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Contraloría reabre sumario en Intendencia por ‘besos en la boca sin permiso’

Caso, lleva más de un año de tramitación, afecta a un ex abogado de la repartición del gobierno regional, luego de que una funcionaria lo denunciara de mover la cara cada vez que la saludaba para darle besos en la boca. Órgano fiscalizador estimó que la absolución del profesional no se ajustó a las normas del debido proceso.


Todo es posible de sancionar, según la lógica de la ley, incluso los besos furtivos. Y la Contraloría lo sabe muy bien.



Por esta razón, el órgano fiscalizador ordenó a la Intendencia Metropolitana reabrir un sumario administrativo contra un abogado que se desempeñaba en esa repartición, identificado con las iniciales F.Z., porque cada vez que saludaba a sus subordinadas les corría la boca para darles un besoÂ… sin su permiso.



La Contraloría estimó que la manera en que se sustanció esta investigación no estuvo acorde a las normas contenidas en la ley ni al debido proceso, como tampoco el hecho de que el sujeto "infractor" haya sido absuelto de los cargos que se le formularon.



La Intendencia acató la orden administrativa y volvió la causa al estado de sumario, por lo que se espera que en las próximas semanas pudiera existir un dictamen final.



Los hechos se remontan a 2006 cuando F.Z., un conocido abogado ligado a casos de derechos humanos, tuvo, según el dictamen de la Contraloría, "conductas consistentes en haber tomado con las manos, la cara de una de las ex servidoras dándole un beso en la boca, y tomar a otra por los hombros muy cerca y de frente".



La denunciante es una mujer -de iniciales A.T- quien desde el Ministerio de Educación llegó a trabajar al gobierno regional, siendo objeto de un "trato impropio, e irrespetuoso de carácter sexual" y no desempeñar su cargo con la "cortesía requerida".



El dictamen de la Contraloría señala que el acusado "en una ocasión" tomó "por los hombros muy cerca y de frente, insistiéndole en que entrara a su oficina", cuestión que la denunciante estimó con doble intención. A ello se suma que "le tomó la cara, los hombros y le dio un beso en la cara", dijo otra mujer.



Cercanos al profesional estiman que todo forma parte de una "máquina" montada por un grupo de funcionarias que no gustaban del trabajo realizado por F.Z., mientras que otras fuentes de la entidad aseguran que el trato "juguetón" del profesional fue malentendido.



En cualquier caso, la investigación lleva más de un año, con el consabido gasto de horas -hombre, tinta y papel. Toda una historia para el día de los enamorados.

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