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La norma de CORFO que beneficia el millonario negocio de los primos del Presidente

Respaldar créditos que las PYMES piden a la banca es el negocio controlado por los familiares del Presidente, Diego Fleischmann y Alberto Chadwick. Con un 81,6% del mercado, Avalchile tiene prácticamente un monopolio y luego del lanzamiento de una nueva normativa de la CORFO –dependiente del Ministerio de Economía – el negocio quedó blindado por 20 años. La nueva medida “favorece el monopolio y la competencia desleal”, asegura una de las empresas que quedó fuera.


Actualmente sólo seis empresas en Chile respaldan los créditos de las PYMES ante los bancos y ganan una buena comisión por ello. Son las Sociedades de Garantía Recíproca (SGR), donde la mayor de ellas es Avalchile, la que controla el 81,6% del mercado. En el directorio de esta empresa está Alberto Chadwick Molina y Diego Fleischmann Echeñique (casado con María Carolina Chadwick Piñera, prima hermana del Presidente Piñera), en su gerencia general, está Diego Fleischmann hijo. El negocio ya era bueno para Avalchile, pero se puso aún mejor cuando en mayo de este año, la CORFO aprobó un nuevo programa –el SGR III – y  blindó el negocio de las seis SGR iniciales (con fondos utilizables en un horizonte de 20 años). “Levantaron barreras de entrada, la cancha quedó desnivelada y se favoreció a los que tienen el 81,6% del mercado”, asegura una de las empresas que quedó fuera del grupo I.

Tener una SGR es un negocio en el que no hay que invertir mucho, porque el privado sólo debe colocar un 10% del capital y la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO), le entrega el 90% restante. Con ese dinero –que se puede apalancar tres veces– las SGR respaldan los créditos que se le entregan a las PYMES, mediante la emisión de un certificado, y cobran una comisión que va del 4 al 6%, del crédito respaldado. Sólo en caso de que la PYME no le pague al banco, la SGR paga el saldo insoluto (con los fondos obtenidos en un 90% de la CORFO).

CUADRO CLAVES 1

Avalchile –la SGR de los familiares del Presidente – es la única que posee cuatro fondos otorgados por la CORFO (las otras 5 sólo poseen uno cada una) y que alcanzan a 1 millón 300 mil UF. El potencial de los fondos de la línea I, alcanzan los US$ 429 millones en certificados de fianza.

Sólo entre enero y el 31 de mayo de este año (según el Informe público de Instituciones de Garantía Recíproca que elabora mensualmente la CORFO), Avalchile poseía el 65% de los certificados de fianza emitidos (entre las seis SGR), lo que corresponde a 1 millón 476 mil UF. Esto significa que como mínimo, la plata recaudada por Avalchile en comisiones, ascendió a $1.296.636.480 aproximadamente (considerando una comisión del 4% que las PYMES deben pagar por adelantado). En este informe, la SGR que le sigue –bien lejos – es Masaval, con sólo 397 mil UF, es decir, un 17% del total.

Todo en familia

Paulette Piñera –tía de Sebastián Piñera Echeñique – se casó con Herman Chadwick Valdés y tuvieron 8 hijos. Una de ellos es María Carolina Chadwick Piñera –prima hermana del Presidente – y quien se casó con Diego Fleischmann Echeñique, director de Avalchile y donde su hijo, Diego, es gerente general. Los Chadwick son los primos más cercanos del Presidente y se dice que prácticamente “se criaron juntos”.

La familia Fleischmann Chadwick pertenece al clan Chadwick Piñera y dos de sus hijos, Pablo y Diego (el gerente general de Avalchile), fueron casados por el obispo Bernardino Piñera, tío del Presidente y quien oficia todas las misas navideñas de la gran familia. El nexo de los Fleischmann con el clan es aún más profundo, el hermano mellizo de Diego Fleischmann padre, Hernán, también está casado con una Chadwick Piñera, la tía del Presidente, María Elena.

Por otro lado, el actual presidente de la Asociación de Instituciones de Garantía Recíproca (ASIGAR), es Roberto Darrigandi Chadwick. Él es hijo de Lucía Chadwick Valdés y de Héctor Darrigandi Chadwick. El otro Chadwick metido en el negocio de Avalchile, es Alberto Chadwick Molina, integrante del directorio.

[cita]La presencia de familiares del Presidente en Avalchile, la Sociedad de Garantía que hoy controla el negocio, ha provocado la crítica de quienes querían ingresar al sistema y hoy deben hacerlo en condiciones diferentes y “desfavorables”, como explican.[/cita]

La presencia de familiares del Presidente en Avalchile, la Sociedad de Garantía que hoy controla el negocio, ha provocado la crítica de quienes querían ingresar al sistema y hoy deben hacerlo en condiciones diferentes y “desfavorables”, como explican.

El freno que le puso el gobierno a las IGR

Sebastián Piñera siempre se mostró favorable a las SGR e incluso fue parte de su estrategia para combatir los efectos del terremoto sobre las PYMES. En marzo del 2010, el gobierno recién asumido lanzó la línea 2 de las IGR y a través de la CORFO, otorgó recursos que debían ser utilizados dentro del año, por las Sociedades de Garantía, para respaldar los créditos de las PYMES. La medida funcionó muy bien y con el pasar de los meses, nuevos interesados en ingresar al negocio fueron surgiendo. Este año se registraron dos nuevas empresas en la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras, Fianzas Insur y Contémpora, y se estimaba que para fines del 2011 podrían haber entrado a operar unas cuatro más.

Pero el lanzamiento del programa IGR III –por parte de la CORFO el 25 de mayo – provocó una desnivelación entre la cancha que utilizan las 6 empresas con fondos de la línea 1 –donde Avalchile lidera el mercado – y las empresas que se unieron más tarde, que estarían obligadas a funcionar con las reglas del nuevo programa. “El esquema final, es un programa más restrictivo y con mayores exigencias. Nos hubiera gustado algún grado de igualdad con el primer programa”, asegura un gerente, de una de las empresas que quedó fuera del primer grupo. Desde la CORFO, el gerente corporativo, Matías Acevedo, asegura que el cambio obedeció a la idea de “fomentar la movilidad de las Garantías y alinear incentivos a realizar una adecuada evaluación de crédito entre la institución financiera, SGR y Aporte de Corfo”.

La primera empresa en salir del negocio fue Contémpora. Ellos habían obtenido el permiso de la SBIF en abril de este año, pero decidieron no participar en el negocio, hasta que saliera una nueva normativa que fuera más parecida a la línea en que opera Avalchile. El gerente general de Contémpora, Cristián Silva, aseguró en Terra que la nueva norma que plantea la línea III “deja en una situación desventajosa a sociedades de garantía nuevas”. Al mismo tiempo, la SGR Confianza (de la línea I), tampoco quedó contenta con el cambio, puesto que a futuro (en la línea III) su público objetivo, las micro empresas, quedarían fuera.

No sólo el Presidente Piñera levantó su bandera de apoyo a las PYMES. Desde el Ministerio de Economía –del cual depende la CORFO – Pablo Longuiera alzó la voz el día en que juró como ministro: “Mi foco estará en las PYMES y la clase media”, aseguró. Longueira es la autoridad máxima de la CORFO, puesto que es el Presidente del consejo.

Por otro lado, el gerente general de Avalchile, Diego Fleischmann Chadwick, declaró en su momento, que el nuevo programa de IGR III “liquidará una industria naciente”. Esto porque cuando se le acaben los fondos que la CORFO le entregó y que pueden ser utilizados en un horizonte de 20 años, deberán postular a los fondos del IGR III, los cuales son menos competitivos y menos atractivos para los privados –como aseguran las empresas que deberán postular a este fondo.

CUADRO CAMBIOS 1

Estos son las principales diferencias entre una línea y otra, diferencias que las empresas desfavorecidas, acusan de crear “barreras de entrada” y “competencia desigual”, con la línea I, controlada casi en su totalidad por los familiares del Presidente.

En una de las empresas que quedó fuera de la línea I, explican que “a la hora de elegir, el cliente y el banco van a preferir lejos un certificado de la línea I, que le garantiza el 100%. Eso nos hace menos competitivos”.

Por otro lado, un gerente de una empresa señala que “la línea III en la práctica es más cara que la línea I”. Esto porque “ese 3% del TAB 360, es mucho más grande que el 5% de la rentabilidad del fondo”, como aseguran desde otra empresa. A la vez, hacen hincapié sobre la diferencia en los plazos de utilización de la línea, “si no ocupas ciertos porcentajes te caducan la línea, cosa que no pasa en la línea I”.

Finalmente, cuando se le exige a la PYME una garantía real del 70%, “las empresas más pequeñas quedan fuera, porque ellas no tienen garantías”, como asegura una de las empresas perjudicadas. Algo en lo que concuerda otra firma, que explica que con esta medida “se deja un poco de lado a las pequeñas empresas, pero para las medianas es de gran ayuda”.

Pequeñas y micro empresas: las más perjudicadas

Entre el 01 de enero de 2011 y el 31 de mayo de 2011, el 53% del monto de los certificados de fianza vigentes fue otorgado a medianas y grandes empresas, como asegura la CORFO. Esto significa que el sistema se ha alejado de su fin inicial, que era ayudar a obtener créditos a la pequeña y mediana empresa. Algo que explica estas cifras, es la declaración de uno de los empleados de Avalchile, quien asegura que el monto mínimo de crédito que respaldan a la PYME ante un banco “son 80 millones de pesos anuales”. Un crédito sobre este monto, por lo general lo solicita una mediana o gran empresa, pero en ningún caso una pequeña o micro.

Aunque desde la CORFO, Acevedo asegura que “este tercer programa IGR III incorpora cambios después de un acabado estudio del comportamiento de la industria y experiencias internacionales, para lograr un programa con las mejores prácticas e incentivos adecuados para todos los que participan”, la mayoría de la industria no opina lo mismo. Para ellos, la creación del tercer programa, viene a mermar el negocio de los nuevos competidores, haciéndolos competir con la línea 1 –que podrá utilizar los recursos que le entregó la CORFO por 20 años – en condiciones desventajosas y donde Avalchile, la SGR de los familiares del Presidente Piñera, tiene prácticamente un monopolio.

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