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Cenabast: el paciente terminal del Ministerio de Salud

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El organismo fiscalizador estima que si la entidad encargada de distribuir los remedios en el sistema público pagara su deuda con los laboratorios y cobrara lo que le adeudan los servicios de salud, aun así quedaría con números en rojo. En dos documentos queda claro que hubo anomalías en programas para la gripe H1N1, en la compra y distribución de los fármacos contra el SIDA; en los programas de Salud Mental, Parkinson y Mujer.


Una multimillonaria deuda con empresas proveedoras de remedios, acreencias del sistema de salud de la misma índole; atrasos inexplicables en los procesos administrativos, demora en la entrega de medicamentos contra el SIDA y la gripe H1N1, multas no cobradas a empresas que no cumplen con la licitación, platas nunca cobradas que se arrastran por años, es la situación actual que vive la Central Nacional de Abastecimiento (Cenabast).

Lo anterior quedó establecido en los dos últimos informes emitidos por la Contraloría. El primero de ellos en la deuda con laboratorios para los programas gubernamentales “Mujer”, “Salud Mental”, “Parkinson” y otro referido a las empresas Andrómaco y Silesia por remedios contra el Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida (SIDA).

Los ejemplos que se evidencian en el documento emitido por el organismo fiscalizador  son elocuentes (ver anexos).

Triterapia atrasada

Para los remedios retrovirales que combaten el SIDA, hay irregularidades de todo tipo. A mayo de 2010 se les debían a los proveedores $ 6.636 millones. La deuda más antigua corresponde a noviembre de 2009. Y la plata por cobrar a los servicios de Salud -los principales clientes del Cenabast- es nada menos que $ 5.399 millones.

[cita]Para la Pandemia de gripe H1N1 se compraron al laboratorio Andrómaco 220 mil unidades del remedio “Oseltamivir”, en tres oportunidades distintas durante 2009 y por un total de $2.764 millones. Cenabast demoró seis meses en que la resolución fuera tramitada por Contraloría y tres meses más en pagar, pese a que lo recursos existían en el presupuesto.[/cita]

Y la Contraloría, en un cálculo preliminar que sincera la situación financiera, asegura que si el Cenabast cobrara lo anterior y cancelara a los laboratorios, aún así quedaría con un déficit de $ 1.237 millones. En su respuesta el Cenabast indicó que la deuda real asciende a 8.500 millones. Al respecto, la semana pasada la Asociación de Laboratorios fijó la deuda en más de $ 12 mil millones.

No es lo único. El servicio tiene problemas de coordinación con la Comisión Nacional del SIDA (Conasida) para distribuir y pagar, toda vez que a las empresas no se le aplican las sanciones por los atrasos en la entrega de los medicamentos; también se cancelaron dineros antes que las resoluciones fueran tramitadas (toma de razón) por la Contraloría. Al respecto, le entidad revisora ordenó un sumario administrativo.

Suma y sigue. Recalcine presentó una boleta de garantía con un monto inferior al exigido. Hubo entregas fuera de plazo y tampoco se cobraron las multas, por lo que se ordenó otra investigación interna.

Consultado el Cenabast sobre el particular, envió una declaración pública, admitiendo la veracidad de la información revelada por la Contraloría (ver documento anexo).

“La Institución asume la veracidad de la información entregada en dichos documentos e informa a la opinión pública que tratándose del seguimiento a procesos que corresponden al año 2009 y principios del 2010, a la fecha Cenabast ya ha implementado las acciones, mejoras en sus procesos y sumarios administrativos que corrigen las observaciones hechas por la Contraloría”, señala uno de los párrafos.

Al renglón seguido recordó que la institución ordenó “una auditoría externa encargada a Price Waterhouse Coopers, que arrojó sus resultados la primera semana de enero pasado. El principal resultado de esta auditoría, determinó la existencia de alrededor de 20 mil facturas por cobrar a nuestros clientes, sin conciliar, lo que demanda hasta hoy un gran esfuerzo de Cenabast para aclarar responsablemente los montos involucrados en estas facturas”.

El “error” y el “sobreprecio”

Otro hecho grave lo constituye la situación que afectó al Laboratorio Biosano que no contaba con la autorización para importar Abacavir, otro retroviral contra el SIDA y de todas formas participó en el concurso para vender, el que había sido aprobado. La empresa dijo que hubo un “error” y hasta agosto de 2010 no se había hecho efectiva la boleta de garantía, que fue entregada fuera del plazo legal. Por ello se ordenó otro sumario.

Debido a que Biosano no pudo vender el remedio, Cenabast compró a GlaxoSmithkliner por 304 millones  un fármaco similar. Por ello canceló $ 304 millones, lo que implicó un sobre precio de $ 93 millones.

Gripe

Para la Pandemia de gripe H1N1 se compraron al laboratorio Andrómaco 220 mil unidades del remedio “Oseltamivir”, en tres oportunidades distintas durante 2009 y por un total de $2.764 millones. Cenabast demoró seis meses en que la resolución fuera tramitada por Contraloría y tres meses más en pagar, pese a que lo recursos existían en el presupuesto.

Nuevamente hubo demora en la entrega y se ingresaron menos productos, como sucedió con el laboratorio Silesia y la compra de anticonceptivos. Tampoco se cobraron las multas.

En el programa de Salud mental, en tanto, Cenabast adeuda a los laboratorios $ 468 millones. Los servicios de salud deben $ 366 millones. La Contraloría hace nuevamente el cálculo, y asegura que si hace efectivo el cobro a estos últimos y paga a las empresas, aún así quedarían pendientes $ 102 millones.

Por el programa Parkinson, continúa el documento, Cenabast debe entre mayo de 2009 y el mismo mes de 2010 $ 1.168 millones, divididos en 12 laboratorios. Un 64% corresponde solamente a Andrómaco.

Y en el programa Mujer, las cosas tampoco mejoran. Dineros adeudados a proveedores, $ 3.155 millones -el 51% a Silesia- y los servicios de salud deben $ 1.862 millones. Por este ítem la Contraloría ordenó otro sumario.

El prontuario

Los problemas en el Cenabast se arrastran desde las administraciones de la Concertación. En marzo de 2009 se advirtieron problemas con la calidad de los alimentos, diferencias de stock entre lo que salía y lo que había en bodega. En esa oportunidad la Contraloría ordenó dos sumarios.

En el mismo mes, otro informe del organismo detectó el pago de sobreprecios de productos que no fueron entregados en el marco de la compra de 27 ambulancias. Hubo más sumarios y se inició un juicio de cuentas.

Al mes siguiente, también se descubrió un sobrepago de IVA y pérdida de dinero en las notas de crédito.

En agosto de 2009, en tanto  la misma Contraloría reveló que en las bodegas había fecas de ratón, jeringas con hongos en insectos en los remedios. Por esta situación, debió renunciar el entonces director, Mario Jerez.

Por último en junio del año pasado, la entidad revisora descubrió que incluso hasta los muertos recibían oxígeno, detectándose el triple pago a distintas empresas.

Al respecto, en enero de 2011, el Ministerio de Salud propuso modernizar el Cenabast. La idea generó variadas críticas, debido a que los remedios podrían subir más de un 30%.

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