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Experto brasileño propone ‘escalonar horarios’ para evitar aglomeraciones

Presidente de la Asociación Brasileña de Transporte Público, Rogerio Belda, admite que inconvenientes del nuevo sistema son naturales, pero advierte que ajustes deben realizarse a la brevedad. Afirma que una de las soluciones es cambiar los horarios de ingreso, no sólo en escuelas, sino que también en el comercio y bancos, tal como se hizo en su país.


En la década de 1970 comenzó la implementación del Plan Curitiba. Partió con la construcción de corredores para buses y nuevas redes del Metro, junto con el diseño de los nuevos recorridos, en lo que fue una verdadera transformación del sistema de transporte público de esa ciudad brasileña, similar al recién implementado Transantiago.



De hecho, este modelo, junto al Transmilenio de Bogotá, fueron la base en la que se inspiraron las autoridades chilenas para poner en marcha el hasta ahora no exento de problemas plan de transportes de la capital.



De visita en Santiago y en conversación con El Mostrador.cl, el presidente de la Asociación Brasileña de Transporte Público, Rogerio Belda, explica que ambos sistemas son prácticamente similares, aunque rescata que una de las particularidades del modelo chileno es que el cambio se hizo simultáneamente en toda la capital.



«El diseño está estructurado en base a troncales y alimentadores. Asimismo, está la conexión con el Metro, por ende no hay una mayor diferencia con Chile. Lo distinto es que acá el tren urbano ya estaba construido, mientras que en Brasil se hizo el proyecto en base a la creación simultánea de los tres medios: Metro, ferrocarril y buses. Otra de las diferencias es que en Chile se aplicó en toda la capital. Allá fue sólo en determinadas zonas", explica.



El experto brasileño reconoce que los inconvenientes que se registraron en su país son similares a los que ha habido en Chile, pero que ya a los dos meses los usuarios se habían acostumbrado. En Chile, el ministro de Transportes, Sergio Espejo, previó que en 90 días los santiaguinos deberían adecuarse.



El especialista, sin embargo, prefiere no adelantar fechas. «Es muy difícil dar una opinión sobre lo que pueda ocurrir en otras ciudades como Santiago. En cada lugar es distinto, lo que las personas aceptan y no aceptan, lo que gustan o no gustan no es universal. Las realidades en cada país son diferentes", explica.



Dificultades calcadas


Evasores

Otra de las dificultades que se han generado con el
nuevo sistema de transporte público tiene que ver con la forma
de pago a través del uso de la tarjeta Bip!.

Hace algunos días, las autoridades realizaron
un plan piloto en la estación del Metro Escuela Militar, donde
se implementaron en los paraderos validadores para que los usuarios, antes
de subir a los buses, pagaran su pasaje y de este modo reducir el tiempo
de acceso.

Belda dice que en Curitiba en los puntos más
congestionados también se paga de una manera similar, aunque la
diferencia es que los paraderos están separados por recorridos,
lo que permite repartir adecuadamente los ingresos. "Si la persona
paga antes, debe haber sólo una línea (en el paradero),
para poder saber a cuál bus subió la persona", indica.

Durante los primeros días de funcionamiento
del sistema de cobro en el Plan Transantiago se han detectado otros inconvenientes,
como el surgimiento de los evasores que vulneran su pago, lo que ponen
en riesgo un posible aumento de tarifas.

"Para evitar a los evasores se dispuso de dos
personas: el chofer y un agente a bordo de los buses que vigilaba que
todos los pasajeros pagaran realmente", manifiesta. Añade
que en Chile, para no incrementar los costos, lo idea será un ayudante
-no necesariamente por bus- que controlara el acceso en los paraderos.

Ciclistas

Belda también cree que es necesario incentivar
el uso de la bicicleta, para dar alternativas al sistema de transportes.
"En Sao Paulo, algunos usan la bicicleta por placer, otros para el
deporte y otros para llegar a su trabajo. También ocurre que algunas
personas cuelgan sus bicicletas en los árboles y luego suben al
Metro o a la micro", añade.

Belda cuenta que cuando se implementó el nuevo plan de transportes, en Curitiba también hubo un desconocimiento entre los usuarios sobre los recorridos, debido a que, a diferencia de lo que ocurrió en Chile, las autoridades delegaron en las operadoras la responsabilidad de explicar los cambios.



«El problema fue el cambio en la forma de utilizar los buses. Modificar el «capital de conocimiento» que tenían los brasileños respecto a la información de los antiguos recorridos, fue muy complicado para las personas. Sin embargo, igual se aprendió rápido, pero reconozco que debió haber una mayor preparación para la ciudadanía", dice.



Fallas en la frecuencia de los recorridos, falta de buses y el surgimiento de evasores fueron algunos de los inconvenientes que hubo en Brasil. A ello se sumó la actitud de los usuarios, que no respetaban las señaléticas ni los paraderos. Dificultades que también se han registrado en Chile.



«Se tuvieron que hacer cambios, los cuales se concretaron en dos meses. En Chile necesariamente va a pasar lo mismo. Las personas que organizan el sistema tienen que estudiar cuáles son las necesidades de la gente y realizar ahora las modificaciones. Es menester hacer las correcciones de los errores cometidos al comienzo, para mejorar el sistema", afirma.



Escalonamiento



Belda afirma que uno de los principales problemas, además de la frecuencia de los buses, fueron las aglomeraciones en los terminales. "Hubo congestión en los paraderos. La gente decía: señor esto es muy malo, que vuelva el sistema antiguo. Pero con el tiempo esto se arregló y la gente finalmente se acostumbró", dice.



La misma dificultad se constató en el Metro, ya que la ciudadanía -al igual que en Chile- privilegió ese medio de transporte durante las primera semanas. "Hubo un incremento de un 50% en el número de pasajeros del Metro», detalla.



En ese sentido, comenta que para solucionar ambos inconvenientes en su se implementó el concepto de «administración de la demanda», a partir del establecimiento de horarios diferidos para ingresar a los colegios y a los lugares de trabajo, lo que evitó que todos los viajes se realizaran en el mismo horario.



-¿Esa solución podría evitar que ocurra lo mismo en Santiago?
– Una posibilidad puede ser imitar lo que se hizo en Sao Paulo: cambiar el horario de los bancos, de las escuelas y del comercio, lo que se denomina «escalonamiento de horarios". La gente en Brasil se olvidó de la implementación de este concepto, porque se ha incorporado de forma paulatina. En Sao Paulo tenemos cinco millones de coches, circulan un millón, porque no todos salen a la misma hora.



Pago integrado



Uno de los mayores cambios que surgieron con el nuevo sistema de transporte público en Santiago ha sido la tarifa integrada, donde los usuarios pueden tomar un bus local y luego un recorrido trocal o Metro y sólo pagan un pasaje ($380 hora valle y $420 en hora punta), sin costos adicionales por realizar un transbordo (medida que regirá hasta el 9 de agosto).



-¿El sistema de tarifa integrada es el mismo que se aplicó en Chile?
-La integración de tarifas aplicada en Brasil contemplaba la creación de un boleto electrónico similar a la tarjeta de prepago que se usa en Chile. Ésta significó una disminución de los costos de transportarse al realizar los transbordos. No hubo protestas porque la gente estaba contenta porque pagaba menos por desplazarse. Una de las diferencias con Chile es que en Curitiba existe una tarifa plana, por una tradición muy antigua que es muy difícil cambiar.

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