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Lo que espera el personal médico del futuro ministro de Salud

Los trabajadores del sector ven con cautela el aterrizaje en el gobierno del director médico de la Clínica Las Condes, ya que tienen como referencia los problemas que sus pares tuvieron al negociar con la entidad privada el año pasado. El presidente de la Fenpruss, Claudio González, aseguró que estarán atentos a posibles conflictos de interés y a cualquier atisbo de una privatización del sistema.


La llegada en marzo del nuevo ministro de Salud, Jaime Mañalich, ligado al mundo privado como director médico de la Clínica Las Condes, está siendo observada con cautela en los gremios de la salud pública.

Y no sólo porque este médico cirujano de la Universidad de Chile forme parte del selecto grupo de gerentes y empresarios que conforman el nuevo gabinete de “excelencia” que fue presentado el martes último por el Presidente electo, Sebastián Piñera, sino que, entre otras cosas, por los obstáculos que han debido sortear los trabajadores del recinto asistencial privado a la hora de llevar adelante negociaciones con la plana ejecutiva del mismo y donde uno de los interlocutores ha sido precisamente Mañalich.

El presidente de la Federación Nacional de Profesionales Universitarios de los Servicios de Salud (Fenpruss) Claudio González, cree que la falta de experiencia  en el ámbito público es por ahora uno de los flancos débiles del futuro secretario de Estado, aunque su currículum da cuenta que hasta hace 15 años se desempeñaba como jefe de la Unidad de Diálisis y Jefe de la Unidad Intensiva de Nefrología del Hospital Clínico de la Universidad de Chile.

Pero el dirigente confía en que la designación de las demás autoridades que lo secundarán en el Minsal le permitirá un aterrizaje más suave en el cargo que asumirá el 11 de marzo. “En el mundo de las clínicas se pueden desarrollar acciones complicadas de hacer en el mundo público, sobre todo porque el acceso a recursos es radicalmente distinto. Por eso esperamos que la designación del subsecretario –de Salud- ayude a mejorar la falta de experiencia en el sistema público de Mañalich”, sostuvo.

Conflictos de interés

González sostiene que las principales aprensiones de los gremios se centran en la profundización de la complementariedad público-privada en salud, donde según explica, “sabemos que hay áreas grises en que incentivos perversos funcionan muy bien: estaremos atentos a excesivas compras de servicios al mundo privado y a cualquier indicio de que existan conflictos de interés”.

Otro punto que los complica es la posición que fije el nuevo ministro frente a la concesión hospitalaria, el traspaso de la gestión clínica a privados, la puesta en marcha de los Hospitales Autogestionados a partir del 1 de febrero de este año y el tratamiento para reducir las listas de espera.

“Sobre todo considerando que el programa de Salud de Sebastián Piñera intensifica la transferencia de recursos hacia el sector privado, a través de las externalizaciones y la compra de servicios”, agrega el dirigente.

Por ello, González asegura que Mañalich “debe reconocer que las cosas en la salud pública no funcionan igual que en el sistema privado, y que el lucro no es el principal fin. Por lo tanto, deberá concitar todos los consensos posibles para arribar acuerdos con los diversos actores del sistema de salud y en particular con los representantes de los trabajadores”.

Unidad del sector

¿Les preocupa que Mañalich no posea cercanía con los sindicatos?

-Sí, porque no sabemos cómo será su comportamiento. Entendemos que los sindicatos de Las Condes tuvieron muchos problemas en las negociaciones en 2009, lo que es común en los holding de los empresarios nombrados en el gabinete.

El diálogo social al parecer no está en los libros que han leído en el nuevo gobierno.

¿Y cómo piensan enfrentar este nuevo escenario?

-Tenemos una apuesta, y es que el 2010 vamos a consolidar la Coordinadora de Gremios de la Salud Pública, que comenzó a funcionar a partir de la negociación del sector público del año pasado.

Para ello  tenemos compromiso con los compañeros de Confenats y otros gremios de iniciar un proceso en conjunto en 2010.   Derechamente vamos a establecer negociaciones de mejoras salariales unidos. Así, habrá una fuerza sindical que agrupa a 60 mil trabajadores de la Salud.

-¿No les preocupa que Mañalich pueda favorecer al mundo privado desde su cargo?

-Lo que menos esperamos es que intereses personales de un ministro estén por sobre los intereses del país. No creo que esté en esa línea.

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