Publicidad

Ex director de Greenpeace considera viable explorar uso de energía nuclear

Gonzalo Villarino estima que hay una crisis energética que no se puede desconocer y, por lo tanto, hay que desarrollar los estudios que permitan aprobar o descartar la utilización de energía nuclear, junto con otras fuentes alternativas. Considera »legítima» la oposición de otros ambientalistas ante lo nuclear, pero dice que »sería absurdo establecer un dogma de fe».


El Gobierno anunció, el fin de semana pasado, que desarrollará los estudios que permitan determinar si es factible instalar plantas nucleares en el país. Esto, con el fin de generar la energía suficiente que permita evitar la dependencia en estas materias de naciones vecinas.



La noticia ha causado controversia, especialmente en sectores ambientalistas, que siguen viendo con recelo todo lo relacionado con el tema nuclear. De hecho, la actual Presidenta durante su campaña les prometió que no propiciaría el uso de la energía atómica.



Sin embargo, si las cosas se hacen bien, no todos los ecologistas están en desacuerdo con la idea, tal como lo plantea el economista Gonzalo Villarino, ex director ejecutivo de Greenpeace en Chile hasta el año pasado.



Hoy está retirado del mundo de las ONG y se dedica a ejercer su profesión como consultor ambiental independiente. Pese a ello sigue en forma permanente todos los debates relacionados con el medio ambiente, en especial, este último.



Si bien la organización a la que perteneció, rechaza tajantemente los anuncios realizados en ese sentido por la administración Bachelet, Villarino tiene otra opinión y coincide en gran parte con los planteamientos desarrollados por Patrick Moore, uno de los cofundadores de Greenpeace.



Moore señaló en una columna publicada por el diario canadiense Globe and Mail, en mayo, que ya no se opone a la utilización de la energía nuclear para la producción de electricidad y califica al desastre de Chernobyl (Ucrania), como una excepción en la historia de este tipo de industria.



Sobre la polémica, Villarino estima que hay una crisis energética que no se puede desconocer y que, por lo tanto, hay que desarrollar los estudios que permitan aprobar o descartar la utilización de energía nuclear, pero con la misma fuerza impulsar el desarrollo de las calificadas como "alternativas", respecto de las cuales existe una meta a cumplir de cara al 2010.



Asimismo, considera que la oposición de otros ambientalistas es "legítima" y "razonable"; no obstante, dice que "sería absurdo establecer un dogma de fe" contra este tipo de energía.



Promesa incumplida



-¿Cree que Michelle Bachelet ha faltado a su promesa de campaña, al anunciar el inicio de estudios que permitan evaluar la factibilidad del uso de la energía nuclear?

-Michelle Bachelet hizo un compromiso con el movimiento ambiental antes de la elección, con el propósito de dar seguridad que no se iba a utilizar la energía nuclear en Chile durante su gobierno. Y también se entendía que tampoco se iban a autorizar los estudios respectivos. Entonces, creo que el compromiso no sólo apuntaba a no utilizar la energía, sino que tampoco a alentar de ninguna manera estudios que pudieran desembocar en la utilización de la energía nuclear.



-En todo caso, aunque no signifique "desarrollo de energía nuclear", los estudios igual borran el compromiso adquirido con algunas ONG.

-Yo diría que sí, que violan el espíritu del acuerdo. El espíritu del acuerdo era no sólo no utilizar la energía nuclear, aunque obviamente nadie pensaba que se iba a utilizar dentro de estos cuatro años, sino que tampoco no alentar ninguna forma que pudiera, como te decía, desembocar en el uso de la energía.



Visiones dispares



-¿Coincide con la visión que tiene uno de los cofundadores de Greenpeace sobre la utilización de la energía nuclear?

-Hay varias cosas que señalar. Primero, que Chile tiene un problema energético importante, no tiene fuentes de energía combustibles fósiles. Tiene por supuesto fuentes energéticas que no han sido explotadas como la energía solar, mareomotriz y la eólica, que son fuentes alternativas que no han sido utilizadas.



Creo que uno no puede negarse a estudiar la energía nuclear, sería absurdo establecer un dogma de fe contra la energía nuclear.



Estudiarla significa considerar todos los aspectos de riesgo que conlleva desarrollarla: la sismicidad del país, los desechos radioactivos que duran cientos de años, en fin… Uno responsablemente tiene que establecer alternativas energéticas para Chile. La nuclear es una de ellas y tiene que ser estudiada, insisto, de manera muy profunda.



Pero también hay otras alternativas que deberían ser consideradas en la matriz energética, como las que te decía antes, que podrían ser opciones antes de llegar a utilizar esta energía que genera tantas suspicacias como la energía nuclear.



-En ese sentido, lo que hizo Michelle Bachelet durante la campaña fue amarrarse las manos ¿Lo cree así?

-Uno no puede responsablemente negarse a estudiar. Uno puede decir, de manera muy responsable, qué es lo que significa esta matriz energética para Chile, cuáles son sus logros, cuáles son sus costos, considerando todas las externalidades que ésta genera, etcétera. Pero negarse a estudiarlo siquiera, es un dogmatismo de fe.



-¿Las posturas de usted y Moore van en contra de lo que piensa hoy Greenpeace sobre el tema?

-Yo diría que sí, aunque habría que preguntarles a ellos en todo caso, pero en principio ellos se oponen a la energía nuclear. El problema es que Chile tiene un problema de demanda energética importante y de ¿dónde va a salir esa energía?, la nuclear es una más, pero hay otras.



Energías alternativas



-Entonces, ¿por qué cree que se siguen resistiendo algunos ambientalista a la idea?

-Bueno, habría que preguntarle a ellos. Yo soy ambientalista, pero no soy parte del movimiento ni del mundo ambientalista. Habría que preguntarle a ellos porque se oponen siquiera a estudiar esta forma de alternativa. En todo caso, creo que esto tiene que ver, seguramente, con todas las suspicacias y sospechas que se generan frente a una forma energética que ha desatado tantas controversias, sobre todo por los accidentes que ha habido, específicamente el de Chernobyl, cuyas consecuencias todavía se ven. Y por la falta de estudios alternativos. O sea, no tenemos hoy una política energética en Chile que esté estudiando de manera profunda lo que podría ser una solución de energía solar, mareomotriz o con biocombustibles, que están tan de moda.



– En esa línea, ¿la política que venía desarrollando el ex Presidente Lagos era la correcta?. El año pasado anunció que se debía estudiar la factibilidad de la opción nuclear.

-Creo que él no tenía ninguna política, en términos de ofrecerle al país una matriz energética, ni tampoco la tiene Michelle Bachelet, que contemple los estudios en relación a las diversas formas alternativas para la generación de energía y en eso hay una promesa de parte del actual gobierno, de llegar al Bicentenario con entre un 10 y 15% de energías alternativas. (Pero) Es difícil que se logre ese compromiso.



Lobby a favor de Aisén



-¿Qué pasaría si el Gobierno dijera OK, no desarrollamos centrales nucleares, pero construimos más centrales hidroeléctricas? ¿Es una solución?

-Es que depende… La energía hidroeléctrica es una energía renovable, que no contamina, pero tiene impactos ambientales que pueden ser muy severos dependiendo de dónde esté localizada, dependiendo de cuál sea el tamaño del embalse que se requiera…



-Pero ¿qué pasa si dieran a elegir?

-Bueno, esas son dos alternativas, que uno tendría que estudiar con todos los fundamentos en la mano, porque ambas tienen costos y beneficios. En el caso de Aisén, donde se van a construir cuatro centrales, obviamente el ecosistema va a ser dañado en forma irreversible probablemente. Eso hay que constatarlo con estudios de impacto ambiental. Lo mismo habría que hacer con la energía nuclear, habría que hacer estudios profundos respecto a cuáles son los costos, incluyendo todas las externalidades, de generar energía hidroeléctrica a partir de centrales nucleares.



-De igual forma, ¿estima que este tema se ha instalado con la finalidad de presionar por la construcción de las centrales en Aisén?

-Sin duda. Desde hace unos dos meses se viene viendo un fuerte lobby y una fuerte presencia mediática de los grupos que están a favor de la utilización de la energía nuclear, y ese lobby convenció a algunos políticos importantes, los presidentes de los partidos, los que habrían finalmente persuadido a la Presidenta de que iniciara los estudios.



___________



Vea además:



Greenpeace : »Energía nuclear es peligrosa, cara y dañina» (6 de septiembre de 2006)

Publicidad

Tendencias