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«Estamos ante una situación municipal y presidencial difícil»

Quien fuera candidato a Secretario General del gremialismo en la lista de Kast diagnóstica un duro escenario para su partido en los próximos procesos electorales, pero rescata el hecho que sea Piñera quien se alce hoy con la mejor opción para derrotar a la Concertación. Y también toma distancia públicamente del discurso de Longueira, recatando lo positiva que resultó la disputada contienda al interior de la colectividad.



A días de cumplir los 42 años, Rodrigo Álvarez Zenteno se ha ganado el respeto de sus pares y es considerado como uno de los diputados más preparados de la UDI. Aunque durante la campaña interna fue uno de los que recibió el mote de "privilegiado", lo cierto es que en su entorno valoran justamente el hecho de que lleva tres períodos representando al distrito 60, de Punta Arenas, lo que no es precisamente una regalía dado el tiempo que pasa fuera de Santiago alejado de su familia.



Por otra parte, al perder la lista de José Antonio Kast, por segunda vez quedó postergado su deseo de ser secretario general del partido, de lo que él mismo se ríe con algo de nostalgia. Pero eso no le impide mirar con optimismo el futuro de la UDI y, a la vez, con un realismo que asusta. Ello, porque aunque defiende a brazo partido el derecho de la tienda a levantar un candidato presidencial, no duda un segundo en que si la derrota a la Concertación pasa por apoyar a Sebastián Piñera, habrá que hacerlo.



– ¿Cuál es su evaluación del proceso eleccionario que acaba de vivir la UDI?



-Que fue algo extraordinariamente positivo. Desde el punto de vista del partido tuvimos dos excelentes candidatos recorriendo Chile, hablando de nuestros sueños, reavivando nuestro proyecto político, escuchando a nuestros militantes. Así que mi evaluación, tal como lo esperábamos cuando iniciamos este proceso un tanto criticado, es que fue excelente para la UDI.



– Lo mejor y lo peor del Consejo General fue…



-Lo mejor, el ánimo, la participación, el entusiasmo, la enorme cantidad de personas dispuestas a contribuir con la UDI. No encuentro que haya cosas peores. Hay cosas con las que puedo discrepar. Son discrepancias de algunas de las intervenciones o discrepancias menores, pero no calificaría nada de peor.



– ¿Cuáles son, entonces, las discrepancias?



-Francamente, creo que la elección era una gran oportunidad para la UDI y en el consejo todavía hubo algunos discursos críticos a ese hecho.



-Pablo Longueira fue uno de los que tuvo una intervención bastante dura. Incluso llamó a los consejeros a darle un triunfo amplio a Juan Antonio Coloma…



-Pablo representaba a una de las listas e hizo un discurso del que yo no puedo sino discrepar en algunos puntos y, particularmente, de aquel. No creo que por su entidad, por su símbolo de liderazgo para muchos de nosotros, haya sido bueno ocupar esas palabras.



– ¿Cómo pronostica los próximos dos años de la UDI, en un contexto netamente eleccionario y con unas municipales ad portas, de las que el propio Longueira vaticinó un mal resultado aún antes de que alcaldes del partido fueran acusados de irregularidades en sus municipios?



-Este proceso electoral interno le hace muy bien a la UDI para enfrentar estas dos elecciones. Tenemos una directiva muy respaldada, un partido que tuvo absolutamente otro espíritu el último mes. Tengo la mejor opinión de Juan Antonio Coloma y creo que lo va a hacer muy bien como presidente. Otra cosa es que uno pensara que hubiera sido mejor José Antonio Kast.



– ¿Entonces?



-Pero, evidentemente, estamos en una situación difícil. La elección municipal jamás ha sido una elección fácil para la Alianza, menos en las actuales circunstancias en que hemos tenido conmoción por la situación de algunos de nuestros municipios. Y de ahí enfrentamos, además, una segunda etapa que es la elección presidencial, donde hoy día la UDI no tiene un candidato posicionado. Un realismo mínimo exige darse cuenta que estamos ante una situación municipal difícil y una situación presidencial también compleja.



– En ese contexto, ¿cuál es su análisis respecto de las cifras de la última encuesta CEP? El sondeo no sólo muestra que Sebastián Piñera es el candidato del sector mejor posicionado, sino que revela también que Joaquín Lavín o Pablo Longueira no podrían darle una competencia real.



-A nosotros nos parece muy bien que Sebastián tenga este nivel de aceptación y de apoyo. Ya votamos una vez por él y si la gente así lo decide lo volveremos a hacer. Por otra parte, la UDI no está ni condicionada ni por Joaquín ni por Pablo, está condicionada por una decisión que tomamos. Nosotros vamos a definir nuestro candidato presidencial antes de abril del próximo año, por lo tanto, vamos a esperar a todo evento las elecciones municipales.



-¿Este sondeo no hace variar la decisión inicial?



-No, pero sí creo que la encuesta es muy buena para las visiones de la Alianza y para las posibilidades del sector. No sólo por sus candidaturas o por el hecho circunscrito de Sebastián, sino por la creciente preocupación de la gente por temas en que la Concertación lo está haciendo muy mal. Lo más relevante de la encuesta no sólo es el triunfo relativo de Sebastián Piñera contra cualquier candidato de la Concertación, sino la tremenda preocupación económica de la gente. Que el tema inflacionario, económico, sea una prioridad para la gente es algo que probablemente se dio por última vez en la primera elección Lagos-Lavín, en la primera vuelta, al final del gobierno del presidente Frei con una serie de problemas, un muy mal manejo de la crisis asiática.



– En el escenario de esperar a las municipales para definir la situación de la UDI ¿ve en su partido una figura de liderazgo capaz de competir con Piñera?



-Evidentemente, parece difícil. Pero estamos hablando del partido más grande de Chile, con una estructura muy importante en todo el país y que tiene todo el derecho de evaluar sus rostros, sus nombres y a tomar una decisión. Hoy día la realidad es mucho más fuerte, el candidato lejos mejor posicionado es Sebastián Piñera. En esta misma fecha, hace cuatro años, los dos mejores candidatos eran Soledad Alvear y Joaquín Lavín, una de ellos ni siquiera llegó a la elección presidencial y el otro salió tercero. Entonces, la realidad política de nuestro país ha sido muy cambiante y la UDI le va a ofrecer a la Alianza una alternativa dentro del marco de lo posible.



– Mi pregunta iba más bien dirigida al hecho de que lo que se percibe desde fuera es que la UDI está pasando por una especie de sequía de liderazgos.



-Tenemos grandes líderes, pero es evidente que tu afirmación es real. Hoy día ninguno de ellos se encuentra posicionado para ser candidato presidencial.



– En materia de liderazgos, Kast era un diputado virtualmente desconocido antes de su incursión. Ahora, incluso aparece entre las personas más influyentes en Chile según El Mercurio. En ese contexto, ¿qué significa Kast ahora para la UDI?



-El liderazgo de José Antonio es muy importante. Lo demostró en la reciente elección de las mesas y creo que va a ser muy relevante para el futuro de nuestro partido. Me parece que sin duda es uno de los líderes emergentes que tenemos.



– Ustedes tuvieron una votación inesperada en la pasada elección, llegaron al 36,4 por ciento, respaldo que se traduce en personas que confiaron en su proyecto, que asumieron una gran riesgo al apoyarlos. ¿Qué pasa con el equipo que se formó, con la gente que encantaron, que podría llegar a sentirse un poco huérfana?



-Lo más importante es que la decisión que tomamos es poner a toda esta gente al servicio de la UDI. Estamos convencidos que durante este último mes logramos remecer al partido y logramos generar una mística especial. El 36,4 por ciento es una tremenda votación, nadie lo esperaba y, probablemente, ni siquiera nuestros legítimos y válidos contradictores se imaginaban que íbamos a tener algo ni remotamente cercano a ese porcentaje. Tenemos una responsabilidad con ellos y tenemos una responsabilidad enorme de conducir eso para el bien de la UDI. Por eso me parecía impresentable cuando alguien señalaba que íbamos a formar una disidencia. Así como cuando hace un mes decían que éramos malagradecidos y que estábamos destruyendo al partido. Tareas concretas se irán viendo en el tiempo. Si tú me dices qué le debemos a ese 36,4 por ciento que votó por nosotros, nuestras dos sensaciones son: primero, responsabilidad, y segundo, gratitud.



– ¿Por qué tanto temor a la palabra disidencia o a explicitar que hay diferencia en como ven algunas situaciones? Cuando en todos los partidos políticos los militantes no piensan exactamente igual.



-¿Miedo a usar una palabra? Ninguno. Lo que puede ocurrir, como ha pasado en muchos momentos en la UDI, es tener distintas visiones sobre qué hacer frente a un problema concreto y eso puede seguir ocurriendo. El punto está en que cuando uno dice ‘voy a formar una disidencia’ está representando una actitud permanente de oposición y esa no es para nada nuestra intención. Acá no existen personas que vamos a estar constantemente diciendo no a lo que la actual directiva diga sí. Vamos a estar trabajando junto con la directiva para ayudarla, para que seamos un mejor partido. Si hay diferencias de opinión, como las hubo en el pasado, las tendremos. Pero otra cosa es que tomada la decisión, actuemos con plena unidad.



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*Foto: Rodrigo Sandoval

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