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Joaquín Lavín entra de lleno en polémica por irregularidades en el Mineduc

Al más puro estilo bacheletista-aliancista el ex edil reafirmó su confianza en la Presidenta, alabó el trabajo del contralor Ramiro Mendoza, criticó la decisión de la ministra Yasna Provoste de no destituir a Alejandro Traverso…Pero no se refirió a la acusación constitucional que prepara la derecha a sólo dos semanas del Consejo Directivo Ampliado de la UDI, en el cual participará.


Para no querer ser candidato presidencial el ex abanderado de la UDI, Joaquín Lavín, está comenzando el año con señales un tanto contradictorias. El viernes retomó sus actividades públicas visitando la Academia Excelsior, colegio particular subvencionado, en medio de la disputa generada entre el gobierno y la oposición a raíz de las irregularidades descubiertas por la Contraloría en el Ministerio de Educación.



Lejos de cuadrarse con la intransigente postura asumida por el gremialismo en esta materia, el ex edil planteó que la corrupción no tiene color político.



"Para mí, el tema de la corrupción no tiene un signo político. No es que se pueda decir ‘aquí están los corruptos y aquí están los buenos’. No es así. Esto tiene que ver con que a veces hay aprovechamiento por parte de funcionarios que llevan muchos años en el cargo y que al llevar muchos años en el cargo se sienten más seguros, se van sintiendo todopoderosos, van sintiendo que nadie los va a pillar…Y eso tiene que ver también con la alternancia y con la rotación en los cargos", argumentó el otrora líder aliancista.



Si bien es factible pensar que Lavín está preparando el terreno para su participación en el Consejo Directivo Ampliado que la UDI efectuará los días 14 y 15 de marzo en Termas de Cauquenes, no parece muy propicio que mientras el gremialismo le adjudica un importante grado de responsabilidad a Michelle Bachelet en lo que está sucediendo -aludiendo a su falta de liderazgo en la toma de decisiones-, Lavín insista en darle su confianza a la mandataria.



bacheletismo-aliancista a toda prueba



De hecho, al más puro estilo bacheletista-aliancista, Lavín no sólo expresó su molestia ante el actual escenario político, subrayando que "no me gusta que empecemos el año de nuevo con puras peleas", sino que recalcó que "yo confío en la Presidenta Bachelet, como persona", pues según el ex edil la advertencia de la mandataria en cuanto a que ‘con la plata de todos los chilenos no se juega’ "revela la voluntad de investigar a fondo".



Claramente, Lavín ve algo que la Alianza no percibe. En lo que sí coincidió con su sector -cosa que desde el año pasado ocurre cada vez menos- fue en que "lo más sano y lo más transparente" que pudo haber hecho la titular de Educación era haber acogido la recomendación de la Contraloría de destituir al seremi Alejandro Traverso.



A partir de la postura asumida por Lavín, todo hace pensar que no tiene ninguna intención de abandonar el nuevo estilo de hacer política que él mismo bautizó como bacheletismo-aliancista y que no es bien visto por las cúpulas gremialistas.



No obstante, en la tienda encabezada por el senador Hernán Larraín admiten que, dado que aún no tienen candidato presidencial y que están en proceso de búsqueda, se darán unos meses para observar el posicionamiento del ex alcalde de Santiago. Ello, porque la política es tan dinámica, que no descartan que en algunos meses la estrategia de Lavín terminará ubicándolo por tercera vez consecutiva como candidato presidencial. Después de todo, reflexiona un dirigente, "no tenemos ningún otro líder que tenga más opciones que Lavín".



Cautela en el piñerismo



Mientras tanto en el piñerismo observan con cautela el regreso de Joaquín Lavín a la arena política. Si bien en el entorno del abanderado de RN hay un discurso oficial que apunta a bajarle el perfil al tema, señalando que el empresario y su equipo están tranquilos, porque no existe ningún argumento sólido que permita pensar que el ex edil puede alcanzar a Piñera en las encuestas, lo cierto es que hay otros que sostienen que "hay que mirarlo con recelo", pues está visto que quiere "competir en la agenda pública, que es lo que hace un candidato presidencial".



En este escenario, algunos manifiestan que el aspirante de RN debe retomar la postura "moderada" que lo había caracterizado, con el fin de no cederle espacios a Lavín que -según visualizan- claramente se está posicionando en esa actitud de trabajo.


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