Un sencillo examen, realizado a la población de riesgo, ayudaría a reducir las muertes por ruptura de aneurisma aórtico abdominal, enfermedad con un 80% de mortandad entre quienes la padecen.
La ruptura del aneurisma aórtico abdominal causa la muerte del 80% de las personas que lo sufren, incluyendo a quienes no alcanzan a ser atendidos en un centro hospitalario. “Si bien la mortalidad intrahospitalaria por la enfermedad ha tendido lentamente a la baja, en la última década alcanza el 41%, en general, y a 28% en nuestra Institución”, señala el doctor Renato Mertens, jefe del Departamento de Cirugía Vascular y Endovascular de la Universidad Católica.
Todas estas cifras no hacen sino establecer un marco para hablar de una patología que según la percepción de los especialistas, cada día se presenta con más frecuencia en hombres de menor edad. Ya no son los abuelos quienes se mueren por su causa, sino también los padres, hombres que no necesariamente alcanzan a ser adultos mayores. Son fumadores, o lo fueron en algún momento de sus vidas, tienen el colesterol alto, y en menor medida, también se detecta una incidencia de la hipertensión ¿Conoce a alguien con estas características? Esta es la población de riesgo de la fatal enfermedad.
Siguiendo con los números, hay otros que pueden ser más alentadores: quienes se someten a la intervención electiva necesaria para tratar el aneurisma aórtico abdominal antes de su ruptura, tienen una mortalidad que fluctúa entre 0,7 en centros con experiencia como la Universidad Católica y 5% en hospitales generales.
Según el doctor Mertens esto “demuestra la importancia del diagnóstico y tratamiento oportuno para mejorar la expectativa de vida de estos pacientes”. La única forma de tratamiento es una intervención quirúrgica que debe reparar el ensanchamiento de la aorta, para lo cual existen diversas técnicas.
La ecografía abdominal es un examen simple, económico, ambulatorio y completamente indoloro, que ayuda a reducir las altas cifras de mortalidad de esta enfermedad, pues permite detectar la presencia del aneurisma aórtico abdominal antes de que este cause problemas. El facultativo señala que “un programa de detección dirigido a individuos en mayor riesgo, podría reducir la tasa de ruptura aórtica, mejorando la calidad y cantidad de vida de los pacientes, minimizando la letalidad del AAA y reduciendo el gasto para el tratamiento de la ruptura y sus complicaciones”.
Un aneurisma se presenta cuando una arteria se dilata. La aorta abdominal es un vaso sanguíneo grande, encargado de irrigar el abdomen, la pelvis y las piernas. Los aneurismas son a menudo asintomáticos. Sin embargo, al alcanzar cierto tamaño o si se expanden rápidamente, se pueden romper y los síntomas aparecen de forma súbita, sin aviso previo y hay riesgo vital inmediato.
Síntomas:
· Sensación palpitante en el abdomen
· Dolor en abdomen o espalda intenso, repentino, persistente o constante. El dolor puede irradiarse hasta la ingle, los glúteos o las piernas.
· Rigidez abdominal
· Náuseas y vómitos
· Sudor frío
· Frecuencia cardíaca rápida, taquicardia.
· Shock
· Inestabilidad, mareos o desmayo.
