Experto francés, que visita el país para participar este martes y miércoles en el Foro Bicentenario, advierte que malos hábitos lectores de los niños hacen necesario que la escolarización se desarrolle antes que el aprendizaje de la lectura. También afirma que planes como el »Maletín literario» son positivos, sólo si son complementadas por otras medidas.
Es la segunda vez que Jean Hébrard, actual inspector general del Ministerio francés de Educación, visita Chile. La primera vez fue hace 12 años, cuando trabajó como asesor en materia de las enseñanzas de las lecturas y matemáticas en escuelas primarias para la cartera chilena.
Hoy, vuelve como expositor del Foro Bicentenario Democratización e Integración: «Los desafíos de la educación en América Latina y Europa", que se realiza entre este martes y el miércoles en el auditorio de la Biblioteca de Santiago.
El profesor de la Escuela de los Altos Estudios en Ciencias Sociales (EHESS), cuya especialidad es investigar sobre la historia de los aprendizajes fundamentales -leer, escribir y contar- se refiere a los bajos índices de lectura y a la fórmula para combatirlos.
Según su experiencia, lo primero que hay que tener presente, es que los malos hábitos lectores no pasan porque los niños no saben leer, sino porque no entienden lo que leen, por lo que "no es un problema de lectura, sino de lenguaje".
En Francia, a fines de los 90, se realizaron una serie de estudios sobre la comprensión de lectura en niños de ocho años, comparando dos situaciones. Una en que el alumno leía solo el texto. Y la segunda, donde el profesor era el encargado de leer el texto al menor.
La conclusión a la que se llegó es que los niños tienen el mismo problema, independiente de si leen solos o con asistencia, por lo que es necesario cambiar la forma en que se enseña.
«Es que los niños no entienden las palabras que los profesores emplean y, por ende, no entienden las palabras que están en los textos. Cuando se hace una política escolar que se concentra en el aprendizaje de la lectura, se equivoca. En el fondo, hay que concentrarse en el aprendizaje del lenguaje oral. Eso implica desarrollar la escolarización antes del aprendizaje de la lectura, especialmente en las clases más populares culturalmente", explica el investigador.
De esta forma, según detalla Hebrard "cuando los pequeños aprendan a leer podrán entender las palabras que leen porque sabrán primero cómo hablan los textos y, en segundo lugar, de qué tratan".
Esta fórmula es la que actualmente practican en el país galo, donde todos los niños son escolarizados a partir de los tres años. El experto detalla que la inspiración nace en la observación a familias con un buen nivel cultural, centrándose en su forma de educar.
La fórmula es leer a los menores, pero no demasiados libros distintos. "En casa, nuestros hijos vuelven a pedir el mismo libro y de esa manera se impregnan de a poco de la historia y poco a poco hablan como libros. Entonces, basándonos en esta experiencia, les pedimos a los profesores que elijan 10 libros anuales, apropiados a la edad de los niños, y que luego los hagan contar la historia. Y cuando a fin de año son capaces de contarte los 10 libros, están listos para leer cosas más difíciles", explica.
Mediador
Al respecto, el profesor también se refiera al programa nacional de fomento de bibliotecas familiares que implica la entrega de "Un Maletín Literario", que contendrá libros de literatura chilena y universal para 400 mil familias de escasos recursos
Opina que lo fundamental es "cómo se van a aprovechar los libros, porque si se conforman sólo con entregarlos, no sirve para nada. Tiene que haber un mediador entre el libro y las personas que van a tenerlo, sea adulto o niño".
Esta figura de mediador se refiere a quien "presentará" los libros, contextualizará las historias y tendrá el rol de introducir a los lectores, a interesarlos y a explicarles. En suma, a jugar el papel de guía. En el caso de los padres, por ejemplo, estos son los mediadores entre los libros y sus hijos. "Y en mi caso, yo soy un mediador entre los libros y mis nietos", comenta.
El Estado regulador
Otro experto en materia educacional que participa en el Foro Bicentenario es Yves Dutercq, profesor de la Universidad de Nantes y sociólogo de la educación en el Centro de Investigación de Educación de dicha ciudad.
Experto en temas relacionados al rol educador del Estado, considera que "es imposible hacer marcha atrás en lo referente a la actual autonomía de los establecimientos escolares. Pero-recalca- el Estado tiene un rol importantísimo que jugar en el tema de la evaluación y regulación de los proyectos de las escuelas".
La clave, sostiene, es que el Estado logre construir un sistema de indicadores y evaluaciones, que logren medir mejor el desempeño de las escuelas en Chile y al mismo tiempo de apoyar a las que están en dificultades. "Así, el Estado volverá a legitimarse en el rol de regulador".
Además de los expertos mencionados, el Foro contará con la presencia de expositores nacionales e internacionales expertos en temas de educación. Entre los invitados internacionales destacan la doctora en Educación, Graciela Frigeiro (Argentina); el ex ministro de Educación de Bolivia Félix Patzi; y el magíster peruano en sociología Guillermo Nuget.
