Tras casi seis meses de movimiento los líderes universitarios mantendrán contacto con distintos países para reforzar el respaldo y presionar al gobierno de Sebastián Piñera.
Con casi seis meses demandando cambios profundos en el sistema educacional chileno y cuando las conversaciones con el gobierno de Sebastián Piñera están en punto muerto, los líderes del movimiento estudiantil apuestan al apoyo extranjero para expandir sus manifestaciones.
El tiempo transcurrido y la violencia que suele generarse al término de las multitudinarias marchas, producto de la acción de encapuchados y de grupos que según expertos están ligados a grupos de corte anárquico, le han ido quitando respaldo popular a la forma en que los escolares y universitarios llevan adelante sus medidas de presión.
Una de las últimas encuestas de opinión pública, realizada por la empresa Adimark, evidenció que en septiembre el apoyo a las manifestaciones es del 49%, mientras que la desaprobación a las actividades masivas subió seis puntos desde agosto y quedó en un 45%.
«Se había hablado de desgaste pero no se había producido. Sólo en los datos de octubre, cuando estamos midiendo mensualmente esto desde agosto, apareció esta evidencia de que el movimiento está desgastándose. Es una cuestión de las últimas semanas más bien», comentó a BBC Mundo Roberto Méndez, presidente de Adimark.
Aunque la forma en que se manifiestan los jóvenes no es respaldada, hay un apoyo creciente a las demandas de mejoras en el sistema escolar y universitario, cifrada en un 79% de los encuestados.
Aunque el experto en sondeos cree que la tendencia irá a la baja en los meses venideros.
Giorgio Jackson, uno de los líderes del movimiento universitario, reconoce que hay un cansancio propio de los largos meses de manifestaciones pero agregó que la campaña por seguir exigiendo calidad y gratuidad de la enseñanza aún tiene mucho por delante.
Para ello, la estrategia es buscar formas para concientizar aún más a la población, pero también seguir realizando actividades, como el reciente viaje a Francia, donde pudieron conocer realidades con las que refuerzan sus peticiones al gobierno de Sebastián Piñera.
«Estamos coordinando cómo poder recibir apoyo, nos han llegado distintas cartas de sindicatos internacionales, de distintas bancadas de Parlamentos europeos, que esperamos que de alguna manera permeen en nuestro sistema político completo», manifestó Jackson en entrevista con BBC Mundo.
El apoyo internacional es potente según los directivos universitarios, quienes van a reunirse con parlamentarios europeos que llegarán a Chile el 28 de octubre, y además se van a coordinar con jóvenes de la Comunidad Europea, pese a que sus luchas estudiantiles son distintas a las de los sudamericanos.
«Ellos conocen muy bien el proceso que está viviendo Chile, que ellos viven al contrario porque perdieron conquistas sociales con los recortes de su presupuesto, y nosotros estamos tratando de cambiar un sistema que está basado en las reglas del mercado para sostener el sistema educativo con el aporte de la familia y del endeudamiento», comentó
Los estudiantes acusaron de represión a la policía y decidieron acudir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El gobierno de Sebastián Piñera presentó hace unas semanas un proyecto para penalizar las tomas y manifestaciones violentas, y ha adoptado un duro discurso hacia la labor de los jueces de garantía, a quienes pide colaborar para que los detenidos en desórdenes no queden en libertad.
Los estudiantes, mientras tanto, han acusado de represión a la policía y decidieron acudir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos para denunciar por «torturas» al Estado chileno, en una presentación que se hará en Washington el próximo 28 de octubre.
«Son casos documentados donde han existido detenciones ilegales, tratos vejatorios o apremios ilegítimos, que es un eufemismo porque en todas partes del mundo se llama tortura. Y queremos denunciar eso porque estamos en medio de un conflicto social sumamente intenso», advirtió Jackson.
Tras el fracaso de las conversaciones con los estudiantes, en el palacio de La Moneda endurecieron su postura.
Algunos consideran que las posibilidades de avanzar están en punto muerto, más aún cuando en la discusión del presupuesto del país para 2012 se ofrece gratuidad sólo para el 40% de los universitarios más necesitados y el mayor financiamiento va hacia los planteles privados o institutos profesionales y técnicos.
En medio de este panorama, los estudiantes admiten que han tenido problemas internos como organización, pero apuestan a reinventarse y lograr cambios en base a la presión constante y a una ciudadanía que mayoritariamente apoya sus demandas.
«En este caso no puede ser más evidente, llevamos seis meses y obviamente la gente está cansada, pero aún así hay un 80% de apoyo a las demandas estudiantiles y ni siquiera eso le ha pegado un poco al gobierno en su manera de actuar», afirmó Jackson.
