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Decretan medidas cautelares contra el ex futbolista Jorge «Coke» Contreras

La Fiscalía Centro Norte lo sindica como el nexo que aprobaba la transacción de droga que realizaba su pareja, Angela Candelori, con el proveedor de clorhidrato de cocaína, Alfredo Quijada.


El tercer Juzgado de Garantía decretó las medidas cautelares de firma quincenal y arraigo nacional contra el ex futbolista Jorge ‘Coke’ Contreras Lira, luego de que fue formalizado por el delito de microtráfico.

Contreras fue detenido ayer domingo al mediodía en el aeropuerto internacional, debido a una orden de detención pendiente que registraba en su contra. Durante esta jornada negó cualquier imputación al delito de tráfico. Sin embargo, la Fiscalía Centro Norte lo sindica como el nexo que aprobaba la transacción de droga que realizaba su pareja, Angela Candelori, con el proveedor de clorhidrato de cocaína, Alfredo Quijada.

En tanto, Candelori fue detenida el viernes en Avenida Kennedy con Jerónimo de Alderete en las cercanías del domicilio que compartía con Contreras. Al interior de la casa, fueron encontrados 24 gramos aproximadamente de clorhidrato de cocaína. Ella fue formalizada durante la jornada de hoy por el mismo delito quedando con firma quincenal y prohibición de salir del país.

Al igual que Candelori fue formalizado el proveedor de la droga por los mismos delitos, Alfredo Quijada Espinoza, quien aparentemente, según información proporcionada por el abogado de Contreras Héctor Concha, tendría algún tipo de parentesco con Candelori, y fue detenido en la comuna de Renca, donde habitaba.

En esta causa, también fue llamado a declarar esta mañana el ex futbolista Marcelo Vega.

En su defensa, Contreras, afirmó que «dicen que yo era la persona que se comunicaba y pedía las cosas. Aquí yo estoy involucrado en un tema que lamentablemente se relaciona a mi pareja y por eso me detuvieron. Pero en la investigación quedaré libre de toda la culpa. No tenía idea de lo que sucedía, al señor Quijada lo conozco porque era del barrio de mi conviviente, pero no es familiar de mi conviviente. Me nombran a mí por un tema de escuchas (telefónicas) y ahí el OS7 piensa que estoy metido. Mi pareja es la que se metió en la droga y yo en algún momento la acompañé pero no tenía idea».

A lo anterior, el ex seleccionado nacional agregó que a Quijada lo conocía y que»lo visitaba por amistad, hace un tiempo, no tenía idea de todo lo que le pasó. Lamentablemente, me veo involucrado en una situación que lo hacen ver hasta como una especie de rédito «.

El fiscal Maximiliano Krausse expresó que «la dinámica de las conversaciones telefónicas es que él comentaba a Contreras que necesitaba más droga, Contreras hablaba con Quijada. La conviviente de Contreras se comunicaba con Quijada y se llevaba a cabo la transacción. Si ellas autónomamente hubiese podido llevar a cabo la tráfico de droga la intervención de Contreras hubiese sido innecesaria pero era como un denominador común de las conversaciones. No sabemos si los dos conocían a Quijada o solamente uno de ellos».

Sin embargo, la defensa del ex futbolista afirma la existencia de vínculo de parentesco entre la mujer y el proveedor de droga, afirmando el abogado que ignora «por qué (Contreras) se comunicaba con Quijada, además del vínculo de parentesco que tiene con su señora, pero cualquiera puede tener un pariente que esté metido en problemas y no por eso será responsables de esas conductas. Al parecer es un familiar, pero desconozco si es directo.»

Con respecto a las intercepciones telefónicas que menciona el Ministerio Público como pruebas que le permitieron establecer el rol que Contreras tenía con el tráfico de estupefacientes, Concha argumentó que sabe «que hay unas grabaciones pero no el contenido de las mismas. Ser familiar no significa que tenga participación culpable. Si hubiera tenido sospechas (de que su pareja estaba involucrada en tráfico) ni siquiera habría participado en muchas cosas para no involucrar a nadie. Puede ser que uno por estar en un lugar o por andar con una determinada persona sea imputado o tengan sospechas sobre él»

El tribunal decretó un plazo de investigación de 90 días.

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