrador.cl conversó con distintos economistas de diversas sensibilidades políticas que se refirieron al tema, y a través de un desglose de las iniciativas de gobierno de Michelle Bachelet dieron a conocer cómo las ven y cómo se deberían implementar.



Medida 2: Enviar un proyecto de ley que establezca que el Estado pagará parte de las cotizaciones previsionales de los jóvenes de bajos ingresos que tengan un contrato formal de trabajo.



"Lo que está diciendo con eso es que es necesario reducir el costo de la contratación del joven, siendo el Estado quien asuma parte del costo previsional, y es una idea efectiva, porque a la empresa le va a salir un poquito más barato contratar jóvenes, dado que la cotización previsional también la absorberá el Estado y en este sentido los empresarios tenderán a contratar a más gente", afirma el decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Chile, Joseph Ramos.



Una opinión similar es la que tiene el economista del instituto Libertad y Desarrollo,vinculado a la UDI, Tomás Flores, quien señaló que puesto que el principal desafío a corto plazo es el empleo "esa medida ayuda -en parte- a reducir el costo de contratación, desde el punto de vista del empleador y, por tanto, aumenta la probabilidad de que, finalmente, se contrate a un joven", indica.



A la vez agrega que es una medida que puede ayudar "sobre todo en ese sector, el de los jóvenes, que es donde se concentra la mayor tasa de desocupación", señala el economista.



«Que el Estado se haga parte de las cotizaciones es factible", afirma el economista, quien agrega que "también funcionará como un incentivo a formalizar el trabajo, porque las cotizaciones a veces, cuando son consideradas elevadas en relación al sueldo que recibe una persona, pueden motivar tanto a la pequeña empresa como al trabajador a negociar un acuerdo informal y esto lleva a futuros problemas en el ámbito de la futura pensión de la persona". Flores reitera que frente a esto es bueno establecer incentivos como el contemplado en el programa de Michelle Bachelet.



En cuanto a la dificultad que puede tener el materializar la medida, Felipe Morandé, asesor económico del derrotado candidato Sebastián Piñera, explica que "sólo puede ser un problema el monitoreo, porque siempre existe la posibilidad de que pasen algunas situaciones que no merecen el subsidio, y para evitarlas se requiere de un control y esto implica un costo económico", afirma.



Pero como no tiene sentido asegurar las cotizaciones de los más jóvenes, si el problema real es que no encuentran trabajo, en el programa de gobierno de Michelle Bachelet se puso especial atención en la creación de nacientes plazas laborales, iniciativa que se pretende llevar a cabo a través de una especie de "flexibilidad" en el empleo, que aprobará la contratación de mano de obra por menos de una jornada.



Medida 3: Permitir los contratos laborales por hora para los jóvenes, de modo que el joven que estudia pueda también trabajar.



El director del Centro de Innovación para el Desarrollo de la Universidad de Chile, Francisco Arroyo, destaca el buen momento que está pasando Chile para plantear este tipo de medidas. «Definitivamente creo que las jornadas laborales debieran ser mucho más flexibles -y yo siempre he abogado por eso en las empresas a las cuales asesoro: que no le tengan miedo a las medias jornadas-. En este aspecto también hay cierta rigidez de parte de las empresas. Yo creo que es un tema bastante complejo, pero creo que va en la dirección correcta", sostiene.



Según Tomás Flores, el tema de los contratos por hora en la actualidad se permite en cierta medida, "pero que exista mayor claridad al respecto también ayuda, marginalmente, a avanzar al desafío de crear un millón de empleos, tarea que no es fácil y para lo cual se requiere de apoyos adicionales", porque no sólo hay que disponer de las ganas de crear un millón de empleos, sino que también hay que considerar el crecimiento económico, explica Flores. «Pues si éste (el crecimiento) se comienza a moderar, paulatinamente -añade el experto-, eso hace más difícil el cumplimiento de la meta. También hay un desafío macroeconómico para que el crecimiento no se desacelere cuando el precio del cobre comience a bajar", sentencia.



Sobre las medidas antes señaladas los especialistas coincidieron que son posibles y efectivas de realizarse, ya que con los montos que entrega la Ley de Presupuesto 2006, existe una base para concretar las propuestas que durante su candidatura elaboró la Concertación. Pues la administración de Ricardo Lagos deja tras de si un margen a favor de 300 millones de dólares en las arcas fiscales que podrán ser invertidos de acuerdo a las necesidades del gobierno de Michelle Bachelet.



En esta misma línea, Tomas Flores explica que «todas las medidas se podrán tomar de inmediato, ya que hay que considerar que está administración será de cuatro años, por lo que todo lo que ayude a disminuir el desempleo y mejorar las pensiones tendrán que concretarse en los dos primeros años», afirma.



Lo mismo piensa Felipe Morandé, "yo encuentro que es una medida correcta, y también estaba contemplada en el programa de gobierno de Sebastián (Piñera), pero sería importante agregar que esto sea compatible con algún programa de estudios, en el que los jóvenes puedan acceder a algún beneficio».



El tema de las pensiones



Otro de los puntos que también mencionó Michelle Bachelet como uno de los primeros en llevarse a cabo al iniciar su mandato fue el de reajustar las pensiones más bajas (medida 4) y establecer el acceso automático de los adultos mayores a la pensión asistencial (medida 5).



"Todo es posible con los recursos estatales, ya que hay cierta latitud presupuestaria, 300 millones de dólares que quedaron a libre disposición del próximo Presidente y sin ser asignados. Entonces, ella lo podrá asignar según sus prioridades, sin menoscabar, el equilibrio o el superávit fiscal de un 1%. Es posible, luego de hacer la multiplicación adecuada. Subir las pensiones asistenciales es algo fácil y no es complicado", afirmó Ramos. Haciendo clara alusión a que el éxito de esta medida sólo depende de cómo se administren los recursos dispuestos para lograr mejorar los ingresos que perciben los pensionados.



Algo parecido es lo que señala Flores: "Estos son programas que tienen que ver con sistemas de bienestar, derechamente, son subsidios monetarios, cuya principal dificultad es el financiamiento porque, evidentemente, son varios los requerimientos que habrá en ese sentido".



Explica que todo dependerá de cuánto será el incremento. "Dada la gran cantidad de personas que hay, aunque el incremento sea pequeño implica un costo bastante alto", especificó el experto.



Una visión más crítica es la que mantiene Felipe Morandé: "Los 300 millones de dólares que se proponen para aumentar las pensiones equivalen a unos 13 mil pesos más para cada persona en promedio. De todos modos es una cifra reducida y yo recomendaría que se estudiara un reajuste un poco mayor, que si no se puede otorgar ahora mismo, por lo menos que se contemple dentro del programa de los cuatro años, porque por lo menos debería incrementarse en veinte mil pesos por pensionado", señala.



Por último, Morandé se preguntó "cómo se piensan financiar las pensiones asistenciales en el corto plazo, porque siendo crítico respecto a la coherencia del programa, los 300 millones que el presupuesto 2006 fijó como margen para ser gastados, están destinados para reajustar las pensiones, pero las pensiones asistenciales también requieren de recursos a partir del primer año, entonces, esa parte -como otras- no queda clara", cuestiona.

Pero en general "no son difíciles de realizar, porque sólo requieren del dinero para concretarse", afirma el ex gerente de la división de estudios del Banco Central, quien recomendó que de manera inmediata la futura gobernante se tiene que enfocar a las medidas que mejoran el empleo, "porque son la base, para que la gente pueda salir adelante, además de tener un efecto benéfico para la economía", aclara.



Una mirada distinta es la que tiene Carlos Ominami (PS), presidente de la Comisión de Hacienda del Senado, quien afirma que dentro de todas la medidas "la más importante es el reajuste extraordinario de las pensiones y el mejorar las pensiones asistenciales", por lo que considera que por ahí debe partir la discusión al momento de implementar los puntos señalados por el programa de la Presidenta, Michelle Bachelet. Pero aclara que a pesar de que la iniciativa es muy esperada por muchos adultos mayores, "va a dar lugar a una gran discusión respecto de las posibilidades financieras con las que cuenta el país y sobre cómo ampliar la capacidad de gasto, ya que es el Estado el que las va a sustentar", afirma Ominami.



De todos modos e independientemente de las opiniones políticas, todos los expertos coincidieron en que las medidas que se anunciaron se pueden implementar rápidamente al momento de entrar a La Moneda, porque los recursos están y entre más rápido se haga será mejor, porque el venidero periodo presidencial es muy corto para pensar en perder el tiempo, ya que el último año de gobierno, por lo general se contagia de las nuevas campañas.

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