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Lula inaugura la primera planta de biodiesel de la compañía Petrobras

La fábrica tiene capacidad para producir 57 millones de litros de combustible al año, atenderá parte de la demanda generada por la medida del Gobierno brasileño que obliga a los distribuidores de todo el país a mezclar el 3,0 por ciento de diesel de origen vegetal a cada litro de diesel mineral que venden.


El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, encabezó este martes la ceremonia de inauguración de la primera planta de producción de biodiesel de Petrobras y anunció la creación de una nueva subsidiaria de la petrolera dedicada exclusivamente a los combustibles vegetales.



La planta fue inaugurada en Candeias, municipio en el estado de Bahía (noreste de Brasil) en el que hace 67 años fue instalado el primer pozo de petróleo del país, y es la primera de tres con las que Petrobras ingresa al mercado nacional de biodiesel.



La fábrica, con capacidad para producir 57 millones de litros de biodiesel al año, atenderá parte de la demanda abierta por la medida del Gobierno que obliga a los distribuidores de todo el país a mezclar un 3 por ciento de diesel de origen vegetal a cada litro de diesel mineral que venden.



Según el Ministerio de Minas y Energía, dicha medida abrió una demanda anual en todo el país de cerca de 1.260 millones de litros de diesel elaborado a partir de plantas oleaginosas como soja, palma, ricino y girasol.



Petrobras prevé para el próximo mes la entrada en operación de sus otras dos plantas, en los municipios de Montes Claros (estado de Minas Gerais) y Quixadá (Ceará), igualmente con capacidad para producir 57 millones de litros del combustible cada una.



La capacidad sumada de las tres plantas le permitirá a Petrobras, una empresa controlada por el Estado, pero con acciones negociadas en las bolsas de Sao Paulo, Nueva York, Madrid y Buenos Aires, atender cerca del 13,6 por ciento de la actual demanda.



Las plantas de la empresa están adaptadas para trabajar con diesel de origen vegetal (como ricino, girasol, soja y algodón), de origen animal (sebo bovino o porcino) o de residuos como aceite usado para freír alimentos.



Según Petrobras, las tres fábricas exigieron una inversión de 295 millones de reales (unos 188 millones de dólares) y generarán trabajo para unos 55.000 agricultores familiares contratados para ofrecer la materia prima.



En el discurso que pronunció en la ceremonia de inauguración de la fábrica, Lula destacó principalmente el carácter social del proyecto debido a que beneficiará directamente familias de agricultores en regiones pobres del país.



«Estamos impulsando una nueva matriz energética, pero cuyo objetivo principal es desarrollar las regiones más pobres de este país», afirmó el jefe de Estado.



«No es un combustible para llenar el tanque de un camión es un combustible para llenar la casa de un pobre brasileño de la comida que necesita», agregó.



Lula dijo esperar que el biodiesel tenga algún día una demanda como la que hoy tiene el etanol (alcohol combustible que Brasil elabora a partir de la caña de azúcar), cuyo consumo total ya se aproxima al de la gasolina.



Brasil, mayor productor y exportador mundial de etanol de caña de azúcar, tiene una importante flota movida con el combustible vegetal y desarrolló una tecnología que permite que casi todos los autos nuevos puedan consumir indistintamente etanol o gasolina.



«Sueño con el día en el que el biodiesel sea como el etanol y en que los camiones tengan un sistema que les permita usar 100 por ciento de biodiesel», afirmó el gobernante.



«El etanol necesitó 30 años para desarrollar su actual mercado, pero el biodiesel puede ser impulsado con la entrada de Petrobras al mercado y con la creación de una nueva empresa para administrarlo», agregó.



Lula aprovechó la ceremonia para anunciar la creación de la Petrobras Biocombustibles, una subsidiaria dedicada exclusivamente al biodiesel y al etanol, y cuya dirección tomó pose este mismo martes.



El proyecto brasileño para incentivar el biodiesel comenzó el 1 de enero de este año, cuando todas las distribuidoras fueron obligadas a mezclar 2 por ciento del diesel vegetal en el diesel mineral, y ese porcentaje saltó al 3 por ciento este mes.



La mezcla deberá ser elevada al 5 por ciento en 2013, aunque el Gobierno ya estudia anticipar esa meta para el 2010.



La medida también busca reducir la dependencia del diesel importado y las emisiones de gases contaminantes. EFE

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