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Atrincherados en la web

Desde personas que venden un riñón hasta analistas de televisión, los foros y comunidades virtuales soportan lo que sea, en una suerte democracia que aún es irritante para los medios tradicionales que se han subido al carro porque no tienen otra opción.  Un sicólogo y un forero antiguo predicen cómo será el fenómeno que llegó para cuestionar los límites de la libertad de expresión.


«Chica joven, 24 años, muy saludable, no he bebido alcohol ni he tomado drogas en mi vida. Tengo gravísimos problemas económicos y vendo  un riñón al mejor postor. Contactar.»  Este es un comentario del 2 de febrero a un posteo aparecido en agosto del año pasado en revista La Página, un sitio de opinión chileno. Sobre todo funciona como una prueba de que la libertad que entregan los foros y blogs en Internet permiten prácticamente cualquier cosa.

Algo que saben hace más de diez años las personas sumergidas desde el principio en el ciberespacio, pero que terminó de masificarse en Chile el día en que La Tercera, uno de los diarios tradicionales, estrenó en noviembre su nuevo sitio web, con la posibilidad de  que los lectores comenten los artículos. Si en la prehistoria de Internet las comunidades parecían nichos exclusivos de  geeks, ahora los blogs y foros de todo tipo funcionan como cantinas virtuales donde la gente muchas veces entra a ajustar cuentas. En la jerga estos usuarios se llaman «trols», gente que aprovechando el anonimato para disparar con ventilador. «Internet tiene características que caen perfecto en Chile, donde es muy común tirar la piedra y esconder la mano, la red te permite hablar sin necesariamente dar la cara» dice el sicólogo clínico de la Universidad Central, Marco Antonio Campos.

El problema es que cuando se tienen a la vista la mayoría de las  expresiones dan ganas de recomendar a los autores una manera más efectiva de utilizar el tiempo, sobre todo cuando es casi seguro que ese comentario se convertirá  en basura dentro de la red y jamás llegará a oídos del aludido.  Según explica Campos, hay temas y personajes que son especialmente fértiles para estimular los comentarios, «el espacio en la red sirve a mucha gente que está silenciada en momentos que la distancia entre las personas y la clase política ha aumentado mucho y el descontento hace que apenas tengan la oportunidad se expresen», dice el sicólogo. No da ejemplos concretos pero basta revisar cualquier artículo que contenga las palabras «Transantiago», «Corrupción» o «Piñera» o recordar los cientos de comentarios debajo de la columna con que se despidió Hermógenes Perez de Arce, o el nutritivo feedback a favor y en contra que generan la opinión dominical de Carlos Peña, los dos en El Mercurio. El decano aún no se anima a abrir la chacra para  que los lectores comenten las notas y sólo lo permite en su espacio de columnas.

Los animales humanos 

Detrás de la prehistoria de los foros en Chile está Esteban Cuevas, creador de El Antro.cl un sitio que puede anotarse varias historias en su bitácora: las fotos del cuerpo descuartizado de Hans Pozo en la morgue, el video de «Wena Naty», las fotos de Alejandra Valle desnuda, el video que terminó con la carrera de El Profesor Rossa, entre otros. «El foro saca la parte animal que tienen todas las personas, la necesidad de ponerle el pie encima al otro», explica Cuevas, quien está acostumbrado a que una vez al año algunos «enemigos» le hackeen el sitio poniendo fotos trucadas suyas o de su familia, acompañada de una sustanciosa grosería.  Esteban Cuevas considera natural cierto nivel de animadversión en los comentarios, «más tonto sería creer que a todo el mundo le guste el trabajo que hacemos».

Si en países donde el blogueo está más desarrollado algunos sitios pagan a gente para que opine y así los mantenga activos, en Chile el Antro, que tiene más de un millón de miembros fijos,  es parte de Killtro.cl un portal que desde 2005 desarrolla comunidades en Internet y  agrupa a otros sitios  con variados intereses, como Frogueros, dedicado a la tecnología y One.cl de carácter misceláneo. «Con Killtro buscamos profesionalizar algo que hace mucho tiempo estaba en el aire, es una red de comunidades con unos 100 webmasters que controlan los comentarios y aportes de los usuarios», dice María de los Ángeles Ureta, encargada de asuntos comerciales del sitio, que la próxima semana estrena el foro del Canal del Fútbol, otro reducto muy estimulante para los opinólogos en la red.

Porque los sitios más serios son especialmente los de tecnología, como Fayerwayer.com o Chilehardware (CHW.NET) donde es muy raro encontrar garabatos o descalificaciones. Otro que se ha ganado citas en la página de televisión de El Mercurio es el Foro de Televisión y Espectáculos Chilenos (FOTECH), donde  hay buenos analistas.  «Es normal que las parrillas programáticas de verano sean muy light ya que por estas fechas las producciones no marcan mucho rating a excepción de algunos pocos, confío en que a partir de marzo la parrilla programática de la televisión chilena en general mejore», dice un forero alarmado por el exceso de repeticiones en la pantalla local.

No es tan descabellado decir que el posteo en Internet será con el tiempo una versión más democrática de las «cartas al director» seleccionada con pinzas antes de ser publicada e interpretada muchas veces como el barómetro de la sociedad. «Los foros empezarán a tener efecto sólo cuando los medios empiecen a recogerlos como opiniones válidas de la gente, así como se hace con algunas cartas al director, eso también ayudará a que la gente haga comentarios más serios» dice el sicólogo Campos.

 

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