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Corte condena a Estado a pagar $ 100 millones a familiares de desaparecido

En un fallo dividido, que por primera vez aplica en materia civil el dictamen de la Corte Interamericana que pidió derogar la Ley de Amnistía, el tribunal de alzada ordenó reparar económicamente a los familiares del cineasta Jorge Müller Silva, destacado camarógrafo de la década del ’70, cuyo trabajo forma parte del documental »La Batalla de Chile».


La Tercera Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago condenó al Fisco a pagar una indemnización de $ 100 millones al padre y la hermana del cineasta Jorge Müller Silva, detenido y desaparecido desde noviembre de 1974 y una de las denominadas víctimas de la denominada «Operación Colombo».



En un fallo dividido, el tribunal de alzada capitalino por primera vez se hace cargo del fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que sentenció al Estado de Chile por la aplicación de la Ley de Amnistía de 1978, para acceder al pago de una compensación a víctimas de la represión militar.



En ese sentido, determinó que el Fisco tiene responsabilidades que son imprescriptibles en los casos de política represiva. En primera instancia, en agosto de 2001, el 29° Juzgado Civil de Santiago había negado pagar la compensación, pero los integrantes de la Tercera Sala del tribunal revirtieron esa medida ordenando el pago antes mencionado.



La opinión de mayoría, respaldada por el ministro Mario Rojas y el abogado integrante Hugo Llanos, afirma que "esta Corte considera que la preparación y ejecución de la detención y posterior tortura y desaparición de las víctimas no habrían podido perpetrarse sin las órdenes superiores de las jefaturas de policía, y agentes del Estado o sin la colaboración, aquiescencia y tolerancia, manifestadas en diversas acciones realizadas en forma coordinada y concatenada de miembros de las policías, y de los servicios de inteligencia».



«Estos no sólo faltaron gravemente a sus deberes de prevención y protección de los derechos de las presuntas víctimas, consagrados en el artículo 1.1 de la Convención Americana, sino que utilizaron la investidura oficial y recursos otorgados por el Estado para cometer violaciones (…) el Estado se constituyó en factor principal de los graves crímenes cometidos, configurándose una clara situación de terrorismo de Estado", agrega la resolución.



Además, el dictamen sostiene que "la cuestión de la prescripción de la acción no puede ser resuelta desde las normas del Derecho privado, porque éstas atienden fines diferentes. De aceptarse esta tesis, ciertamente se vulneraría no sólo la Convención Americana de Derechos Humanos, (…), sino que además el artículo 5 de la Constitución Política de la República, que junto con reconocer el carácter vinculante de los instrumentos de Derecho Internacional, establece para los órganos del Estado el deber de respetar y promover los derechos fundamentales, entre los que ha de situarse el de indemnización que ha sido invocado en estos autos".



El fallo además hace un extenso análisis de las resoluciones en que la CIDH ha condenado a distintos estados por casos de violaciones a los derechos humanos, para respaldar el pago de una indemnización reparatoria de los familiares de las víctimas.



En el voto de minoría, la ministra Gloria Ana Chevesich, sostiene que los hechos se encuentran prescritos, ya que la demanda indemnizatoria fue interpuesta recién en 2000, a 26 años de ocurridos los hechos.



El cineasta y su pareja



Jorge Müller Silva era un joven cineasta de 27 años a la fecha de su detención y fue capturado junto a su pareja, la también militante del MIR Carmen Bueno Cifuentes (24) en la esquina de las avenidas Francisco Bilbao y Los Leones, el 29 de noviembre de 1974.



Ambos jóvenes habían participado en la noche anterior en el estreno de la película "A la Sombra del Sol" en el cine Las Condes, ya que formaron parte del equipo de filmación de la cinta.



Müller era, además, uno de los más destacados camarógrafos de su época y había participado en la grabación del documental "La Batalla de Chile", de Patricio Guzmán, que retrataba el Chile de la Unidad Popular y la campaña presidencial de Salvador Allende, y que se ha convertido en uno de los trabajos del cine más premiados a nivel internacional.



Al momento de su detención, la pareja estaba trabajando en la filmación del «Año Santo chileno», evento que se realizó días antes de su arresto en el Templo Votivo Maipú y que había sido organizado por la Conferencia Episcopal de Chile.



La pareja fue conducida al centro de Villa Grimaldi, donde permanecieron detenidos y sometidos a intensas torturas de parte de los agentes de Estado, los que fueron particularmente duros con Bueno, ya que se le acusaba de haber regalado un perro al entonces líder del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), Miguel Enríquez.



Luego fueron trasladados al recinto de Cuatro Alamos, donde fueron vistos por varios testigos que coinciden en manifestar que ambos se comunicaban a través de señas, cuando las mujeres eran llevadas al baño. Sus comunicaciones fueron descubiertas por agentes de la DINA y al día siguiente se les perdió el rastro.

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