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Los nexos de Frei con el Partido Socialista

Frei está consciente de la importancia del PS para su campaña. No sólo porque es la tienda de Bachelet, sino también por su estructura, organización y capacidad para mover gente. Por eso, hace semanas que Camilo Escalona inició conversaciones con el ex mandatario y juntos comenzarán a planear el desembarco socialista en su campaña. Fuentes del PS revelan que el lunes 26 de enero, luego de la proclamación PPD, el senador DC tendrá la primera reunión con ambas colectividades para determinar el trabajo en terreno y comenzar a «tantear» los nombres para el comando. En el PS ya mencionan a Arturo Martínez y Osvaldo Andrade.


En la convención del Partido Socialista, donde fue proclamado como candidato presidencial, Eduardo Frei inició su discurso y recordó a algunos miembros de la tienda que colaboraron con él en su época de mandatario. El énfasis del saludo, que sorprendió incluso al presidente del PS, lo puso cuando nombró al diputado Marcelo Schilling, quien estuvo a cargo de la poderosa subsecretaría de Desarrollo Regional en su gobierno. Pero había otro motivo para la afectuosa mención, mucho más antiguo: fue Schilling el primer contacto que tuvo Frei con el PS.

En 1986 ambos coincidieron en un acto, en un restaurante de Pichilemu, representando a sus respectivos partidos, para llamar a elecciones libres en Chile, en los últimos años de la dictadura. Se trataba de los primeros acercamientos de Frei con la política. Tres años después, en 1989, estrecharían lazos cuando inició la campaña para su primer periodo de senador por Santiago Oriente. En esa oportunidad, el secretario general del PS colaboró -a través de la institución llamada Casas del Pueblo- activamente en la organización de actos y encuentros ciudadanos en las comunas de San Ramón y La Pintana, en una elección donde fue electo por una amplia mayoría.

A pesar de este episodio, que lo conecta con la actual directiva, las relaciones de Frei con el PS no son cercanas. Con Camilo Escalona ha tenido profundas diferencias, en dos episodios importantes de su gobierno: «La crisis de Londres», como el propio ex mandatario bautizó ahora a las gestiones de su gobierno para traer a Pinochet de vuelta a Chile y el polémico arresto de uno de los personajes de moda en la actualidad gracias a la diputada Karla Rubilar y sus denuncias en materias de DDHH: el ex director de la Dina, el general Manuel Contreras, cuando la justicia lo condenó por el caso Letelier.

«Pinochet convenció a Frei que iba a dar un golpe», dijo Escalona sobre ese hecho, en una entrevista que concedió en 2006.

«En su discurso del sábado pasado, quedó claro que inició las conversaciones con Camilo mucho antes de lo que todos piensan», comenta una alta fuente PS. De ahí, se explica, los importantes guiños que hizo en la ceremonia, sobre todo para un sector fundamental de los socialistas: la plataforma sindical. Habló de terminar con el impedimento que tienen los dirigentes sociales para postular a cargos de elección popular y tocó el tema de la exclusión que se vive hoy en la política, en clara alusión al Partido Comunista y un posible pacto político, como ya lo ha planteado la mesa directiva del PS.

En el freísmo están conscientes del rol que deberá ocupar el progresismo en su campaña y a pesar de que ya ha notificado que no le entusiasma la idea de tener un jefe de campaña ni círculos de hierro, del PS saldrán las figuras que lo conectarán con el mundo laboral y de izquierda.

 La carroza de Germán Correa

Según recuerda un viejo militante socialista, Frei ha tenido buenas relaciones con el Tercerismo, específicamente con Ricardo Solari, quien es uno de sus líderes y con Germán Correa. De hecho, uno de los rumores que circuló fuerte en el PS, instalaba a Solari al centro: ya había mostrado su disposición para trabajar junto a Frei, semanas antes de que José Miguel Insulza se bajara de la candidatura presidencial.

A Germán Correa, lo conoció en la campaña presidencial del ’93, cuando éste en su calidad de presidente del PS, lo acompañó en extensas giras que abarcaron todo el sur y el norte del país. Pero la relación con Correa y con los socialistas se vio fuertemente dañada cuando éste fue sacado de su puesto de ministro del Interior. La connotación de este episodio, básicamente por la forma en que ocurrió, fue tan humillante para Correa que en el libro La Historia Oculta de la Transición del periodista Ascanio Cavallo se recrea un diálogo entre Frei y el ex ministro cuando ambos, el 18 de septiembre de 1994, apenas seis meses de iniciado el mandato, salían juntos de La Moneda para abordar la carroza que los llevaría al Te Deum.

En aquel momento, según recuerda un cercano, Correa sospechaba que algo podría suceder con él, pero no se imaginaba que dos días después y luego de haber paseado en la carroza, Frei haría un cambio de gabinete y él sería uno de los más perjudicados públicamente. De ahí que cada vez que hay un rumor de cambio, algunos ex ministros en tono de broma, comentan: «Ojalá no te paseen en la carroza».

Sin embargo, el día de la Convención, Correa estaba en primera fila junto a su esposa. Frei lo saludó y agradeció el gesto de su ex ministro, quien hacía pocos días había escrito una columna llamando a cuadrarse tras su candidatura.

Más allá de ese episodio, en el PS comentan que el senador ha tenido buenas relaciones con otros miembros del partido y que éstas comenzaron en su primer periodo en el Senado. Con Ricardo Núñez, el abogado y ex senador Hernán Vodanovic y Jaime Gazmuri, con quien compartió en la Comisión de Hacienda. Entre ellos se cuentan también a Jaime Estévez, con quien almorzaba en el Cap Ducal de Viña del Mar cuando era parlamentario y Luis Maira, que fue su ministro de Planificación. Una de las mayores cercanías con el PS la tuvo, sin duda, con José Miguel Insulza, subsecretario y luego Canciller de su gobierno, época en que el secretario general de la OEA explotó como figura pública en la política. Esa es una de las razones por las que el Pánzer, en medio de la carrera presidencial y antes de bajarse, dijo que le debía mucho a Frei.

Una alta fuente del PS, que ha conversado con el senador, explica que está consciente que debe entenderse con la mayoría, es decir, con Escalona. Pero en el freísmo advierten que su deseo es conversar con todos y que públicamente será esa la señal que entregará. «Con Escalona, en general, tienen una buena relación. No sólo porque comparten en sus distritos. Ellos estrecharon lazos en el primer periodo de Bachelet, cuando ella nombró a Belisario Velasco en Interior. Algo en lo que Escalona estuvo involucrado», comentan en el PS.

En el futuro comando presidencial, algunos socialistas creen que debieran estar representadas todas las tendencias. Así se lo plantearán el próximo 26 de enero cuando se reúnan por primera vez luego de la proclamación del PPD. Será la primera de muchas citas para afinar detalles del comando.

Pese a que Frei ha dicho que no quiere tener generalísimo y que se inclinaría por establecer un comité ejecutivo transversal (que en el freísmo aún desconocen como se llamará), los nombres para ocupar cargos de importancia ya han comenzado a florecer en el PS. El jueves 15 de enero, día de la inscripción de candidatos para la Convención Socialista, quienes concurrieron con la papeleta que tenía el nombre del ex mandatario representaban a la gran mayoría del partido: Osvaldo Andrade por la Nueva Izquierda, Juan Pablo Letelier por los Terceristas y Miguel Ángel Aguilera por los Renovados.

Según los cálculos de los socialistas, Frei deberá incluir al mundo laboral en su plataforma de campaña y los nombres en el PS ya estarían decididos: el presidente de la CUT y ahora vicepresidente del partido, Arturo Martínez y el ex ministro Andrade, quien el fin de semana declaró su disposición a trabajar en la campaña. De hecho, el día de la proclamación, al despedirse, Frei le preguntó a Marcelo Schilling por «Osvaldo» y éste le indicó el lugar donde estaba sentado, a un costado superior del anfiteatro.

El socialista en los Océanos Azules

En la actualidad, otro contacto visible de Frei con el mundo socialista ha sido el ex presidente del Colegio Médico, Juan Luis Castro, quien ha trabajado los últimos cinco meses en la instancia Océanos Azules, donde Frei ha reunido a profesionales de diversas áreas, en su mayoría independientes, para preparar los ejes programáticos de un eventual gobierno. En esas tareas, Castro, criticado dentro del PS por «desobedecer los acuerdos del partido», ha formado parte de este equipo, que hoy le entregará el primer documento con propuestas programáticas, en el Hotel Crowne Plaza, donde recibirán a Frei mil profesionales.

El ex mandatario conoció a Castro producto de la colaboración del Colegio Médico en los peritajes de la investigación por la muerte de su padre.

Otros socialistas que se han unido a Frei, antes de que el partido lo proclamara oficialmente, son el alcalde de Puerto Montt, Rabindranath Quinteros y el ex subsecretario, Cristóbal Pascal.

Aunque ya lo ha advertido públicamente, es probable que Frei enfrente un problema en la conformación de los equipos de campaña cuando tenga que relacionarse con los partidos. Sus principales condiciones son «caras nuevas y jóvenes», justamente lo que no abunda en las colectividades concertacionistas y en los partidos en general. Sobre esto, Juan Luis Castro explica que «en los Océanos Azules hay una instrucción perentoria de que esto se abra de par en par y que no se convierta en un club de amigos para luego agarrar cargos en un eventual gobierno».

Por eso, en el PS ya han comenzado a barajar nombres: Danae Mlynarz, la ex candidata a alcaldesa por Ñuñoa y Patricia Roa (ex asesora de José Miguel Insulza, que se desempeña en la OIT). También jóvenes del Comité Centra: Natalia León (socióloga), Camila Alvear (abogada), Gina Hidalgo (egresada de derecho) y el propio presidente de la juventudes PS, Daniel Melo. A eso se sumarían los parlamentarios: Marcelo Díaz y Alfonso De Urresti.

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