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Las redes empresariales del nuevo ministro de Vivienda

Con un currículum que jamás llegaría a una oficina de head hunting, hermano del poderoso brazo derecho de los Luksic, jugador de bridge, miles de amigos, Pérez Mackenna genera expectativas. “Veo como una decisión muy interesante su nombramiento. Hizo una buena gestión; sabe escuchar y respeta la opinión de los demás, condiciones que no están en el gobierno”, dice Juan Carlos Latorre, el diputado por Rancuagua que interpeló a su antecesora Magdalena Matte.


Ayer a las seis de la tarde debía entregar 300 subsidios, pero en lugar de estar en Rancagua, en la aldea San Antonio, juraba como ministro en La Moneda.

En cuanto se enteró de la noticia el diputado más crítico de la gestión de Magdalena Matte, a quien interpeló, lo llamó para felicitarlo.  “Le dije que en situaciones normales el ministerio era complejo, pero más con la reconstrucción y que contara con mi disposición a colaborar con él. Creo que ha realizado una buena gestión. Demostró condiciones que no están muy presentes en el gobierno: escucha y respeta la opinión de los demás. Por eso que veo como una decisión muy interesante su nombramiento”, sostiene Juan Carlos Latorre de la DC.

Dueño de uno de esos currículums que jamás llegarían a una empresa de head hunting, Rodrigo Pérez Mackenna (50) estaba en la etapa más tranquila de su vida -tal como Laurence Golborne- dedicado a los directorios, a invertir sus platas en distintos negocios y a sus hobbies cuando lo llamó Sebastián Piñera para el cargo de intendente.

El terremoto había derrumbado su casa de campo en Nilahue, en la Sexta Región. “Cuando viene de vuelta y ve toda la provincia en el suelo, le comentó a su mujer tengo que ‘devolverle a la vida lo que nos ha dado’, vamos a hacer algo. Días después lo llamó el Presidente”, relata el diputado UDI Alejandro García-Huidobro citando las palabras que el ahora ex intendente le comentó a varios parlamentarios.

Aceptar la nominación implicó dejar a su familia compuesta por seis hijos en Santiago. Tres veces por semana abandonaba la intendencia a medianoche, volvía a su casa, y a las siete de la mañana estaba de vuelta en su trabajo.

“Hacía bastante terreno y en horarios que no necesariamente son habituales en esa tarea. No quiero hacer un panegírico de este hombre, pero lo vi trabajar en terreno conversando con dirigentes sociales, acaldes, concejales de todas las tendencias. Es una persona muy accesible”, agrega Latorre.

[cita]Toda su vida trabajó en bancos: el Citi, el Bankers Trust que, más tarde, fue adquirido a nivel mundial por el Deutsche Bank. Fue en este último donde alcanzó la cúspide. Fue su gerente general durante siete años y lo llevó a uno de los tres primeros lugares dentro de los bancos de inversión según monto de operaciones transadas.[/cita]

Apreciación que comparte el diputado García Huidobro, quien alaba su humildad, pero que no coincide con la descripción de un importante ejecutivo que trabajó con él. “Es muy trabajador, pero muy porfiado, si le discutes algo cuesta que se convenza. Es igual a Pancho, su hermano”, dice un ex “citi boy”, como se les llamaba a los ejecutivos del Citibank, que comandó Piñera en los 80, pero con el cual no coincidió la nueva autoridad.

Siempre que se habla de Rodrigo Pérez Mackenna sale a relucir el mismo comentario: “es hermano Francisco Pérez Mackenna”, el brazo derecho del grupo Luksic como gerente general de Quiñenco. Sin embargo, no hay celos: “se llevan estupendamente bien”, dice Ignacio Guerrero, socio de CMB y muy cercano a Piñera, a quien representaba como director en Lan.

Hombre de la banca

Toda su vida trabajó en bancos: el Citi, el Bankers Trust que, más tarde, fue adquirido a nivel mundial por el Deutsche Bank. Fue en este último donde alcanzó la cúspide. Fue su gerente general durante siete años y lo llevó a uno de los tres primeros lugares dentro de los bancos de inversión según monto de operaciones transadas.

«El éxito del Deutsche en Chile es el testamento del liderazgo de Rodrigo Pérez Mackenna», dijo el director de la institución para las Américas, Seth Waugh, al reconocer su gestión.

En su carrera fueron claves Juan Bilbao y Patricio Parodi, bajo cuyo mando trabajó y con quienes terminó siendo amigo y socio. Se fueron moviendo juntos: del Citi, donde Pérez fue gerente general de la corredora, reportándole a Parodi; al Bankers, donde Bilbao era presidente, Parodi, gerente general, y el nuevo ministro, gerente de inversiones de la AFP Provida, filial del Bankers. Ahí manejaba US$ 2.500 millones que debía junto a su equipo invertir en renta fija. En la posta sucedió a Parodi en la gerencia general de compañía de seguros de vida de Bankers y después fue gerente de inversiones del banco. Un monstruo en esa época: como acreedor de muchas empresas chilenas que no le pudieron pagar terminó convertido en accionista, a veces mayoritario de grandes compañías.

El trío se separó en 1998 cuando Deutsche compra el Bankers y Pérez Mackenna asciende a la gerencia general, liderando un gran número de fusiones adquisiciones y OPAS. “En el mercado de capitales es difícil que te digan que una persona es súper talentosa, porque es muy competitivo. Pero es el caso de Rodrigo, a quien todos querrían llevárselo a trabajar con ellos”, afirma César Barros, ex socio de la firma de asesorías financieras FIT Research.

Habiendo acumulado un buen patrimonio y con una carrera consolidada, Pérez renunció a la vida de ejecutivo, se dio un año sabático junto a su familia en Australia, y emprendió rumbo a la vida como empresario en 2007. Otra vez con Bilbao y Parodi como socios minoritarios de  la fábrica de botellas BO Glass, la más grandes del mercado y competidora de Cristalerías Chile, de Ricardo Claro, de la que Magdalena Matte era miembro del directorio. Otra de contenedores para productos agroindustriales y una empresa acuícola.

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Hijo de padres separados, su madre debió sustentar a la familia como secretaria de Codelco. Fueron épocas de vacas flacas para los cinco hermanos: dos hombres y tres mujeres, una de las cuales murió durante una intervención quirúrgica. Alumno del Tabancura y MBA del Iese, de la Universidad de Navarra, ambos del Opus Dei, Pérez Mackenna cultivó amistades por donde fue pasando. Todas llegaron a ocupar altos cargos como él.

Con Patricio Jottar, gerente general de CCU, coincidió en la universidad española y juntos ganaron una competencia de bridge en Cataluña. A los empresarios Félix Bacigalupo y Juan Obach que fueron dueños BO Glass, en el Bankers Trust. A Heriberto Urzúa, hombre de Alfonso Swett y compañero de bridge, en el Citi.

La lista es larga y se complementa con los amigos del golf y de las cartas. Jugaba hasta ser funcionario de gobierno una vez al mes con Pablo Zalaquett, el alcalde de Santiago, Patricio Jottar y Heriberto Urzúa.

Pese a su educación Opus Dei y a trabajar con empresarios miembros de la orden como Eduardo “Negro” Fernández León, a quien representaba en cuatro directorios, entre ellos, Banmédica (donde también está Parodi) y a quien le había armado su oficina de inversiones familiares, Pérez Mackenna se acercó a los Legionarios. Formaba parte del consejo superior de la universidad Finis Terrae.

De su legado en la sexta región el diputado Alejandro García Huidobro destaca la reconstrucción de todas las obras públicas, menos un puente; la reconstrucción en tiempo récord del hospital regional; el futuro del Teatro Municipal y su preocupación por los trabajadores de Codelco afectados por el arsénico de la división El Teniente. Fue uno de los últimos temas que trató con el parlamentario, a raíz de los resultados del Servicio Médico Legal, que concluyó que un transportista del material tóxico había muerto hace un año y medio por causa del arsénico.

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