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El «estilo K» de la ministra Serrano

La titular del Trabajo, tan estilosa como la mandataria argentina, está comenzando a tomarle el pulso a la agenda en materia de desempleo. En el Ejecutivo están preocupados, pues saben que en esta crisis la suya será una cartera de alta exposición mediática y ciertos «errores», como califican algunas de sus declaraciones, han hecho que los ojos estén puestos en cada una de sus intervenciones. Altamente valorada por Bachelet, con quien comparte su fascinación por la serie norteamericana «C.S.I», se espera que no naufrague en medio del «vendaval» que anunció su jefa.


Estudiosa y fanática de los zapatos y las carteras -al igual que la señora K- la ministra Claudia Serrano enfrentará este año uno de los más duros que se recuerden, desde la Crisis Asiática, en materia de desempleo.

Sin embargo, lo primero que hizo al llegar al Ministerio del Trabajo fue preguntar por una peluquería: «Que sea buena y que esté cerca». Es que a su fama de matea se le suma también la de pretenciosa: su maquillaje la acompaña a donde vaya, al igual que las minutas de contenido con información sobre los proyectos de ley que tiene a su cargo.

Sabe que la tarea no será fácil. A los anuncios de movilizaciones de la CUT para marzo, que tiene en su Secretaría de Negociación Colectiva y Conflicto al dirigente Cristián Cuevas, se suma la paralización de las obras del edificio Costanera Center erigido en un símbolo de la compleja coyuntura.

Al interior de su gabinete, también vive momentos complicados. El abogado y doctor en Derecho Laboral, Cristián Pumarino, renunció hace pocos días. El profesional, que había decidido quedarse luego de la partida de Andrade y que fue pieza importante en la ley de la «semana corrida» y en otros proyectos, no volverá de sus vacaciones a esa repartición. «Es una lástima, porque era un hombre clave en el trabajo legislativo», comenta un parlamentario miembro de la Comisión de Trabajo de la Cámara.

Mientras se disparan las cifras de desempleo, que según analistas alcanzarán los dos dígitos, en la CUT observan con preocupación el rol que jugará Serrano en esta etapa. «No sólo por las desafortunadas declaraciones que le hemos leído en la prensa», comenta un alto dirigente, aludiendo a sus intervenciones con respecto a la «semana corrida». En la multisindical ven con desconfianza la cercanía que tiene con el ministerio que dirige Andrés Velasco.

Vivienda y Decoración

En Interior recuerdan que cuando ocupaba el cargo de subsecretaria de Desarrollo Regional, Serrano trabajaba con un estrecho círculo de colaboradoras, las que la acompañan hasta hoy en su nueva tarea. Se trata de su jefa de gabinete, Paula Pacheco, Marcia Pineda, encargada de comunicaciones, y la periodista Alejandra Jorquera, pareja de su sucesor en la Subdere, el PS Mahmud Aleuy.

Ese grupo va con ella a todas partes. No importa si las reuniones son de carácter técnico, como la de la semana pasada en la Dirección del Trabajo, cuando llegó con las tres a la cita donde no había prensa. En Palacio cuentan que son «su brazo derecho». Recuerdan que muchas veces se encargaban de comprarle los regalos que necesitaba para alguna celebración y sólo en ellas confía asuntos tan íntimos como el pago de sus cuentas personales.

Cuando llegó al gabinete de Trabajo, una de sus primeras decisiones fue decorar su oficina. Cambió la fotografía que había de uno de los últimos actos de la CUT en el que participó Salvador Allende -que era del ex ministro Andrade- y lo reemplazó por telas de distintos estilos y colores. También mandó a tapizar las sillas de la oficina de reuniones, según consigna el portal Chilecompras. «Tiene buen gusto para la decoración», comenta un asesor de Palacio que la conoció en su anterior cargo.

De figura delgada, le gusta usar trajes y faldas, con una clara preferencia por el corte largo. Ama los platos vegetarianos, con verduras de la estación, y el agua mineral. Admiradora de Giorgio Armani, en las reuniones distendidas se autodenomina como «pituca».

Valparaíso mi amor

Para relajarse la ministra Serrano tiene dos lugares predilectos que la «transportan a otro mundo», según comenta una amiga. El primero, su casa en una exclusiva comunidad Castillo Velasco, donde comparte con su esposo, el gerente general de Correos y militante PS, Patricio Tapia, y su perro Carolo.

El segundo, un «caserón» en el Cerro Playa Ancha de Valparaíso revestido de adobe y con una privilegiada vista al mar. Un lugar del que ella misma confesó haberse enamorado.

Los cerros del puerto la sedujeron como a muchos otros concertacionistas. Su casona se ubica dentro de una zona patrimonial del sector y, según un cercano, lo adquirió hace ya más de tres años. Para hacerse una idea de lo amplia y hermosa que puede llegar a ser una de estas propiedades, según un corredor de propiedades, sus tamaños van desde los 300 a 500 metros cuadrados construidos, aproximadamente. Algunas casas del sector pueden costar hasta 160 millones de pesos.

El gusto por Valparaíso ha sido contagioso y desde antes de 2000 ha cautivado a destacados personajes del «red set» oficialista como el senador Guido Girardi, quien tiene una enorme propiedad en el Cerro Alegre y el ex ministro Ricardo Lagos Weber, que hace poco adquirió una en el Cerro Yungay. La lista de quienes han elegido el Puerto, es larga: el ex asesor del Segundo Piso en el periodo de Lagos, Ernesto Ottone, la abogada Carmen Hertz, la periodista Patricia Politzer y su esposo, Arturo Navarro, entre otros.

Terapias alternativas

Al menos una vez por semana la ministra visita al doctor Kim, especialista chino en acupuntura y famoso entre los políticos. Kim ha tratado dolencias del senador UDI Hernán Larraín y su esposa, del secretario general de la OEA, José Miguel Insulza y del ex ministro radical Isidro Solís, entre otros.

Madre de Miguel Crispi, estudiante de sociología y quien recuperó para el PS la presidencia de la FEUC, Serrano desarrolló su carrera en CIEPLAN y en la Municipalidad de Santiago, donde conoció a la actual ministra de Vivienda, su amiga Patricia Poblete.

En lo político, Serrano, de profesión socióloga, es cercana a «Pancho» Aleuy, hombre de confianza de Camilo Escalona, y a pesar de que tiene nexos en la Nueva Izquierda, como su esposo, la propia ministra se ha encargado de aclarar que no pertenece a ese sector que hoy domina al partido. «No he ido nunca a una reunión de la Nueva Izquierda, pero es verdad que tengo cercanía política y fraternal con personas de esa tendencia. También he estado vinculada al tercerismo, entre ambos navego», ha dicho.

En su entorno comentan que le ha costado acostumbrarse al nuevo ritmo de las cámaras de televisión y de la prensa. En su cargo anterior, la Subdere, la demanda mediática era casi nula, aunque en una de las pocas entrevistas extensas que concedió, en la derecha la criticaron por sus dichos. Sin embargo, quienes han conversado con ella en el último tiempo, dicen que está fascinada con los flashes.

El pasado 26 de enero tuvo su debut con los empresarios en Icare. En el encuentro, habló del complicado 2009 en materia de empleo. Sin embargo, ahí no ahondó en sus dichos a El Mercurio, cuando catalogó la ley de la «semana corrida» como un «desacierto colectivo en el cual este ministerio tuvo mucha responsabilidad, los parlamentarios también». Palabras que le valieron críticas inmediatas de su antecesor Osvaldo Andrade y que causaron molestia en el PS.

Lo más polémico vino después. A la salida de Icare fue abordada por la prensa. Al ser consultada por el proyecto que termina con la inhabilidad de los dirigentes sindicales para optar a cargos de representación popular, Serrano dijo que «(…) se presta para imaginar intereses cruzados» Y agregó: «(…) yo prefiero a un muy buen dirigente social, a un muy buen dirigente sindical y a un muy buen parlamentario».

Lo que no había leído la ministra ese día, según le reconoció a los periodistas, era la nota con llamado en portada del cuerpo B de El Mercurio sobre el tema, donde su colega de la Segpres, José Antonio Viera Gallo, informaba que el gobierno repondría la urgencia del proyecto.

Arturo Martínez, uno de los principales favorecidos con esta iniciativa, ha defendido férreamente esa condición. Sobre todo porque el líder sindical es también vicepresidente del partido de Serrano.

La propia Bachelet lo había anunciado en el último discurso del 21 de mayo y Frei se lo prometió al PS en el acto de proclamación el 17 de enero pasado, donde Serrano estaba sentada en primera fila, a la derecha del escenario.

La importancia de Hacienda

Una de las mayores preocupaciones en la CUT es la cercanía de Serrano con Hacienda y los mensajes que ha enviado a los empresarios. No saben si su actuar responde a que está siendo «digitada» por la cartera que dirige Andrés Velasco o está cumpliendo el mandato presidencial. Serrano, como buena socióloga, necesita de grandes cantidades de información para decidir. «No es resolutiva y en Trabajo necesitamos decisiones políticas rápidas», comentan en la CUT. Muchos no ven con buenos ojos las visitas de los asesores de Teatinos 120 que ha recibido en su gabinete: Luis Felipe Sáez y Cristóbal Huneeus.

Por eso, los parlamentarios que participaron en las sesiones para aprobar el proyecto que mejoraba el Seguro de Cesantía, al que equivocadamente Serrano insistía en llamar «subsidio», comentan extrañados que en su tramitación escuchaba, muchas veces, a los asesores de Hacienda como Alejandro Micco y no a los de Trabajo. «En mi opinión ella cree que es genuinamente autónoma, pero sabemos que no es así y nos preocupa», comenta a El Mostrador un senador oficialista que se excusa de ser identificado.

En un año donde deberá enfrentarse a la prensa casi tantas veces como el vocero de gobierno, Serrano deberá mejorar sustancialmente la elaboración de sus mensajes. En Palacio están preocupados y altas fuentes explican que es importante «evitar las inconsistencias y las contradicciones que ha mostrado en sus primeros meses». Como ejemplo, citan sus declaraciones respecto a la ley de la «semana corrida» en sus primeros días de ministra: «No voy a hacer un cambio ni voy a debutar como Ministra del Trabajo instalando una modificación a una ley sin conversar con los trabajadores»; «Es deseable postergar la aplicación de la ley de semana corrida».

Mientras, en el Ejecutivo esperan que Serrano no naufrague producto del «vendaval» en materia de desempleo, que anunció su propia jefa.

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