El volcán Chaitén, de 960 metros de altitud, entró en erupción el pasado 2 de mayo y mantuvo por semanas una constante emanación de gases y cenizas, alternada con potentes explosiones.
Los habitantes de la sureña localidad de Futaleufú, afectada por la erupción del volcán Chaitén, amenazaron este miércoles con llenar la ciudad con banderas negras y argentinas en protesta por el cese del pago de un bono de ayuda a las familias que resultaron golpeadas por la emergencia.
Según afirma el Comité de Defensa de Futaleufú, el depósito del tercer pago del bono que el Gobierno concedió a las familias del lugar para paliar la emergencia generada con la erupción del Chaitén ha sido retenido por una entidad bancaria.
Los habitantes de la ciudad, ubicada a unos 1.400 kilómetros al sur de Santiago y a ocho kilómetros de la frontera con Argentina, emplazaron al Gobierno a que aclare la «confusa situación».
«Si la gente no tiene respuesta de hoy a mañana, esto se va a llenar con banderas negras y argentinas», advirtió en declaraciones al portal de internet Terra el presidente del Comité de Defensa de Futaleufú, Jaime Sandoval.
«Para mí, todo esto es una chacota (…) nadie da una explicación», se quejó el dirigente, quien señaló que serán los mismos vecinos los que decidirán si mañana la ciudad amanece con banderas del país vecino.
Sandoval hizo un llamado a la presidenta Michelle Bachelet para que tome cartas en el asunto, al denunciar que las autoridades regionales no han dado explicaciones.
Los habitantes de Futaleufú mantienen una fluida comunicación con las vecinas localidades argentinas de Trevelín y Esquel, a las que se trasladaron masivamente cuando la ciudad quedó bajo las espesas capas de ceniza que expulsó recientemente el volcán Chaitén, durante su período eruptivo más crítico.
La mayoría de los habitantes de Futaleufú dejó en mayo pasado el poblado y siguió así el ejemplo de Chaitén, la capital de la provincia, cuyos 6.000 habitantes abandonaron por completo el lugar.
El volcán Chaitén, de 960 metros de altitud, entró en erupción el pasado 2 de mayo y mantuvo por semanas una constante emanación de gases y cenizas, alternada con potentes explosiones.
Sobre su cráter de más de 800 metros de diámetro se levantó una columna de material incandescente de miles de metros.
Para mitigar los efectos de esta erupción, el Gobierno adoptó una serie de medidas, entre ellas la entrega de bonos para las familias evacuadas, subsidios y facilidades crediticias.
EFE
